Amenaza de reacción en cadena
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LA CRISIS DE LA DEUDA AMENAZA A LA SEGUNDA ECONOMÍA DEL MUNDO
Alarma en China ante el cada vez más cercano default de los EE UU
El 32 por ciento de los 14,3 billones de dólares de débito del país está en manos de extranjeros, encabezados por China con 1,6 billones de dólares, seguida de Japón con 882 mil 300 millones, el Reino Unido con 272 mil 100 millones, los exportadores de petróleo con 211 mil 900 millones y Brasil, con unos 187 mil 000 millones de dólares.
La gran preocupación del país asiático es que, además de ser el mayor tenedor de bonos estadounidenses, se desate una nueva recesión y se derrumbe el principal mercado al que destina sus multimillonarias exportaciones.
Como principal acreedor de los Estados Unidos, China está profundamente preocupada por la crisis de la deuda de esa nación. Ningún otro país tienen más bonos soberanos estadounidenses que la segunda economía del mundo: la mareante cifra de 1,15 billones de dólares.
Mientras el presidente Barack Obama pelea con los congresistas para conseguir aumentar el techo del endeudamiento, el gobierno de Pekín contiene la respiración. Las consecuencias de una suspensión de pagos por parte de Washington es algo que los gestores económicos en Pekín pueden imaginarse perfectamente.
Más allá del eventual acuerdo al que puedan llegar demócratas y republicanos sobre cómo reducir el déficit y permitir así contraer más deudas, en Pekín preocupa y mucho que Estados Unidos se siga endeudando. Eso presionaría el valor del dólar estadounidense y encarecería las materias primas que China precisa. Lo que más inquieta es la debilidad coyuntural, ya que después de todo Estados Unidos sigue siendo el mayor y principal mercado para el campeón mundial de las exportaciones.
“Las perspectivas de la economía estadounidense son intranquilizadoras”, dijo hoy en la capital china Yu Bin, investigador de un think tank del gobierno. Con el actual drama de la deuda en Washington, China como principal acreedor “tiene que reflexionar seriamente sobre los riesgos que la amenazan”.
A corto plazo, China tan sólo puede reducir el peligro si preventivamente reestructura las reservas de divisas en dólares. Las reservas de divisas de este país emergente habían crecido en junio a casi 3,2 billones de dólares estadounidenses.
A largo plazo, China tendrá que frenar ese crecimiento, aconsejó el economista Yu Bin. Y para ello, las empresas tendrían que invertir más en el extranjero o China tendría que importar más y exportar menos, de manera de reducir su superávit comercial.
“Confiemos en que Estados Unidos siga una política responsable y tome medidas para garantizar los intereses de los inversores”, afirmó el portavoz del Ministerio del Exterior, Hong Lei. Y no mucho más se quiere decir a nivel oficial en China.
La principal agencia china de rating, Dagong, ya emitió un demoledor juicio sobre Estados Unidos.
Aun cuando la Casa Blanca llegue a un acuerdo con el Congreso antes del 2 de agosto, fecha en que se vence el plazo para levantar el techo del endeudamiento y así evitar un default, la agencia considera que la credibilidad de la deuda del país está afectada. Mientras las agencias de rating en Estados Unidos todavía califican a la primera economía mundial con un «AAA», la mejor nota, Dagong redujo en noviembre pasado la credibilidad de “AA” a “A+”. Una rebaja más es sólo una “cuestión de tiempo”, dijo el presidente de Dagong, Guan Jianzhong.
Los expertos de esta agencia de calificación señalan en un informe al que tuvo acceso dpa que la economía estadounidense seguirá retrocediendo. Estados Unidos tendrá que seguir endeudándose para pagar sus deudas. Y eso será cada vez más difícil, debido a la dudas sobre su situación económica. “Diversos factores perjudican continuamente la capacidad de devolver el dinero del gobierno de Estados Unidos”, señaló Dagong. Por ello, advirtió, “crece la posibilidad de que se repita la crisis financiera de 2008”.
Mientras el presidente Barack Obama pelea con los congresistas para conseguir aumentar el techo del endeudamiento, el gobierno de Pekín contiene la respiración. Las consecuencias de una suspensión de pagos por parte de Washington es algo que los gestores económicos en Pekín pueden imaginarse perfectamente.
Más allá del eventual acuerdo al que puedan llegar demócratas y republicanos sobre cómo reducir el déficit y permitir así contraer más deudas, en Pekín preocupa y mucho que Estados Unidos se siga endeudando. Eso presionaría el valor del dólar estadounidense y encarecería las materias primas que China precisa. Lo que más inquieta es la debilidad coyuntural, ya que después de todo Estados Unidos sigue siendo el mayor y principal mercado para el campeón mundial de las exportaciones.
“Las perspectivas de la economía estadounidense son intranquilizadoras”, dijo hoy en la capital china Yu Bin, investigador de un think tank del gobierno. Con el actual drama de la deuda en Washington, China como principal acreedor “tiene que reflexionar seriamente sobre los riesgos que la amenazan”.
A corto plazo, China tan sólo puede reducir el peligro si preventivamente reestructura las reservas de divisas en dólares. Las reservas de divisas de este país emergente habían crecido en junio a casi 3,2 billones de dólares estadounidenses.
A largo plazo, China tendrá que frenar ese crecimiento, aconsejó el economista Yu Bin. Y para ello, las empresas tendrían que invertir más en el extranjero o China tendría que importar más y exportar menos, de manera de reducir su superávit comercial.
“Confiemos en que Estados Unidos siga una política responsable y tome medidas para garantizar los intereses de los inversores”, afirmó el portavoz del Ministerio del Exterior, Hong Lei. Y no mucho más se quiere decir a nivel oficial en China.
La principal agencia china de rating, Dagong, ya emitió un demoledor juicio sobre Estados Unidos.
Aun cuando la Casa Blanca llegue a un acuerdo con el Congreso antes del 2 de agosto, fecha en que se vence el plazo para levantar el techo del endeudamiento y así evitar un default, la agencia considera que la credibilidad de la deuda del país está afectada. Mientras las agencias de rating en Estados Unidos todavía califican a la primera economía mundial con un «AAA», la mejor nota, Dagong redujo en noviembre pasado la credibilidad de “AA” a “A+”. Una rebaja más es sólo una “cuestión de tiempo”, dijo el presidente de Dagong, Guan Jianzhong.
Los expertos de esta agencia de calificación señalan en un informe al que tuvo acceso dpa que la economía estadounidense seguirá retrocediendo. Estados Unidos tendrá que seguir endeudándose para pagar sus deudas. Y eso será cada vez más difícil, debido a la dudas sobre su situación económica. “Diversos factores perjudican continuamente la capacidad de devolver el dinero del gobierno de Estados Unidos”, señaló Dagong. Por ello, advirtió, “crece la posibilidad de que se repita la crisis financiera de 2008”.