Guatemala y Honduras: «El ecocidio es un atentado criminal y se tiene que buscar a los responsables»
El fotoperiodista Gervasio Sanchezdocumenta la situación de defensoras de la naturaleza en Guatemala y Honduras en 'Activistas por la vida', en colaboración con Entrepueblos: Entre 2018 y 2019, el fotoperiodista Gervasio Sánchez recorrió algunas de las zonas más aisladas de Guatemala y Honduras para captar los rostros de las muchas personas (sobre todo, mujeres) que, como él mismo asegura, “se juegan la vida para defender los derechos ancestrales de sus tribus”.
Oscar Civieta
De ahí sale, en colaboración con Entrepueblos, el proyecto Activistas por la Vida, que, a través de fotografías, textos y videoentrevistas, recoge el testimonio de 39 activistas de estos países de Centroamérica que luchan por la defensa de la naturaleza y de los derechos humanos. La muestra se podrá visitar, del 21 de diciembre de 2023 al 20 de enero de 2024, en Efti-Centro Internacional de Fotografía y Vídeo (Madrid).
En conversación con Climática, Gervasio Sánchez pide que, “de una santa vez, la comunidad internacional empiece a definir los desastres climatológicos como ecocidios”. Él ha documentado los ejemplos más extremos de personas que, generosamente, luchan por un mundo mejor para todos: “Si tú en Europa te manifiestas a favor del medio ambiente, si las cosas se calientan, igual un policía te da un porrazo. Allí te pegan un tiro en la cabeza”.
"No entienden que no sentimos amor por el dinero. Lo que queremos es mantener puros nuestro valle y río para pescar y bañarnos", El río Gualcarque iba a ser utilizado para construir una represa y una hidroeléctrica por parte de la empresa DESA (Desarrollo Energético, S.A.). Se paralizó tras el asesinato de Berta Cáceres en marzo de 2016. En el juicio se acusó al Estado de concesión ilegal. Desde el principio del proyecto, en 2006, empezaron las amenazas y el hostigamiento contra los indígenas.
Rosalina Domínguez, indígena lenca de Río Blanco, Honduras.
Lleva toda la vida fotografiando la guerra, ¿qué similitudes tienen los efectos del cambio climático con los de una contienda bélica?
La comunidad internacional debería empezar a definir los desastres climatológicos como ecocidio. Están destruyendo el medio ambiente y las tierras ancestrales de los indígenas al construir, en tierras vírgenes, hidroeléctricas, cementeras o mineras. Hay que definirlo como ecocidio de una santa vez. Es un atentado criminal y se tiene que buscar a los responsables, a los que financian estos proyectos, a las empresas estadounidenses, canadienses, chinas y europeas que están detrás. Países que se comportan decentemente con su medio ambiente, pero que actúan de manera brutal en estados con una institucionalidad más debilitada y con mucha corrupción.
Eso que ahora llaman neocolonialismo.
Son crímenes contra el medio ambiente. Hay que llamar a las cosas con más dureza. El neocolonialismo diluye lo que son las intenciones de quienes ejercen estos comportamientos. Tras la Segunda Guerra Mundial surgió el término genocidio, y ahora se tiene que aplicar la palabra ecocidio.
¿En occidente se percibe la lucha contra el cambio climático y los atropellos medioambientales de una manera muy distinta a lo que ha visto en los países que ha recorrido para realizar este proyecto, que son Guatemala y Honduras?
Sí, por eso era importante hacer este proyecto con Entrepueblos. Era la forma de mostrar con contundencia cuál es la situación real. Si tú en Europa te manifiestas a favor del medio ambiente, si las cosas se calientan, igual un policía te da un porrazo. Allí te pegan un tiro en la cabeza. El resultado de protestar contra los intereses estratégicos de grandes empresarios y bancos, y la vinculación con grupos paramilitares, te puede costar la vida.
En 2016 asesinaron a Berta Cáceres en Honduras, pero se han dado cuenta de que Berta Cáceres muerta es más peligrosa que viva, porque se ha visto quién estaba detrás y qué empresas participaron en la financiación de las hidroeléctricas que se desarrollaban en su comunidad. Se ha comprobado que había interés de países como Holanda o Canadá, que mucho hablar de medio ambiente, pero luego hacen lo que les da la gana violando la legislación y consiguiendo concesiones corrompiendo a los gobiernos de turno.
Nada que ver con tirar pintura a un cuadro.
Es que eso, sinceramente, me parece de un aburguesamiento que da hasta vergüenza ajena. Es absurdo atacar el arte para luchar contra el medio ambiente. El problema que tenemos en occidente es que somos tan ombliguistas, que sólo nos interesan los temas cuando nos afectan.
¿En algún caso ha tenido problemas por hacer esta investigación?
Algunas de las zonas de Honduras y Guatemala por las que hemos estado están muy alejadas y aisladas. Y allí sí notas que te persiguen. Que te están vigilando con motos y walkies. Pero a mí no me van a matar. El problema es cuando yo me voy. Con el caso de Berta Cáceres se han dado cuenta de que matar es muy peligroso. Entonces amenazan… a la persona, a su familia, van al colegio de los hijos.
«Los trabajos de la empresa Cementos Progreso, con capital suizo, están afectando a las fuentes acuíferas y al medio ambiente. Nuestros pozos se están secando por los desvíos», explica Marcela Chacach, lideresa una lideresa cachiquel de la comunidad Loma Alta, Guatemala. En septiembre de 2014, en la aldea Los Pajoques, murieron 11 personas, entre ellas seis miembros de una familia, en los enfrentamientos entre trabajadores armados de la cementera que se movilizaron enmascarados y los pobladores.
¿Qué se va a encontrar quien vaya a la exposición?
Son una serie de retratos en los que nos hemos centrado principalmente en las mujeres, porque son las que, mayoritariamente, están al frente de los indígenas y dan este tipo de batalla. Estos retratos son historias de personas que luchan contra el poder, en zonas aisladas, en condiciones económicas muy limitadas. La vida sería mucho más fácil para ellas si aceptaran prebendas o ser compradas por estos grandes poderes y marcharse a otro sitio más tranquilo. La mayor parte de las personas que aparecen son claros objetivos y podrían ser asesinadas. De hecho, algunas de ellas habían sufrido atentados y otras los han sufrido después de hacer el reportaje.
¿Qué casos especialmente duros se ha encontrado?
Por ejemplo, el de Miriam Miranda, una mujer hondureña. Hablé con ella y le dije que si era consciente de que estaba viva porque Berta Cáceres estaba muerta, porque tenía el mismo nivel de amenaza. Es duro, pero el asesinato de Berta ha salvado muchas vidas en Honduras.
Y en Guatemala había varias mujeres que habían sido violadas por los paramilitares que vigilaban un proyecto financiado por Canadá, que es un país en el que si tiras un papel al suelo te multan, pero a los empresarios se les permite hacer proyectos que amenazan a los indígenas.
«No van a por el dinero, sino que aman su tierra y luchan por el futuro de sus hijos»
¿Por qué son mayoritariamente mujeres?
También hay hombres. Por ejemplo, Bernardo Caal, que estuvo más de cuatro años encarcelado. Pero las lideresas centroamericanas son muy potentes. La batalla actual tiene que ver con conflictos ancestrales. En Guatemala, durante las guerras civiles, la mayoría de los desaparecidos eran hombres, y las que luchaban eran mujeres, que eran las que se quedaban. Las hijas de las que luchaban por los desaparecidos, ahora lideran las luchas por el medio ambiente.
Llevan años peleando, ¿ha percibido cansancio?
He estado en los sitios con los casos más feos y más duros, y me ha sorprendido la valentía de todas estas personas, que luchan en condiciones muy difíciles. He estado en sus casas y sé cómo viven. Rosalía Tuyuc, por ejemplo, tiene muchos hijos. Ha recibido propuestas para dejar de batallar a cambio de mejorar sus vidas. Pero ella te lo deja claro, que no van a por el dinero, sino que aman su tierra y luchan por el futuro de sus hijos.
Es tremendo que personas se jueguen la vida para defender los derechos ancestrales de sus tribus. Pero también pelean por mejorar la situación medioambiental en el mundo. Si estos megraproyectos se imponen, destrozas el medio ambiente y hierres a la tierra.
Lo que más me pone de los nervios es que los premios ambientalistas se dan en Europa a personas muy voluntariosas, pero los niveles de persecución y amenazas son cero. Y a personas en países como Honduras o Guatemala no se las tiene en cuenta. Por eso quería que hubiera personas con nombres y apellidos.
¿Cuáles son principalmente estos megaproyectos?
Sobre todo, hidroeléctricas, cementeras, mineras y plantaciones para el cultivo de palma de aceite, que necesitan mucha agua. Y esto hace que el agua acabe envenenada o que haya escasez en muchos sitios.
Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/gervasio-sanchez-activistas-por-la-vida/ - Imagen de portada: El Heraldo de Aragón