¿Cómo se mueven los bancos de peces?
- Autor: AMÉRICA VALENZUELA
Los bancos de peces se mueven como si fueran un único organismo. Están compuestos por miles de peces y sin embargo sus movimientos están perfectamente organizados y sincronizados. ¿Cómo lo hacen?
El movimiento de los bancos de peces, su jerarquía tan bien definida, y sus movimientos precisos y coordinados es algo que fascina a científicos y aficionados desde hace tiempo y en lo que aún andan investigando.
Hace un par de años, la revista Science publicaba un estudio sobre el movimiento de los bancos de arenques cuando van a iniciar una migración. Sucede que se reúnen en el Atlántico Norte y esperan con paciencia a que vayan llegando sus congéneres.
Así hasta que se alcanza una determinada densidad de población. Entonces comienza la ola. Parece el público de un estadio cuando hace este movimiento. Es como una reacción en cadena, es un movimiento sincronizado de millones de individuos sobre un área de hasta 40 kilómetros.
Uno de los últimos estudios sobre bancos de peces lo ha realizado un equipo internacional de científicos y que acaban de publicar en la revista de ciencias americana especializada en biología: Proceedings of the National Academy of Science.
Se centra en aspectos menos generales que el estudio de Science. Se centra en comprender en qué se basa la posición de los peces dentro del gran grupo.
La posición lo es todo
Para ello los científicos introdujeron a los peces, Liza aurata, los introdujeron en un tanque con agua y les sometieron a corrientes de diversa intensidad. Observaron su comportamiento y su gasto metabólico según la fuerza de la corriente.
Tras analizar los datos han concluido que los peces más en forma y más hambrientos son los que van a la cabeza. Y son también los que dirigen los movimientos del resto del grupo.
Los peces que van detrás gastan un 23% menos de energía
Y no siempre son los mismos, van variando según las condiciones. Eso sí, los que pueden aportar menos oxígeno a los músculos, es decir, los que están en peor forma, se quedan situados detrás a rebufo de los fuertes. Llegan a gastar hasta un 23% de energía menos, son los que dan menos coletazos.
Los bancos de peces y los enjambres de insectos se agrupan por dos motivos: conseguir comida y evitar (o minimizar) las posibilidades de ser devorados por sus depredadores.
Se ha observado que las posiciones en el lateral del banco son más peligrosas, porque la mayoría (aunque no todos) los depredadores atacan por esa zona. Así que esas posiciones no son muy buenas.
Sin embargo, es donde llega la mejor comida. En las posiciones centrales y más resguardadas, en el núcleo del banco, llega menos comida. Así que aún quedan incógnitas abiertas sobre el movimiento de los bancos de peces y su organización.
De lo que hay dudas es de que son hipnóticos y ver imágenes de estos bancos en documentales y reportajes de televisión es un placer.
Hace un par de años, la revista Science publicaba un estudio sobre el movimiento de los bancos de arenques cuando van a iniciar una migración. Sucede que se reúnen en el Atlántico Norte y esperan con paciencia a que vayan llegando sus congéneres.
Así hasta que se alcanza una determinada densidad de población. Entonces comienza la ola. Parece el público de un estadio cuando hace este movimiento. Es como una reacción en cadena, es un movimiento sincronizado de millones de individuos sobre un área de hasta 40 kilómetros.
Uno de los últimos estudios sobre bancos de peces lo ha realizado un equipo internacional de científicos y que acaban de publicar en la revista de ciencias americana especializada en biología: Proceedings of the National Academy of Science.
Se centra en aspectos menos generales que el estudio de Science. Se centra en comprender en qué se basa la posición de los peces dentro del gran grupo.
La posición lo es todo
Para ello los científicos introdujeron a los peces, Liza aurata, los introdujeron en un tanque con agua y les sometieron a corrientes de diversa intensidad. Observaron su comportamiento y su gasto metabólico según la fuerza de la corriente.
Tras analizar los datos han concluido que los peces más en forma y más hambrientos son los que van a la cabeza. Y son también los que dirigen los movimientos del resto del grupo.
Los peces que van detrás gastan un 23% menos de energía
Y no siempre son los mismos, van variando según las condiciones. Eso sí, los que pueden aportar menos oxígeno a los músculos, es decir, los que están en peor forma, se quedan situados detrás a rebufo de los fuertes. Llegan a gastar hasta un 23% de energía menos, son los que dan menos coletazos.
Los bancos de peces y los enjambres de insectos se agrupan por dos motivos: conseguir comida y evitar (o minimizar) las posibilidades de ser devorados por sus depredadores.
Se ha observado que las posiciones en el lateral del banco son más peligrosas, porque la mayoría (aunque no todos) los depredadores atacan por esa zona. Así que esas posiciones no son muy buenas.
Sin embargo, es donde llega la mejor comida. En las posiciones centrales y más resguardadas, en el núcleo del banco, llega menos comida. Así que aún quedan incógnitas abiertas sobre el movimiento de los bancos de peces y su organización.
De lo que hay dudas es de que son hipnóticos y ver imágenes de estos bancos en documentales y reportajes de televisión es un placer.