Pascua Lama: territorio Barrick Gold en el seno de nuestra América Latina







Por Virginia Toledo López

Pascua Lama es el nombre del proyecto de megaminería ubicado en las entrañas de la cordillera de los Andes justo en el límite que separa Argentina de Chile, a la altura de la provincia de San Juan. Este territorio corresponde formalmente a la transnacional canadiense Barrick Gold Corp., gracias al Tratado de Integración y Complementación Mineras, firmado por los presidentes Eduardo Frei Ruiz Tagle y Carlos S. Menem en el año 2000. Por medio de ese tratado binacional, se permite la creación de “países virtuales”, denominados como “área de operaciones”, en donde la soberanía de Chile y Argentina se ve profundamente restringida en favor de las empresas adjudicatarias.Es por ello que se puede decir que entre nuestros países emerge un “territorio Barrik Gold”.


Pascua Lama es el nombre del proyecto de megaminería (1) ubicado en las entrañas de la cordillera de los Andes, a 5.500 metros sobre el nivel del mar, justo en el límite que separa Argentina de Chile, a la altura de la provincia de San Juan. Este territorio corresponde formalmente a la transnacional canadiense Barrick Gold Corp., gracias al Tratado de Integración y Complementación Mineras, firmado el 29 de diciembre de 1997 por los presidentes Eduardo Frei Ruiz Tagle y Carlos S. Menem y promulgado el 20 de diciembre de 2000. Por medio de ese tratado binacional, se permite la creación de “países virtuales”, denominados como “área de operaciones”, en donde la soberanía de Chile y Argentina se ve profundamente restringida en favor de las empresas adjudicatarias. (2) Es por ello que se puede decir que entre nuestros países emerge un “territorio Barrik Gold”.
Tanto en Chile como en la Argentina la minería es una actividad económica ampliamente promocionada por el Estado, pese a ser de las más contaminantes y de las que mayores perjuicios genera en las comunidades locales. Ya durante las dictaduras en ambos países pero fundamentalmente a partir de la década de los noventa, y a instancias de los organismos internacionales de crédito (como el Banco Mundial), surgen una serie de leyes destinadas a otorgar grandes beneficios a las inversiones extranjeras en los sectores mineros chilenos y argentinos (3). Es así que la minería de gran escala y transnacional comienza a difundirse en el Cono Sur de la mano de gobiernos neoliberales, perdurando hasta nuestros días.
Del lado chileno, el Valle del Huasco es la región más afectada por Pascua Lama. Este Valle, situado en la región de Atacama, es la última barrera fértil antes del desierto en el norte chileno. Pese a que allí las lluvias son poco frecuentes, la gran altura cordillerana permite la existencia de glaciares que aseguran un caudal permanente al río Huasco y sus afluentes, garantizando el equilibrio hídrico del valle. Salvo por Vallenar, la ciudad más importante de la región ubicada sobre la costa, el Valle está conformado por una serie de comunas pequeñas. La agricultura de pequeña escala y campesina es la actividad que ocupa la mayor cantidad de superficie, empleando además a una gran cantidad de personas. Como dato adicional, en la zona rural de Alto del Carmen, la más directamente afectada por el proyecto minero, se encuentra la Comunidad Agrícola de Huascoaltina, de ascendencia diaguita.
El inicio del conflicto: la Barrick irrumpe en la tranquilidad del Valle (4)
La Barrick llegó a Chile en 1994, tras haber adquirido tres yacimientos mineros en el norte del país. Desde ese momento, y aprovechando sus diversos vínculos con el sector público (con altos funcionarios de Chile, Argentina, Estados Unidos y Canadá), la empresa inició una serie de maniobras tendientes a lograr la firma del tratado minero entre Chile y Argentina.
En el año 2000 la empresa promovió reuniones informativas con el fin de presentar a la comunidad las “bondades” de su proyecto; buscando dar, al mismo tiempo, un carácter “participativo” a la iniciativa. Allí la comunidad conoció algunos detalles del emprendimiento y pudo revisar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Para sorpresa de los agricultores, el EIA pasaba por alto la existencia de glaciares en la zona (el yacimiento minero se encontraba justo debajo de tres glaciares que dan agua al río Huasco y que no eran mencionados!). Ante la denuncia de los vecinos, las autoridades, proclives al emprendimiento minero, se vieron obligadas a solicitar un Plan de Manejo de Glaciares, lo que no les impidió aprobar el proyecto sin mayor remordimiento. La empresa, siguiendo los consejos de las autoridades, presentó un Plan de Manejo que contemplaba trasladar las 10 hectáreas de glaciares (!). Todo ello, rasonablemente, causo gran consternación a la comunidad.
Así, los habitantes del Valle se organizaron, animados por miembros de la comunidad religiosa del lugar. Comenzaron a movilizarse, a formarse y a informar sobre las implicancias del proyecto megaminero. Las consignas “Sí a la Vida. No a Pascua Lama” y “Fuera Barrick!” se difundieron en la zona. Empezaron a sumarse personas de otras regiones, creando organizaciones para ayudar a difundir la lucha a favor del agua y la vida. Tal fue el caso del acompañamiento del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) y de la creación de Colectivos contra Pascua Lama en Santiago de Chile (ubicado a 12 hs. del Valle), como el Colectivo Rexistencia, conformado por estudiantes universitarios de la capital. La resistencia comunitaria cobraba un fuerte impulso...
A fines del año 2004 la minera salió del silencio en el que había permanecido y solicitó al gobierno la ampliación de la zona de explotación. Así, presentaron por segunda vez el EIA junto al Plan de Manejo de Glaciares. El conflicto llegó al punto máximo de movilización social y traspasó las fronteras no sólo del Valle, sino también del país. La cuestión de los glaciares captó la atención de ambientalistas, científicos, documentalistas y políticos de todo el mundo.
Este escenario convenció a la empresa de la necesidad de desarrollar una estrategia orientada a desarticular la fuerte oposición popular. Por ejemplo, la Barrick ofreció a los 9 directivos de la Junta de Regantes (organización que aglutina a más de 2 mil agricultores de la zona), una “donación” de 60 millones de dólares (3 millones mensuales durante 20 años) a fin de realizar “investigaciones conjuntas”, al tiempo que desplegaba una fuerte ofensiva comunicacional difundiendo el slogan “Minería Responsable”.
En el 2006 los gobiernos de ambos países aprobaron el proyecto de Pascua Lama (Chile en febrero y Argentina hacia fines de ese año).
Pese a este golpe, la comunidad se mantuvo en pié, denunciando la falta de definición de múltiples puntos del proyecto, reforzada por la creciente internacionalización de la lucha (a las movilizaciones en Argentina se sumaban grupos ecologistas de Canadá). Además, en Santiago nacía una nueva organización de apoyo: la Coordinadora contra Pascua Lama, la que aglutinó a la mayoría de las voces contrarias a la aprobación. También ayudó a reactivar la lucha en el Valle el despido masivo de trabajadores de la Barrick, sumado a denuncias por fraude.
Durante todo el 2007 y el 2008 se realizaron acciones que daban visibilidad a la causa y radicalizaban el conflicto (entre ellas se destacan el corte del cruce Chollay Conay, exposiciones en el Congreso Nacional, apelación a tribunales extranjeros, campañas internacionales contra Barrick Gold y múltiples trabajos de difusión).


La Barrick dobla la apuesta (5)
En el marco de su estrategia de lavado de imagen, Barrick ha impulsado una alianza con “los buenos de Chile”, es decir, con actores que gozan de cierta legitimidad social a raíz de una trayectoria de beneficencia. A fines del año pasado se difundió la iniciativa Compromiso Atacama entre la Barrick, Teletón, (6) Un Techo para Chile (7) y América Solidaria (8), promocionado como una alianza para “ayudar el desarrollo de la región”.
Esta gran embestida mediática, sumada a otras acciones directamente dirigidas a los vecinos del Valle (como la entrega de notebooks a los niños en las escuelas, de ambulancias en los hospitales, el financiamiento de fiestas tradicionales y de microemprendimientos, las becas, las mejoras en escuelas y clubes... y demás “dulces” regalados por la empresa para la aceptación de su proyecto contaminante), han demostrado la profunda desigualdad que tienen los actores en conflicto.
Frente a una política de repartición migajas para la sociedad, de cooptación de líderes, personalidades y organizaciones sociales, y de connivencia con los distintos niveles de gobierno, se alza un grupo de gente sin más recursos que la convicción en la defensa del territorio... su vida; seguros de que sus mayores riquezas son la Tierra y el Agua, fuentes de todo lo demás.
Los impactos en el Valle
Pascua Lama destruiría no sólo la sustentabilidad del Valle, sino que significaría un fuerte quebranto a las formas de vida que allí se desarrollan. El tipo de actividad que generaría la mina podría denominarse como un emprendimiento “de enclave”, es decir, sin mayor vinculación con la actividad productiva local y cuyos beneficios son para el extranjero. La mayoría del empleo se crea mediante contratistas, al mismo tiempo que las profundas alteraciones ambientales provocadas ponen en riesgo la mayor actividad productiva de la región: la agricultura.
Además, a los impactos generados por el yacimiento se agregan los producidos por la creación de una Central Termoeléctrica ubicada en la región de Alto del Carmen, las líneas de transmisión eléctrica hasta el yacimiento minero y un centro de acopio de materiales peligrosos.
Por lo pronto, la intervención de la Barrick ya ha generado fuertes impactos: múltiples organizaciones territoriales se hayan divididas o en situación de conflicto interno por la recepción o no de patrocinios de la minería; el emprendimiento ha cerrado pasos en la cordillera afectando a criadores de la región; las promesas incumplidas de trabajo, la adjudicación y cierre de la estancia Chollay reclamada por los diaguitas como territorio depositario de parte de su patrimonio arqueológico y cultural, son algunos ejemplos. A éstos se agregan aquellos generados por el funcionamiento pleno de la mina.
La Barrick ya ha quebrado la tranquilidad del Valle. Ha introducido nuevas necesidades en las comunidades vinculadas a una economía de consumo, antes desconocidas por las familias agricultoras, pervirtiendo los tradicionales vínculos comunitarios y con la Naturaleza. Y, sobre todo, amenaza el equilibrio ecológico del lugar.
Estos grandes emprendimientos mineros se caracterizan por extraer una gran cantidad de minerales en yacimientos “a cielo abierto” de gran tamaño, para lo cual requieren una amplia utilización de energía y un alarmante consumo de agua. Gracias a la utilización de fuertes explosivos, se genera un inmenso cráter artificial en donde antes estaba la montaña. Los desechos, como las rocas trituradas y el polvo, pueden ser arrastrados lejos del ámbito de la mina por el viento. Pero el mayor peligro deviene de la utilización de cianuro y otros tóxicos para licuar la montaña y extraer los metales preciosos. Ese cianuro, una vez juntado el oro, es veneno que queda en el ambiente dando vueltas, contaminando el agua y la tierra.
Sin dudas, la mega minería es la actividad industrial más agresiva tanto en lo ambiental, social y cultural. Y si se considera el perjuicio que genera a las economías familiares, al socavar la fuente de su tradicional actividad productiva, podemos decir que tampoco es sustentable en términos económicos. El oro se va, en manos extranjeras, mientras el agua, fuente de vida, es contaminada y los glaciares, principales reservorios de agua dulce, son diezmados. En palabras de Camila, ambientalista de la región, “si el agua se contamina, terminan con las actividades tradicionales y productivas del valle... en el fondo ahí se afirma todo lo que es el valle: su identidad, su cultura, su forma de ver el tiempo... todo”.
Las últimas noticias
Que nuestros gobiernos continúan fomentando la megaminería no es noticia. Sólo basta ver las continuas referencias positivas para con la actividad, enunciadas desde los más altos niveles de gobierno (tanto en Chile como en Argentina). El reciente veto a la ley de protección de glaciares por parte de Cristina Fernández de Kirchner, denominado “veto Barrick”, no ha sido más que la triste corroboración de ello.
Pero hay novedades en el frente: los máximos directivos de Barrick se reunieron el 15 de abril pasado con la presidente argentina, y seguidamente, el 25 de abril, con la presidente chilena, Michelle Bachelet. Por supuesto y como es de costumbre con estas empresas, ambas reuniones fueron a puertas cerradas y sin declaraciones a la prensa. No obstante, gracias a un comunicado emitido desde las oficinas de la empresa en la provincia de San Juan, se conoció que se habría alcanzado un acuerdo en el tema tributario, lo que había sido hasta el momento la principal traba burocrática a Pascua Lama. De este modo, el proyecto iniciaba la recta final, programando iniciar formalmente los trabajos de la mina en septiembre.
Sin embargo, aun hay palos en los afanes de la empresa, pues la Dirección General de Aguas (DGA) de Atacama condicionó el comienzo de las obras de construcción a la aprobación del modelo hidrogeológico, completo, del proyecto, que aún se encuentra en estudio, al igual que dos embalses propuestos por la empresa. Así, todavía le quedan permisos al emprendimiento.
Las comunidades siguen firmes en sus reclamos. Desde las organizaciones y asambleas se reafirma: “el agua vale más que el oro”. Frase que sintetiza una visión de mundo que prioriza la Naturaleza a los réditos económicos en el corto plazo. Sin dudas, es necesario ahora más que nunca que aunemos nuestros esfuerzos para continuar la lucha contra el saqueo. Contra aquell@s que solo ven en la Tierra negocios para hacer.
Este texto puede considerarse como un llamado la defensa de nuestros territorios y como una invitación a ser solidarios y a estar atentos. A ser solidarios con la lucha levantada en la cordillera en defensa de la Tierra y el Agua, nuestros bienes comunes y el legado para los que vendrán. Se ciernen momentos definitorios en la lucha contra Pascua Lama, que determinarán el destino del último valle fértil en el norte chileno y es imprescindible que estemos para defenderlo.
Al mismo tiempo, es una invitación a estar atent@s porque Pascua Lama es una muestra más del saqueo que se está llevando a cabo en nuestras tierras en beneficio de los grandes capitales extranjeros y con el visto bueno de muchos gobiernos latinoamericanos. Desafortunadamente, la minería está avanzando: este emprendimiento es sólo uno de los proyectados en nuestros países. Pascua Lama es una de las tantas batallas por suceder. www.ecoportal.net
Virginia Toledo López es Lic. en Relaciones Internacionales. Doctoranda en Cs. Sociales de la UBA.
Se agradece enormemente las charlas tenidas con Javier Karmy, Camila Bardehle y Constanza San Juan, así como también el obsequio del libro “Pascua Lama: conflicto armado a nuestras espaldas”, sin los cuales esta nota no hubiese sido posible.
Notas:
(1) Proyecto mineros de gran escala. Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional del planeta, destinado a extraer oro (minería aurífera), pero también plata, cobre y otros metales de difícil estimación. Se proyecta extraer de esta mina aproximadamente 17 millones de onzas de oro, 689 millones de onzas de plata y 562 millones de libras de cobre. La producción se estima en 600 mil onzas anuales de oro y 23 millones de onzas anuales de plata. “En 2013 Pascua Lama producirá su primera barra de doré”, en Portal Minero, 23 de Julio de 2009 disponible en http://www.portalminero.com.
(2) El tratado tiene por objetivo permitir a los inversionistas de ambos países la exploración y explotación de los recursos mineros existentes en zonas cordilleranas sin ningún tipo de restricciones. Mediante el tratado se crea una Comisión Administradora, financiada por corporaciones mineras, con la facultad para disponer y decidir sobre el territorio comprendido en el area de operaciones. Asimismo, la Comision redactaría un Reglamento Interno que normaría el uso de ese espacio.
(3) En Chile, la Ley 18.097 de Concesiones Mineras y el Código de Minería de 1982 introducen el concepto de concesiones plenas para las mineras, pervirtiendo el tradicional espíritu nacionalista que había caracterizado la política hacia el sector; el Estatuto de Inversionista Extranjero de 1983 otorga estabilidad fiscal; la Ley 18.248 suprime el royalty por exportación y las Leyes 18.985 y 19.137, de los 90, otorgan nuevas ventajas fiscales. En la Argentina en la década de los 90 se sancionaron leyes tales como la Ley de Inversiones Mineras (Ley 24.196, de 1993), la de Reordenamiento Minero (Ley 24.224, de 1993), el Acuerdo Federal Minero (Ley 24.228, de 1993), la de Actualización Minera (Ley 24.498, de 1995) que generaron un nuevo marco regulatorio para la actividad minera. Éstos instrumentos legales están orientados a garantizar: igual trato a capitales nacionales y extranjeros, otorgándoles por ejemplo el derecho a transferir al exterior todas las utilidades; estabilidad jurídica de los derechos mineros adquiridos; protagonismo de la actividad privada en la explotación; liberalización del régimen de concesiones; aumento de superficies de exploración; libre comercialización interna y externa; y reducción de los costos de operación. Asimismo, la Ley de Inversiones Mineras otorga a estas actividades un conjunto de beneficios fiscales y tributarios (por ejemplo, estabilidad fiscal por el término de 30 años, beneficios especiales en el Impuesto a las Ganancias como deducción del 100% de los montos invertidos en gastos varios, amortizaciones aceleradas para las inversiones de capital a fin de ejecutar nuevos proyectos o ampliar viejos; exención del pago de derechos a la importación de cualquier bien o insumo; límite a las regalías provinciales, que no podrán ser mayores al 3% de lo que declare la minera; etc.). Además, la Ley 24.402 de 1994, establece el Régimen de Financiamiento y Devolución del IVA al Sector Minero. Moori M. V. (1999) “Reformas económicas y la inversión en el sector minero argentino”. CEPAL - Serie Reformas Económicas No. 50, Santiago de Chile, y Karmy J. y Salinas B. (2008): Pascua Lama: conflicto armado a nuestras espaldas, Quimantú, Chile.
(4) Los datos que siguen han sido extraídos del libro Karmy J. y Salinas B. (2008): Op. Cit.
(5) Ibid.
(6) Organización que mediante un programa televisivo recibe donaciones para beneficencia. La Barrick el año pasado estuvo en el segundo lugar del ranking de donaciones.
(7) Iniciativa católica para la construcción de viviendas. Esto problematizó la posición de los clérigos del valle, abiertamente opuestos al emplazamiento minero.
(8) Institución presidida por Benito Baranda. Hace trabajo social voluntario en distintos países del continente.

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