BOLIVIA PATEA EL TABLERO DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Si hay algo que puede pasar en torno al remanido tema del cambio climático es la posición de Bolivia que ve lo que nadie quiere ver. Después de todo hasta ahora el tema no deja de ser una agenda para asustar a los niños pobres, en un tema de dudosa comprobación o que tal vez responda en algunos de sus efectos a ciclos propios de la naturaleza. Sin embargo asustar siempre rinde por ejemplo a la billetera de Al Gore, y a sus socios locales. La invasión del miedo es una manera de dominio y el tirifilaje local se topó con que la presidenta autorizó tres días de viaje y resultados. Ya parece que hay lágrimas en los ojos, pero la verdad es que para tirar plata hay tantas cosas. Sin embargo la delegación de Bolivia encabezada por la Viceministra de Medio Ambiente y Biodiversidad, Cynthia Silva, ante la II Reunión Interamericana de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Sostenible de la OEA, realizada del 17 al 19 de noviembre de 2010, no suscribió la “Declaración de Santo Domingo para el Desarrollo Sostenible de las Americas” porque dicho documento promueve la valoración monetaria y el desarrollo de mercados de carbono.
La Viceministra expresó que “no se puede ni debe valorar en términos monetarios a los servicios que presta la naturaleza y menos desarrollar un mercado alrededor de los mismos.”
En visión de la delegación de Bolivia “Los servicios ambientales que prestan los glaciares de los Andes no tienen precio. La selva Amazónica no es la sumatoria de una serie de servicios ambientales que se pueden aislar y sumar luego en una factura.”
Para Bolivia “es esta visión que considera a la Madre Tierra una cosa, a la que se le puede poner precio, la que ha llevado a la humanidad a romper el equilibrio con la naturaleza.”
Según la Viceministra “la naturaleza y sus diferentes funciones o servicios no son mercancías a las cuales se puede regular a través de las leyes del mercado de la oferta y la demanda. Nosotros no compartimos las soluciones de mercado de carbono porque lejos de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero generarán tarde o temprano un sistema especulativo que desencadenará una nueva burbuja financiera. A través de estos mecanismos de mercado de carbono se transfiere la obligación de reducción de gases de efecto invernadero de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo, y en los hechos constituyen mecanismos de financiamiento de los países en desarrollo a los países desarrollados.”
“El Estado Plurinacional de Bolivia cree firmemente que escuchando la voz de nuestros pueblos podremos avanzar en el camino de recuperar el equilibrio con nuestra Madre Tierra”, concluyó la jefe de delegación.
Fuente: medioymedio.com