Misteriosa desaparición de millones de salmones en un río canadiense
Si escuchas decir de un animal que es anádromo, en un primer momento piensas que tu interlocutor lo odia profundamente. Pasados unos instantes caes en la cuenta, si de salmones se está hablando, que lo de anádromo no es un insulto sino que se refiere a su costumbre de migrar al océano y regresar al río donde nacieron para procrear. De hecho, se calcula que un noventa por ciento de los salmones regresan al mismo río que les vio nacer. El protagonista de esta historia es una de las variedades de salmón más abundantes en las aguas del océano Pacífico. En su etapa de agua dulce adopta un color rojo brillante y es conocido como Sockeye, voluntariosa adaptación que los británicos que llegaron a la zona hicieron del nombre original indígena.
El caso es que en la región del río Fraser –en la costa canadiense del Pacífico– echan de menos a los millones de salmones sockeye que remontaban su corriente cada año. Y eso que el Fraser fue considerado el río más concurrido del mundo en época de desove. Más de diez millones salmones sockeye remontaban cada verano el Fraser, pero los últimos tres años se estima que han llegado menos de un millón. ¿Nueve millones menos? Vale que la crisis afecta al turismo, pero a los salmones.
El gobierno canadiense no ha dudado en tomar medidas drásticas como cerrar el río a actividades recreativas por tercer año consecutivo, una decisión que afecta al medio de vida de las reservas indias, que viven de la navegación y la pesca en esta época del año. Stan Proboszcz, biólogo de la Watershed Watch Salmon Society, califica la desaparición de “chocante y misteriosa”. Pese al asombro que provoca este hecho en la comunidad científica no faltan teorías que tratan de explicar la desaparición de los salmones sockeye a su cita anual:
1. El cambio climático ha reducido el suministro de alimentos para el salmón en el océano y los que llegan son los que han sobrevivido.
2. Las piscifactorías del río Fraser con las que se cruzan los salmones camino del océano han infectado a estos con un parásito denominado piojo de mar que ha diezmando a la población.
3. El aumento de la temperatura del río Fraser debilita a los salmones impidiendo que completen su ruta.
publicado por Henrio