Argentina: Diez años enfrentando la contaminación de Porta Hermanos: un cómic y un reclamo a la Corte
"Un monstruo en mi barrio" es el título de la publicación que pone en viñetas la lucha de las vecinas del barrio San Antonio, Córdoba, contra la empresa de bioetanol. Ante la negativa del Poder Judicial y el Gobierno cordobés de relocalizar la fábrica, se movilizarán este lunes frente al edificio de la Corte Suprema para pedir que se trate un recurso extraordinario.
Un cómic narra la lucha de un grupo de mujeres contra Porta Hermanos: la planta de producción de bioetanol que pone en peligro la salud de los habitantes del barrio San Antonio, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. La publicación, realizada por Vecinos Unidos en Defensa de un Ambiente Seguro (VUDAS), se enmarca en las acciones de difusión y financiamiento para la movilización que realizarán este lunes a la Ciudad de Buenos Aires para exigir que la causa contra la empresa sea tomada por la Corte Suprema de Justicia. En una década que lleva el reclamo, la asamblea de vecinos documentó el impacto en la salud que genera la empresa y denunció que la fábrica no está formalmente registrada como productora de bioetanol. El Poder Judicial cordobés reconoció el impacto en la salud, pero desestimó el cierre o relocalización de la fábrica.
La historieta Un monstruo en mi barrio tiene como objetivo contar la transformación en las vidas cotidianas de las vecinas y vecinos desde que detectaron, en 2012, el peligro que la fábrica, ubicada a escasos metros de sus domicilios, implicaba para la salud de sus familias. En catorce páginas cuentan los orígenes del conflicto con la empresa de bioetanol, las respuestas de la empresa, los estudios científicos, los problemas de salud, las historias familiares y el proceso legal que llevó a vecinas y vecinos a tocar las puertas de la oficinas de Estado a nivel municipal, provincial y nacional.
Porta Hermanos es la única empresa en el mundo que produce bioetanol a base de maíz transgénico en una zona residencial, denuncian desde VUDAS y resaltan que la fábrica no está registrada como fabricante de ese insumo a nivel nacional. El caso muestra la desidia judicial para aplicar la Ley General de Ambiente ante una práctica que provoca severos daños sin reparación —contaminación, enfermedades dérmicas, oculares, cáncer, malformaciones, abortos espontáneos— a los que se suma el riesgo permanente de explosión, como ocurrió el 15 de noviembre pasado en una planta de la empresa en Santiago del Estero. Con la pandemia, la situación se complejizó aún más: por la demanda de alcohol, la destilería quintuplicó su producción y la empresa abrió sucursales en otros puntos de la ciudad.
En este contexto, VUDAS reclama la erradicación de la planta sin afectar las fuentes de trabajo, la remediación ambiental y el resarcimiento para las y los afectados. El cómic visibiliza además cómo la producción de bioetanol está estrechamente vinculada a otras problemáticas ambientales como el uso de agrotóxicos en el cultivo de maíz transgénico y el desmonte. La cocreación del material es de Vecinas en lucha contra Porta Hermanos junto a Marcos Oviedo, Marina Fernández y Luciana Mautoni, con el respaldo de Fondo Mujeres del Sur y Plurales.
La historieta Un monstruo en mi barrio tiene como objetivo contar la transformación en las vidas cotidianas de las vecinas y vecinos desde que detectaron, en 2012, el peligro que la fábrica, ubicada a escasos metros de sus domicilios, implicaba para la salud de sus familias. En catorce páginas cuentan los orígenes del conflicto con la empresa de bioetanol, las respuestas de la empresa, los estudios científicos, los problemas de salud, las historias familiares y el proceso legal que llevó a vecinas y vecinos a tocar las puertas de la oficinas de Estado a nivel municipal, provincial y nacional.
Porta Hermanos es la única empresa en el mundo que produce bioetanol a base de maíz transgénico en una zona residencial, denuncian desde VUDAS y resaltan que la fábrica no está registrada como fabricante de ese insumo a nivel nacional. El caso muestra la desidia judicial para aplicar la Ley General de Ambiente ante una práctica que provoca severos daños sin reparación —contaminación, enfermedades dérmicas, oculares, cáncer, malformaciones, abortos espontáneos— a los que se suma el riesgo permanente de explosión, como ocurrió el 15 de noviembre pasado en una planta de la empresa en Santiago del Estero. Con la pandemia, la situación se complejizó aún más: por la demanda de alcohol, la destilería quintuplicó su producción y la empresa abrió sucursales en otros puntos de la ciudad.
En este contexto, VUDAS reclama la erradicación de la planta sin afectar las fuentes de trabajo, la remediación ambiental y el resarcimiento para las y los afectados. El cómic visibiliza además cómo la producción de bioetanol está estrechamente vinculada a otras problemáticas ambientales como el uso de agrotóxicos en el cultivo de maíz transgénico y el desmonte. La cocreación del material es de Vecinas en lucha contra Porta Hermanos junto a Marcos Oviedo, Marina Fernández y Luciana Mautoni, con el respaldo de Fondo Mujeres del Sur y Plurales.
En 2012 una explosión proveniente de la fábrica de bioetanol alertó a vecinas y vecinos del sur de la capital cordobesa. Desde Porta Hermanos adujeron que se trataba de una prueba de válvulas. La comunidad comenzó a investigar y supo entonces que el emprendimiento no tenía estudio de impacto ambiental aprobado, tal como lo establece la Ley Provincial 10.208 de Políticas Ambientales, y que funcionaba con un permiso municipal. Al mismo tiempo, quienes conviven con la planta empezaron a notar olores muy fuertes y problemas de salud desde picazón hasta casos de cáncer y abortos espontáneos.
Un año después, los vecinos lograron que se realizara un estudio por parte de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas), de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en la población: detectaron que el índice de patologías en la zona se encontraba muy por encima de los parámetros que se contemplan en otras partes del mundo como Estados Unidos y el Reino Unido. Registraron un 43 por ciento de cefaleas (frente a parámetros de 1,7), 34 por ciento de conjuntivitis y ardor en los ojos (frente a 1,3), 34 por ciento de neumopatías y obstrucción (frente a 8), 23 por ciento de gastritis (frente a 1,7) y 18 por ciento (frente a 1,5). Ante estos resultados presentaron una demanda contra Porta ante el Poder Judicial de Córdoba.
En 2014, en el marco de la causa judicial, se tomaron muestras del aire del barrio San Antonio y de la empresa. Hallaron altos índices de tolueno, formaldehido, xileno y hexano, entre otras sustancias; todas ellas ligadas a las patologías encontradas anteriormente. Pero el Poder Judicial cordobés consideró que no había pruebas suficientes contra Porta y archivó la causa. Las mujeres del barrio comenzaron entonces a resistir con protestas frente a la fábrica.
Un año después, los vecinos lograron que se realizara un estudio por parte de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas), de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en la población: detectaron que el índice de patologías en la zona se encontraba muy por encima de los parámetros que se contemplan en otras partes del mundo como Estados Unidos y el Reino Unido. Registraron un 43 por ciento de cefaleas (frente a parámetros de 1,7), 34 por ciento de conjuntivitis y ardor en los ojos (frente a 1,3), 34 por ciento de neumopatías y obstrucción (frente a 8), 23 por ciento de gastritis (frente a 1,7) y 18 por ciento (frente a 1,5). Ante estos resultados presentaron una demanda contra Porta ante el Poder Judicial de Córdoba.
En 2014, en el marco de la causa judicial, se tomaron muestras del aire del barrio San Antonio y de la empresa. Hallaron altos índices de tolueno, formaldehido, xileno y hexano, entre otras sustancias; todas ellas ligadas a las patologías encontradas anteriormente. Pero el Poder Judicial cordobés consideró que no había pruebas suficientes contra Porta y archivó la causa. Las mujeres del barrio comenzaron entonces a resistir con protestas frente a la fábrica.
En 2019, el juez Hugo Vaca Narvaja confirmó lo que las vecinas venían denunciando y testimoniando: la fábrica produce bioetanol en un barrio residencial sin estudio de impacto ambiental, en incumplimiento de la legislación vigente. Sin embargo, en lugar de exigir el cierre inmediato de la empresa o aplicar el principio precautorio -que habilita determinar el cese de la producción ante el riesgo-, el juez le otorgó a Porta Hnos. diversos plazos de tiempo para que se adecúe a la ley.
Luego de esta instancia, la fábrica presentó en 2020 una recusación a la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba y recayó en la Sala A, integrada por Eduardo Ávalos, Ignacio Vélez Funes y Graciela Montesi. En diciembre de 2020, la Cámara ratificó el fallo de primera instancia de Vaca Narvaja y reconoció los problemas de salud que genera Porta Hermanos.
“Los certificados médicos acompañados por los vecinos acreditan las afecciones producidas por la contaminación ambiental y sirven para demostrar que efectivamente se está causando un daño en la salud de la población”, reconoció el juez Ignacio María Vélez Funes, resolución que contó con el voto de Eduardo Ávalos. Sin embargo, la Cámara tampoco ordenó el cierre o relocalización de la fábrica como indicaría el "principio precautorio".
Por eso, al considerar que las instancias judiciales no han sido suficientes para resguardar sus derechos y al verse en situación de riesgo, las y los vecinos decidieron presentar, a mediados de 2021, un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación, que debe ser cursado por la Secretaría de Juicios Ambientales, en manos del secretario de jueces, el Néstor Cafferatta. Historieta en mano, las vecinas y vecinos juntan fondos para movilizarse a la Plaza Lavalle en la Ciudad de Buenos Aires y exigir el tratamiento de la causa frente a las puertas del Palacio de Justicia.
“Los certificados médicos acompañados por los vecinos acreditan las afecciones producidas por la contaminación ambiental y sirven para demostrar que efectivamente se está causando un daño en la salud de la población”, reconoció el juez Ignacio María Vélez Funes, resolución que contó con el voto de Eduardo Ávalos. Sin embargo, la Cámara tampoco ordenó el cierre o relocalización de la fábrica como indicaría el "principio precautorio".
Por eso, al considerar que las instancias judiciales no han sido suficientes para resguardar sus derechos y al verse en situación de riesgo, las y los vecinos decidieron presentar, a mediados de 2021, un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación, que debe ser cursado por la Secretaría de Juicios Ambientales, en manos del secretario de jueces, el Néstor Cafferatta. Historieta en mano, las vecinas y vecinos juntan fondos para movilizarse a la Plaza Lavalle en la Ciudad de Buenos Aires y exigir el tratamiento de la causa frente a las puertas del Palacio de Justicia.
Descargá el cómic "Un monstruo en mi barrio" desde el siguiente link: https://vudas.wordpress.com/2022/10/14/un-monstruo-en-mi-barrio-10-anos-de-lucha-por-justicia-ambiental/#comic
Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/diez-anos-enfrentando-la-contaminacion-de-porta-hermanos-un-comic-y-un-reclamo-a-la-corte/