Benetton y su nuevo negocio en la Patagonia Argentina : Cacería y comercialización de carne de Guanaco

Para llevar adelante el negocio de la cacería de guanacos y la comercializacón de su carne en el país y el exterior, nos encontramos con otro negocio de esta corporación, que lamentablemente cuenta con todos los avales del estado a pesar de tratarse de una especie de la fauna autóctona  protegida por la Convención Internacional contra el Tráfico de Especies Silvestres. En realidad entendemos que el objetivo de esta acción no es el aprovechamiento de la especie en sí, sino eliminarla de sus propiedades porque "compiten" con la cría de ovinos.
 
Por Federico Soria
 
Un negocio basado en la mentira
En Santa Cruz hay un mito infundado respecto de que el guanaco "representa una plaga", el cual está basado exclusivamente en supuestos de particulares vinculados al negocio de la ganadería ovina y replicada por funcionarios provinciales y medios pautados, no habiendo ningún dato científico respecto de cuánta es verdaderamente la población de esta especie nativa y menos aún, si realmente incide en esta actividad. Recordemos que la cría de ovejas es una modalidad comercial que impacta negativamente en el medio natural y que jamás fue sometida al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, tal como lo exige la Ley Nacional 25.675.
Existen numerosas publicaciones del CONICET que dan cuenta de que la dieta del guanaco es en buena parte diferente de la del ganado ovino y mucho menor en cantidad: una oveja consume más del doble de alimento que un guanaco: de acuerdo al CONICET, las ovejas pueden comer en promedio hasta 530 kg de forraje por año; en cambio, los guanacos como mucho llegan a consumir 240 kg de forraje por año.
Además de esto, el guanaco con sus dientes aflilados corta las plantas por su follaje (como si fuera una podadora), en lugar de la oveja, que con su dentadura roma, las arranca de raiz Y, lo más grave es que a diferencia del Guanaco que tienen almohadillas amplias en los piés y dos pezuñas bien divergentes, la oveja impacta el suelo con una uña muy desarrollada, compuesta por queratina durísima quebrándolo y provocando la desertificación de los campos, tal como se puede constatar en vastos sectores de la Patagonia depredados por la ganadería ovina.
Contrariamente a lo que sostienen infundadamente funcionarios y empresarios ganaderos) en todos los ámbitos científicos nacionales (e incluso a nivel internacional) hay un indudable consenso respecto de que el principal factor de desertificación y destrucción de la vegetación y el suelo en toda la Patagonia es la ganadería ovina. Además de ello, la Patagonia constituye la región de la República Argentina con mayor índice y cantidad de hectáreas desertificadas, con lo cual estamos en condiciones de afirmar que la ganadería ovina en la Patagonia es el mayor aportante la desertificación en todo el territorio nacional. El problema del sobrepastoreo ovino en la Patagonia es histórico y recurrente.
Estos datos están corroborados en el Mapa de la Desertificación de la República Argentina, en donde la provincia de Santa Cruz es la que mayor superficie desertificada presenta en todo el país (tanto en cantidad de hectáreas como en porcentaje respecto al total), siendo notable además que dentro del grado de desertificación, en Santa Cruz predomina la de tipo severa.
El otro dato no menor, es que (según el mapa anterior) la zona donde se localiza la Estancia El Cóndor es la que menos problemas presenta de defertificación y sobrepastoreo, con lo cual no existen fundamentos de índole técnico-científico para justificar la eliminación del guanaco en este establecimiento.
Con esto queda claro que el guanaco no arruina los campos ni los desertifica y lejos está de poder ser considerado una plaga, ya que se trata de una especie natva que ocupa el hábitat de donde es originario.
Mapa de la desertificación en la Republica Argentina

Con respecto a la población de guanacos en Santa Cruz, los lobbystas de Benetton han llegado a tirar números de hasta 2 millones de individuos en toda la provincia, sin ningún tipo de respaldo técnico. Es más, ninguna entidad ganadera privada u organismo oficial del gobierno provincial ha efectuado un censo de la población de esta especie con metodología científica. Ni siquiera el INTA tiene el dato concreto, a pesar de que cada tanto hace conteos en vuelos aéreos y extrapolando a la superficie total de un territorio a considerar (metodología con elevados márgenes de error y basada casi por completo en cálculos probabilisticos). Esta técnica es la que también emplea el Gobierno de Santa Cruz, que afirma que la población es de 1.300.000 guanacos, dato que tampoco cuenta con aval científico.
Los censos de camélidos americanos realizados con metodologías científicas avaladas internacionalmente, basadas en el conteo directo y sistemático de individuos a través de transectas periódicas efectuadas en el campo, dan cuenta de que en toda la Provincia de Santa Cruz la población ronda entre los 250.000 y 300.000 individuos.
Teniendo en cuenta que este dato es de hace 8 años y que en el supuesto caso que el guanaco no sea cazado y su habitat se encuentre en condiciones (ninguna de las dos cosas ocurre actualmente), el crecimiento vegetativo de la población podría llegar a ser de entre 10 y 12 % interanual (muy lejos del 15 a 20 % que sostienen los empresarios ganaderos y funcionarios de Santa Cruz). Con estos números, el cálculo más optimista que nos puede dar esta metodología para inferir la verdadera población actual de guanacos es de 700.000 individuos y el menos optimista de 500.000 individuos. Tomando este número y teniendo en cuenta que el hábitat de esta especie actualmente abarca las dos terceras partes de la provincia, estamos hablando de una densidad de un guanaco cada 30 hectáreas en el mejor de los casos.
Tomando el promedio de este rango y la superficie de la Estancia El Cóndor (220.000 has.) en relación al total del hábitat del guanaco en la Provincia de Santa Cruz, en dicho establecimiento deberían haber como máximo 7.000 guanacos. Este sería el dato más aproximado que se puede obtener, ya que hasta donde se pudo averiguar, en ese establecimiento jamás se hizo una transecta; de todos modos, este número casi coincide con la cantidad autorizada para la cacería, lo cual da cuenta de que, como concluimos al final del trabajo, el objetivo final de Benetton con respecto a esta especie nativa en el fondo no es el aprovechamiento económico, sino, lisa y llanamente, la eliminación de la misma dentro de sus propiedades...
Según datos extraoficiales, en la Estancia El Cóndor habrían 80.000 ovejas. Si se aplicara la fórmula de capacidad de carga ganadera para el tipo de forraje que presenta ese establecimiento (uno de los de mejor calidad de la Patagonia árida) que sería de aproximadamente 0,3 ovejas/hectáreas, el campo podría soportar con holgura una dotación de 68.000 ovinos; con lo cual, la estimación anterior está dentro de los parámetros lógicos. Consecuentemente, en dicho latifundio hay 10 veces más ovejas que guanacos... ¿cuál de los dos es la plaga entonces?
De esta manera, tenemos por un lado el dato de las estadísticas oficiales y los censos realizados por instituciones científicas que dan cuenta que en Santa Cruz la población de guanacos es aproximadamente 8 veces menor que la de ovejas; y por otro lado el dato inventado por los lobbystas de Benetton, que dicen que hay el doble de guanacos que de ovejas en esa provincia.
Sin embargo, cuando se habla de negocios, para el gobierno y los medios hegemónicos la palabra calificada es la del dueño de ese negocio, la de sus representantes o la de sus voceros de prensa, por más que ésta sea infundada, intentando expresar una erudición en materia de ecología y medio ambiente que en verdad no tienen, y descartando de plano cualquier tipo de consideración científica al respecto...
Algo que tampoco se informa, pero que se sabe extra-oficialmente, es que en la Estancia El Cóndor hay una gran cantidad de locaciones petroleras. Es más, en algunos medios se ha filtrado solapadamente que el pago de las petroleras por el usfructo de su propiedad resulta ser más rentable para el Grupo Benetton que la ganancia que percibe por la actividad ganadera que se desarrolla en el establecimiento. Desde ya, hasta un principante en las ciencias del ambiente, pude determinar que la actividad hidrocarburífera intensiva (como la que se desarrolla en ciertos sectores de la Estancia El Cóndor) puede incidir negativamente mucho más en la ganadería ovina que cualquier factor natural.

Fuente: Fragmento de una investigación del autor publicada en su Blog: federicosoria.blogspot.com.ar

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