Las medidas ultraliberales de Milei desatan las primeras protestas callejeras en Argentina

Un ensordecedor cacerolazo respondió al anuncio de un mega decreto ultraliberal que deroga más de 300 leyes. Horas antes se había producido la primera movilización contra el Gobierno de Milei: Desde los balcones de los edificios de varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires se escucharon golpes de cacerolas y sonaron por las calles las bocinas de automóviles. Ocurrió minutos después de que el presidente Javier Milei, comunicara por cadena nacional desde el Salón Blanco de Casa Rosada y acompañado por todos sus ministros, un mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), inédito en la historia nacional y que plantea reformas estructurales profundas junto con la desregulación completa de la economía.

Martín Pared

Uno de los autores de algunos de los artículos más importantes del decreto denominado “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina”, fue el ex presidente del Banco Central durante el Gobierno de Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, quien insólitamente estuvo entre los funcionarios del gabinete nacional que secundaron a Milei en el anuncio de Casa de Gobierno.
El decreto anunciado por Milei golpea el parlamento y plantea una salida política autoritaria que algunos analistas comparar con el autogolpe de Fujimori en Perú en 1992. Con un discurso completamente leído, el presidente agitó fantasmas del pasado para justificar el ajuste al señalar que “esta puede ser la peor crisis de nuestra historia”.
Como si aún estuviera en campaña electoral Milei atacó una vez más al “colectivismo” y señaló que es “el fundamento básico del modelo de la casta”. Minutos después del decretazo de Milei, se empezaron a escuchar golpes de cacerolas en edificios de distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Durante la noche y la madrugada hubo protestas en los barrios porteños de Boedo, Recoleta, Balvanera, Villa Crespo, La Boca, San Cristóbal, Saavedra, Flores, Lugano, Parque Chacabuco, Parque Centenario, Parque Patricios, San Telmo, Barracas, Lugano, Caballito, Congreso y otros. También hubo protestas en el Conurbano Bonaerense en los municipios de Lanús, Morón, La Matanza, Avellaneda, La Plata y otras ciudades. También se registraron manifestaciones callejeras en Rosario. La mayor concentración de manifestantes se dio frente al Congreso de la Nación. En X se hicieron tendencia hashtags como #Cacerolazo o #ParoNacional. 

La multitud llegó desde los distintos barrios golpeando las cacerolas y trayendo la memoria de las manifestaciones ocurridas en ese mismo lugar hace 22 años, un 20 de diciembre de 2001, cuando la protesta popular fuertemente reprimida por la policía, derivó en la renuncia del entonces presidente Fernando De la Rúa, en medio de un país atravesado por una crisis histórica. Hoy el contexto es diferente, como también el detonante de las manifestaciones que comenzaron ayer jueves en Buenos Aires, antes de los anuncios de Milei. Desde la tarde del jueves 20 de diciembre, organizaciones sociales, del sindicalismo combativo y la izquierda habían logrado llegar a Plaza de Mayo a pesar del enorme operativo represivo desplegado por la Policía de la Ciudad y las fuerzas federales, que había sido anticipados días antes por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, bajo el nombre “protocolo anti piquetes”.
La diputada nacional del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, señaló que es imposible prohibir la protesta social en medio de semejante plan de ajuste y agregó que “estamos ante una verdadera estafa electoral, porque Javier Milei prometió que venía a atacar a la casta y finalmente vino a aplicar un feroz ajuste al pueblo trabajador”.
A diez días de haber asumido como presidente de la Argentina, Javier Milei ha lanzado una serie de medidas claramente anticonstitucionales, que agravan el malestar social y profundiza la crisis política, social y económica. El feroz DNU firmado por Milei plantea entre otras medidas la reforma laboral y la prohibición del derecho a huelga para amplios sectores de trabajadores, la derogación de la ley de Ley de Alquileres, la conversión en sociedades anónimas de todas las empresas estatales para luego privatizarlas, la eliminación de la Ley de Promoción industrial e importantes reformas ligadas a la salud y las obras sociales. Ni Carlos Saul Menem en los años 90 se atrevió a un plan semejante en forma de shock y como parte de un plan fiscalista ultra ortodoxo.
El proceso de movilización que comienza a enfrentar el plan de ajuste más brutal de la historia, que pretende ser llevado adelante con mano dura y autoritarismo, promete nuevos capítulos en estos días. Parecen asomar momentos de profunda inestabilidad social y política en la Argentina, en el que la calle tendrá la última palabra.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/argentina/decretazo-antipopular-milei-desata-primeras-protestas-callejeras - Imagen de portada: Cacerolazo para protestar contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado por el presidente Javier Milei durante la noche del 20 de diciembre. EVA MÁÑEZ
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"El Ladrillo chileno”: Pinochet: antecedentes de la desregulación total que quiere Milei.

La magnitud de las reformas que Javier Milei quiere implementó a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia se pudo apreciar, de forma cuantitativa, en un video de Federico Sturzenegger, en el que el endeudador de los gobiernos de Fernando de la Rúa y Mauricio Macri muestra una pila interminable de hojas impresas. Un documento que reformateó la vida social y económica de un país es la referencia por lo voluminoso. De hecho, pasó a la historia como El Ladrillo. Sus reformas eran de índole liberal, seguramente del agrado de los liberales argentinos. Y se implementaron  bajo la cuestodia de algo más que un Estado fuerte y vigilante: se llevaron adelante durante el terrorismo de Estado de Augusto Pinochet en Chile.

 
Por Juan Pablo Csipka

 
El Ladrillo resultó la Biblia del neoliberalismo en Chile, una hoja de ruta para convertir a país en una prueba de probeta de la teoría monetarista durante el ocaso del Estado de bienestar. Sus autores eran economistas que habían hechos estudios de posgrado en la Universidad de Chicago, los llamados Chicago Boys.
Los lineamientos del programa se remontan a 1972, es decir, un año antes del golpe contra Salvador Allende. Medio siglo antes de Milei, se planteó la desregulación económica, la quita de aranceles, el fin de los subsidios y los controles de precios, la apertura de mercados. La frutilla del postre fue la reforma del sistema previsional en 1980, bajo la guía de José Piñera, el hermano de Sebastián. Fue el origen de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), la jubilación privada que la Argentina copió en los 90 con las AFJP.
En 1992, con la democracia ya restaurada en Chile (democracia tutelada con Pinochet al frente del Ejército y el modelo económico sin tocar), El Ladrillo se editó en libro. El prólogo lo escribió Sergio De Castro, uno de aquellos Chicago Boys, que ingresó como asesor de la dictadura apenas tres días después del bombardeo de La Moneda y fue ministro de Economía entre 1975 y 1976, para reciclarse en democracia como presidente de una AFP.
Cincuenta años después de haber sido redactado el plan económico de la dictadura, la periodista chilena Carola Fuentes reflexionó: "Hoy, los efectos que El Ladrillo tuvo en el largo plazo se pueden ver en nuestro país en todos lados: en la concentración de la propiedad de los medios de comunicación, en lo que se conoció como el negocio de la educación, en la degradación de la naturaleza".

Fuente: pagina 12

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