Oceana expresa su rotundo apoyo al establecimiento de una prohibición de los descartes
Oceana expresa su rotundo apoyo al establecimiento de una prohibición de los descartes que obligue a desembarcar todas las capturas y se acompañe de medidas técnicas para reducir o evitar las no deseadas.
La iniciativa de la Comisión Europea, enmarcada en la reforma de la Política Pesquera Común, carece de medidas concretas de implementación. Oceana pide a los Estados Miembros que pongan fin a las 1,3 millones de toneladas de recursos arrojados anualmente por la borda
Oceana expresa su rotundo apoyo al establecimiento de una prohibición de los descartes que obligue a desembarcar todas las capturas y se acompañe de medidas técnicas para reducir o evitar las no deseadas. La organización conservacionista apoya esta medida de cara a la reunión de los Ministros de Pesca de la UE que se celebra el próximo lunes en Bruselas para debatir la propuesta de la Comisión sobre la reforma de la Política Pesquera Común, y en concreto la prohibición de descartes. Se trata del mejor modo de detener el despilfarro de recursos y el problema ético y medioambiental que generan los descartes.
Pese a que durante años Europa ha tratado de mejorar la selectividad de las técnicas pesqueras, los descartes aún representan el 13% de las capturas y ascienden a 1,3 millones de toneladas de organismos arrojados por la borda muertos o moribundos cada año. Sin embargo, la propuesta de prohibición presentada por la Comisión solo se aplicaría a una mínima parte de las especies explotadas comercialmente, en torno al 5%. Oceana insta a los Estados Miembros a apoyar una prohibición general de los descartes para todas las especies comerciales, implementada con un calendario concreto y gradual para permitir la adaptación de la flota.
“La práctica de los descartes es un derroche que daña la salud de los stocks pesqueros, amenaza el equilibrio del ecosistema y hace peligrar el futuro de las pesquerías europeas”, afirma Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa. “La obligación de desembarcar todas las capturas sería incentivo suficiente para cambiar de proceder y favorecer técnicas pesqueras más selectivas”.