Esquema de protección de bosques de la ONU: ¿bancos y petroleras privatizando la naturaleza?
Coincidiendo con el inicio, hoy, de la cumbre sobre el clima en Cancún, Friends of the Earth International ha presentado un informe demoledor contra los esquemas de protección de bosques de la ONU conocidos como Redd (Reducing Emissions from Deforestation and Forest Degradation). Documenta cómo bancos, petroleras, mineras, comerciantes de CO2, productores de palma, ONGs y fundaciones, entre otros, van a enriquecerse gracias a ellos. ¿Privatización de la naturaleza?
El estudio de Friends of the Earth es pionero pues nunca antes se habían rastreado con este detenimiento centenares de esquemas Redd, también conocidos como créditos por deforestación evitada. Y también es oportuno de cara a la COP16, porque si bien las perspectivas para lograr un acuerdo vinculante de reducción global de emisiones son pesimistas (mejor dicho, nulas), sí se esperan avances en materia de prevención de la deforestación.
Y en ese ámbito, la panacea de la ONU son los esquemas Redd. Y entonces llega Friends of the Earth y denuncia que, por ejemplo, la petrolera anglo-holandesa Shell, junto con la rusa Gazprom y la Fundación Clinton, invertirán en un proyecto en Indonesia para preservar 100.000 hectáreas de pantanos de turba. Por los 75 millones de toneladas de CO2 que el proyecto debe evitar que se emitan en los próximos 30 años, se pueden embolsar 750 millones de dólares, por lo menos.
El informe está lleno de ejemplos como ese. La idea de los esquemas Redd es que las naciones industrializadas, que necesitan reducir sus emisiones, inviertan, como compensación, en proteger los bosques de los países en vías de desarrollo. Depende de qué se decida en Cancún, los esquemas Redd podrían recibir un fuerte espaldarazo. ¿Es eso bueno? ¿Es malo?
Lo que denuncia Friends of the Earth son los enormes riesgos sociales de estos esquemas:
Hay riesgos significativos de que los Redd conllevarán la privatización de los bosques del mundo, transfiriéndolos de las manos de los pueblos indígenas y las comunidades locales a las manos de banqueros y comerciantes de CO2. Una carrera por los Redd está por empezar. Los Redd están emergiendo como un mecanismo que tiene el potencial de exacerbar la desigualdad, aportando grandes beneficios a inversores corporativos pero dando muchos menos, incluso comportando desventajas, para las comunidades dependientes de los bosques. (Traducción libre)
Otra preocupación es la ambigua definición legal de “bosque” y de “tierra degradada”. A modo de ejemplo, Greenpeace denunció la semana pasada que Indonesia planeaba clasificar vastas áreas de sus bosques como “tierra degradada”. De esta forma, podía cortarlos y recibir 1.000 millones de dólares en concepto de ayuda climática por reforestarlos con palma y cultivos para agrocombustibles.
Aunque cuando lo escribimos nos referíamos a otra cosa, parece que se confirma que el esquema de protección de bosques de la ONU es vulnerable al crimen organizado…
Vía | www.guardian.co.uk Fotografía | EduardoZ
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Primera Ministra australiana: en 2011, fijaremos precio para el CO2
Julia Gillard, Primera Ministra australiana, dijo hoy lunes que su gobierno tiene planes de fijar, a lo largo del año 2011, un precio para las emisiones de gases de CO2 de los mayores contaminantes del país. La medida tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Australia y su anuncio se produce pocas horas antes de empezar la COP16 en Cancún.
Se da la circunstancia, además, que los únicos países industrializados que en su momento se negaron a plegarse al Protocolo de Kioto fueron Estados Unidos y Australia. En el caso australiano, esta posición sólo cambió cuando el partido laborista, al que pertenece Gillard, alcanzó el poder en 2007. Ahora, la misma Gillard ha dado un paso más al afirmar, frente a un think tank económico, lo siguiente:
2011 es el año en el que Australia decide acerca del precio del CO2. (Traducción libre)
Hasta ahora, los intentos del partido laborista para lograr que los grandes contaminantes paguen por contaminar se han quedado en el dique seco por el bloqueo de la oposición conservadora. Ésta arguye que serán las familias las que acabarán pagando el coste de la contaminación.
Se da el caso de que Australia es uno de los mayores emisores de CO2 por cápita del mundo, sino el mayor, debido a su fuerte dependencia del carbón para la generación eléctrica. Sin duda, tienen mucho trabajo por hacer.
Vía | green.yahoo.com Fotografía | es.wikipedia.org