Millones de personas

Hacía mucho tiempo que no recibía noticias suyas. El teléfono le va unas veces y otras no y, sobre todo, ella no le da mucha bola. La poca plata que tiene la utiliza para otras cosas: La conocí hace años en Tucumán, en el norte de Argentina, y fue la persona que me enseñó a dejar que de la boca saliera un “Te quiero” dirigido a una amiga.

María González Reyes

Ella rondaba los veinte y yo tenía diez más, pero siempre pensé que esos años extra que le sacaba estaban vacíos de muchas cosas que aprendí de ella. A vivir con poquísimo. A saber que los conocimientos importantes para la vida no eran los que estudié en la universidad. A llevar las ideas ecologistas y feministas a la práctica desde las miradas de personas que habitan las periferias. “Contáme de los ecosistemas y del cambio climático” me decía mientras ella, sin libros, sin demasiadas teorías, iba construyendo en su vida, junto a otras personas, una forma de estar pisando suave el planeta. Un tiempo después se fue a vivir al sur
El mensaje que me escribió era largo. Todo en el mismo texto. Entre otras cosas decía:
“Por aquí muy bien, sigo mi vida en la ruralidad, resistiendo al extractivismo, ¡una locura todo lo que pasa! Haciendo cosas en diferentes ámbitos, en muchas pequeñas grandes luchas.
También con mi vida muy feliz en el mismo lugar desde que llegué, ahora además de la siembra tengo también animales, ovejas y gallinas, muy contenta con eso.

Conseguí estos años aprender y vivir de lo que me gusta, la cestería, la cerámica y trato de practicar la reciprocidad con el entorno todo lo que puedo. Es un gran logro para mí sostenerme del trabajo independiente y de la producción de alimento. Formo parte de un mercado rural comunitario, contenta con ese colectivo aunque siempre con muchos desafíos en esta ruralidad donde avanza el asfalto y donde se negocia la tierra entre los más poderosos.
Ando estudiando guitarra y bailando folklore hace un par de años, el año que viene intentaré llevar a la escuela del pequeño un proyecto sobre folklore con perspectiva de género, para compartir la danza desde otros lugares que no son la heteronorma, los roles cerrados, por ahí voy… Buscando otros espacios de participación y militancia”.
Su mensaje me hace pensar que hay mucha gente, millones de personas, que están haciendo de su forma de vida una alternativa. Millones de personas que, en diferentes partes del mundo, están trabajando y luchando por un mundo justo, sostenible y en paz.
Su mensaje me recuerda que no estoy sola. Que ninguna de las personas que tratamos de construir un cambio social estamos solas. Que hay millones poniendo el cuerpo en la defensa del territorio y de la vida. Que hay millones de personas resistiendo y creando una realidad deseable.

Fraguas, una okupación rural perseguida:ÁLVARO MINGUITA (©)

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/vida-ya/millones-personas

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