Esta es una crisis más, o se alcanzó el borde del sistema
Rómulo Pardo Silva (especial para ARGENPRESS.info)
Es inevitable, el capitalismo va a desaparecer por la limitación de los recursos naturales, la duda es si esta es la causa de la crisis actual.
Podría ser una pregunta solo para economistas pero por lo general ellos se refieren a situaciones sectoriales dentro del orden.
En el petróleo la relación crisis-agotamiento es evidente. Hay guerras para asegurarse decenas de años adicionales de energía fósil. Toda la economía se encuentra presionada por su alto precio y la certeza que subirá cada vez más. Incluso Obama advirtió a los norteamericanos que no hay ninguna “solución mágica” para reducirlo.
Los recursos hídricos mundiales están amenazados por el cambio climático y el crecimiento demográfico dice Naciones Unidos y, agrega, que el problema ha creado un “contexto de de incertidumbre y riesgo”. Pese a sus tensiones China, Japón y la República de Corea han firmado un acuerdo de cooperación en materia de agua y Chile ya planifica medidas para sus necesidades en 2050.
La disminución de peces ha sido ininterrumpida desde hace muchos años afectando además de la alimentación, la paralización de flotas, la actividad en los astilleros, el empleo.
La escasez de tierras para expandir la agricultura y ganadería ha terminado incentivado la destrucción de selvas –con sus consecuencias para la vida y el clima- y generado inversiones para adquirir millones de hectáreas del hemisferio sur, además de especulación con los granos.
La demanda cada vez mayor de metales se expresa en la competencia de las potencias por conseguir dominios o contratos en los países en desarrollo, y en mayores costos y precios para la industria. Sirve de ilustración lo sucedido con las llamadas tierras raras, materias primas indispensables de la industria de alta tecnología incluyendo la militar; China único proveedor mundial limitó su exportación levantando una reacción que puede llegar a ser muy peligrosa de Japón, Estados Unidos y la Unión Europea.
El ingreso importante que han tenido países en desarrollo por sus ventas de materias primas se debe a que ya no son abundantes como lo fueron.
Se sabe que una de las consecuencias del colapso del sistema será el decrecimiento de la producción y el consumo y es eso lo que sucede en el mundo desarrollado. Se puede atribuir al juego de los banqueros en un casino, a un sobreendeudamiento irresponsable de los gobiernos… pero también a que se llegó a un punto sin solución en la estructura. Algo políticamente difícil de decir porque significa un choque con las masas que exigen volver al nivel de bienestar que tenían en esos países.
El agotamiento de la naturaleza necesariamente tiene que ser un factor importante en las proyecciones de los inversionistas.
Hay informaciones que hacen pensar que algunos se preparan para el surgimiento de algo nuevo.
El gobierno chino que ha basado su crecimiento en el lucro personal sin importar los otros, ahora que la crisis alcanza al país y amenaza “tensionar” a los campesinos, ordenó hacer una campaña para promover la solidaridad como conducta social deseable tomando como ejemplo la vida de un soldado “Buen Samaritano” que se dedicó a dar y ayudar desinteresadamente. El presidente Chávez desde Cuba exhortó a los trabajadores a que enfrenten “las ambiciones materialistas” que hacen a veces mucho daño a la clase obrera.
Los magnates globales saben que la civilización presente concluye y se precaven mientras la izquierda se ocupa de otros conflictos.
Es importante hacer una reflexión y discusión para determinar si la crisis económica mundial que se enfrenta es parte del colapso o todavía los empresarios disponen de tiempo. Una comprensión clara del momento histórico es fundamental para definir un programa y el qué hacer.
Ilustraciones: El Roto@inicia.es y cubadebate.cu