Áreas protegidas chilenas: la catástrofe ambiental salmonera en el Fiordo Comau que aún no tiene responsables
A partir del 27 de marzo del 2021 se generó un desastre ambiental, el que a más de año y medio no se conoce culpables ni sanciones. El desastre ambiental que afectó al Fiordo Comau, en la Región de Los Lagos, según una serie de denuncias de organismos ambientales y científicos, tuvo un lento avance de acciones para mitigar y restaurar, en un sitio de biodiversidad sin igual, donde es posible encontrar importantes y únicos bancos de corales de aguas frías de baja profundidad, colonias de mamíferos marinos y aves, y un importante número de especies de cetáceos, algunos en peligro de conservación.
Debido a su fragilidad, presenta un alto riesgo ante impactos climáticos, que se pueden ver incrementados por el ingreso de nutrientes adicionales al ecosistema producto de la salmonicultura, que presenta una alta concentración en el lugar.
La organización internacional WWF, sobre este desastre, señaló en su oportunidad que “es importante avanzar en una zonificación que excluya la salmonicultura de Áreas Marinas Protegidas para disminuir el impacto antrópico, ya que son áreas frágiles reconocidas por su biodiversidad e importancia sociocultural”.
La organización, reiteró la urgente necesidad de evaluar de manera sistemática y con información basada en evidencia científica la exclusión de la salmonicultura en sitios críticos para la biodiversidad, comunidades costeras y pueblos originarios, incluyendo Áreas Protegidas, y revisar la distribución espacial de la salmonicultura con un enfoque actualizado de ordenamiento territorial y basado en el cambio climático.También reaccionó en su momento, el Departamento Regional de Medio Ambiente del Colegio Médico Puerto Montt, aseverando que es necesario revisar la normativa legal vigente y aplicar un enfoque ecosistémico a la salmonicultura con una aproximación de riesgo de eutrofización, señalando a su vez, que las políticas públicas tienen que considerar la regulación de los procedimientos de concesiones de salmonicultura, las mediciones específicas de oxígeno y otros nutrientes en los fiordos, que se tienen que tomar en cuenta”.
Según han explicado versiones científicas que, estas algas se alimentan de la materia orgánica descargada en el mar por parte de las operaciones de salmonicultura: estos nutrientes, que son fecas y alimento no consumido por los peces, dan vida a estas algas tóxicas que luego absorben el oxígeno, generando zonas muertas donde no prolifera la vida y que además dan paso a la muerte masiva -por asfixia- de salmones y posiblemente de otras especies que no se conocen.
Fuente: https://www.elciudadano.com/actualidad/areas-protegidas-la-catastrofe-ambiental-salmonera-en-el-fiordo-comau-que-aun-no-tiene-responsables/10/18/