¿Quiénes se benefician con las "energías verdes"? La Tierra NO (1ª Parte)
Uno de los mantras todo terreno que repiten los medios, los políticos, las corporaciones y ciertos billonarios es que la solución a la crisis climática está a la vuelta de la esquina, sólo hace falta una cosa: decisión. Y esa solución es la de reemplazar los combustibles fósiles por las llamadas "energías renovables". Obviamente es una "solución" muy beneficiosa para determinados actores, no precisamente para la Madre Tierra.
Por Carolina Flynn para Climaterra - Enero de 2024
No decimos que estas energías "verdes" no tengan un rol en la construcción de una civilización ecológica, pero sí podemos afirmar que la promesa de la transición energética total, a escala industrial como la que se propone, en un modelo económico de crecimiento perpetuo e infinito (y aquí), y en un planeta con los límites ecológicos ya rebasados, es sí, una promesa hueca.
Uno no nace sabiendo, y pueden pasar algunos años estudiando estas cuestiones para darse cuenta.
Vamos primero a repasar algunos de los problemas de estas falsas soluciones (¡sólo algunos!) y al final del artículo se enumeran algunas corporaciones y fondos de inversión que se benefician directamente con estas falsas soluciones que en realidad pueden empeorar la situación ambiental de la Tierra y así vamos a poder entender por qué tanta presión e interés por ponerlas en marcha.
1 - La "transición" a "energías verdes y renovables"
Después de cincuenta años insistiendo con estas soluciones, y de un crecimiento importante de las "renovables" el tan mentado reemplazo de los combustibles fósiles no ha sucedido. Y es que los milagros no existen: si el uso de energía continúa creciendo al ritmo del crecimiento económico -y no, también es una fantasía la posibilidad de desacoplar el crecimiento económico del uso energético y del uso de materiales- el consumo de combustibles fósiles -y las emisiones de CO2 que vienen asociadas- siguen creciendo. Y mucho. (Gráfico 1).
De la matriz energética mundial de 2017 (Gráfico 2), sólo el 10.6% de toda la energía consumida a nivel mundial era provista por las renovables "modernas" (es decir no incluyendo la leña). Y de ese 10.6%, las energías solares, eólicas, geotérmicas, biomasa y mareomotriz representaban sólo 2% de la matriz energética. Sí, sólo 2%, y tengamos en cuenta que este 2% incluye:
la biomasa (cortar árboles y quemarlos, y eso supuestamente es "neto en carbono" porque se replantan -(obviamente no lo es).
que la energía solar no es tan verde cómo nos lo hacen creer: tienen una vida útil de 25 años (o menos) y se utiliza carbón y madera dura (se talan árboles) para su construcción, además de ser intensiva en minería (no precisamente una actividad limpia ni renovable).
la energía eólica tiene sus problemas también: una vida útil de 25 años o menos, requiere un uso importante de materiales no renovables para su fabricación, con mucha necesidad de minería y a veces también se tala porque se usa madera balsa.
El resultado de lo que venimos diciendo es que la matriz energética mundial se mantiene bastante estable desde hace 50 años (Gráfico 3). De transición energética nada. De renovables nada (bueno, hay que renovar los paneles y los aerogeneradores cada 20/25 años).
Gráfico 3 :Consumo de combustibles fósiles, energía nuclear y renovables mundialmente - 1965-2022 - Fuente: Our World in Data
Además hay que tener en cuenta que en palabras del especialista en energía, Vaclav Smil "la descarbonización rápida es una fantasía" y hay una imposibilidad fáctica de que esa transición sea completa (es decir de que realmente podamos descarbonizar totalmente la economía) porque hay materiales indispensables (por lo menos para este momento de la civilización) como los plásticos, el cemento, el acero y los fertilizantes que no podrían producirse sin combustibles fósiles. De lo que no se habla mucho, tampoco, es que descarbonizar la economía implica mineralizarla. Y cómo todos sabemos, la minería no es una actividad particularmente ecológica ni limpia.
2 - Destrozando el planeta en nombre de la energía "verde"
Para que tengamos una idea de lo que significa, en cantidad de minerales, la transición a "energías limpias", se calcula que en los próximos 30 años necesitaremos extraer más minerales de los que el ser humano ha extraído en los últimos 70.000 años.
¿Por qué? porque los países que representan más del 70% del PIB y de las emisiones mundiales se han comprometido a una política de "cero emisiones netas" (otra falsa solución de la que puede investigar aquí, aquí, aquí, aquí). Este compromiso implica una aceleración masiva del despliegue de "energías renovables ". Más allá que los países nunca han cumplido ninguna de los compromisos de reducción de emisiones (de hecho el 50% de las emisiones se produjeron en los últimos 30 años), cuando se acoplan estos compromisos con la posibilidad de beneficios económicos para algunos sectores, lo más probable es que las posibilidades de negocios se cumplan, y las emisiones sigan subiendo.
Y cómo ya lo dijimos un sistema energético alimentado por tecnologías de "energía limpia" necesita muchos más minerales que una economía que funciona a combustibles fósiles. ¿Cuáles son los minerales que se necesitan para la transición?: Litio, níquel, cobalto, manganeso y grafito para las baterías. Elementos raros terrestres para turbinas eólicas y motores de vehículos eléctricos. Cobre, silicio y plata para la energía solar fotovoltaica. Cobre y aluminio para las redes eléctricas
Gráfico AIE: Alcanzar los objetivos climáticos va a turbo-incrementar la demanda de minerales:
Gráfico de la Agencia Internacional de Energía: La demanda de minerales esenciales se disparará en las próximas dos décadas, a medida que el mundo se fije objetivos de emisiones netas cero; Las necesidades globales se multiplicarán por 6, pero en el caso del litio se multiplicarán por 42, el grafito por 25, el cobalto por 21, el niquel por 19 y las tierras raras por 7. Fuente: IEA
En el escenario denominado por la Agencia Internacional de Energía SDS (de Desarrollo Sostenible), escenario que reduce las emisiones un 23% respecto a 2017, la agencia calcula que los requerimientos de minerales para 2040 respecto a 2020 se van a multiplicar:
Por 42 para el litio
Por 25 para el grafito
Por 21 para el cobalto
Por 19 para el niquel
Por 7 para las tierras raras
La primer pregunta que deberíamos hacernos es si hay suficientes minerales para sustituir al petróleo. Un estudio reciente del doctor Simon Michaux, del Servicio Geológico de Finlandia pone en entredicho las perspectivas de eliminar los combustibles fósiles en favor de las energías renovables: "La cantidad de metal necesaria para fabricar una sola generación de unidades tecnológicas renovables que sustituyan a los combustibles fósiles es mucho mayor de lo que se pensaba. La producción minera actual de estos metales ni siquiera se acerca a la demanda. Las reservas minerales actuales tampoco son suficientes en tamaño. Lo más preocupante es el cobre, que es una de las carencias señaladas. La exploración para obtener más en los volúmenes requeridos será difícil...".
No es de extrañar entonces, la proliferación de proyectos que pretenden hacer minería en el fondo del mar o en los asteroides. Ya no alcanza con haber destrozado la superficie continental del planeta, necesitamos ahora arrasar y expoliar el suelo marino e ir al espacio. Recientemente Noruega, uno de los países más ricos del mundo gracias a los combustibles fósiles se convirtió en el primero en aprobar la minería marina.
Pero ¿Se reducen realmente las emisiones pasando a una economía intensiva en minerales?
a) El caso del auto eléctrico
Para que tengamos una idea, un auto eléctrico típico requiere seis veces más insumos minerales que un coche convencional.
Gráfico: Minerales utilizados para el transporte: coche eléctrico vs coche convencional
Pero no es sólo que el requerimiento mineral se multiplica por 6. Hay que tener en cuenta que, por la ley del mineral, para obtener una cantidad determinada de mineral se necesita procesar muchísima más cantidad de materiales: según un estudio del Manhattan Institute, una batería de Tesla que pesa 1.000 libras requiere extraer y procesar 500.000 libras de materiales. Veamos como se llega a este número:
Materiales que componen una batería de litio tipo que pesa alrededor de 1.000 libras :
25 libras de litio,
30 libras de cobalto,
60 libras de níquel,
110 libras de grafito,
90 libras de cobre,
unas 400 libras de acero, aluminio y varios componentes de plástico.
Si se observan las leyes del mineral, se puede estimar la cantidad típica de roca que debe extraerse de la tierra y procesar para obtener los minerales puros necesarios para fabricar una sola batería:
- Las salmueras de litio suelen contener menos del 0,1% de litio, por lo que hay que extraer unas 25.000 libras de salmueras para obtener las 25 libras de litio puro.
- El mineral de cobalto contiene una media del 0,1%, por lo que se necesitan casi 30.000 libras de mineral.
- La ley del mineral de níquel es de un promedio de 1%, por lo tanto, cerca de 6.000 libras de mineral.
- El mineral de grafito suele ser del 10%, es decir, unas 1.000 libras por batería.
- El cobre está presente en el mineral en un 0,6%, por lo que hay unas 25.000 libras de mineral por batería.
En total, obtener estos cinco elementos para producir una batería de 1.000 libras requiere la extracción de unas 90.000 libras de mineral. Para contabilizar adecuadamente toda la tierra movida, que es relevante para la huella medioambiental global y el uso de energía de la maquinaria minera, hay que calcular la sobrecarga, es decir los materiales que se excavan primero para llegar al mineral. Dependiendo del tipo de mineral y la ubicación, la sobrecarga oscila entre 3 y 20 toneladas de tierra para acceder a cada tonelada de mineral.
Esto significa que para acceder a unas 90.000 libras de mineral se requiere excavar y mover entre 200.000 y más de 1.500.000 libras de tierra, una media aproximada de más de más de 500.000 libras por batería. La cifra exacta variará para las diferentes formulaciones químicas de las baterías, y para las distintas regiones que tienen una gran variedad de minerales. Cabe destacar que esta huella total de material no incluye las grandes cantidades de materiales y químicos utilizados para procesar y refinar los distintos minerales. Tampoco en estudio del Manhattan Institute se contabilizó el impacto ambiental de otros materiales utilizados en el auto eléctrico, como la sustitución de acero del auto convencional por aluminio para compensar el peso de la batería, o la cadena de suministro de elementos de tierras raras en los motores eléctricos (por ejemplo, neodimio, disprosio).
Pero ¿cuánto se reducen las emisiones al cambiar un auto convencional por uno eléctrico? ¿se reducen realmente? La contabilidad es dudosa, y depende de algunas cuestiones, pero hay informes detallados, como el desarrollado también por el Manhattan Institute que sostienen que "Nadie sabe en qué medida disminuirán las emisiones de CO2, si es que lo hacen, a medida que aumente el uso de los vehículos eléctricos. Porque cada afirmación de que los autos eléctricos reducen las emisiones es una estimación aproximada o una conjetura basada en promedios, aproximaciones o aspiraciones. Las variables e incertidumbres de las emisiones derivadas de la minería y el procesamiento de los minerales utilizados para fabricar las baterías de los vehículos eléctricos, que consumen mucha energía, son un gran comodín en el cálculo de las emisiones. Estas emisiones compensan sustancialmente las reducciones derivadas de evitar la gasolina y, a medida que se dispare la demanda de minerales para baterías, las reducciones netas se reducirán, pueden desaparecer e incluso podrían provocar un aumento neto de las emisiones. La producción de energía para las estaciones de recarga de los vehículos eléctricos presenta incertidumbres similares en cuanto a las emisiones.
En el mismo sentido, un artículo del Finantial Times del año 2017, en base a datos del MIT, daba cuenta que cuando se evalúan las emisiones de carbono de un auto convencional a combustibles fósiles, el modelo Mirage de Mitsubishi, a lo largo de todo su ciclo de vida -desde la adquisición de los componentes y el combustible hasta el reciclado de sus piezas-, puede resultar un coche más ecológico que un modelo de Tesla.
Los datos del MIT corroboran un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología del año pasado: "Los vehículos eléctricos más grandes pueden tener un ciclo de vida de emisiones de gases de efecto invernadero más alto que los vehículos convencionales más pequeños".
Pero a pesar de esto, los responsables políticos están empujando a la industria automovilística hacia un cambio global con la pretensión de ayudar a resolver el tema climático, pero "ni Europa, ni Estados Unidos, ni China han creado realmente el aparato regulador adecuado para diferenciar entre vehículos eléctricos y juzgar sus méritos medioambientales."
Hoy es difícil ver artículos en los medios masivos poniendo estos temas de relieve. Y es difícil que eso suceda, porque hay mucho en juego para el sector automovilístico. Se estima que para el 2030 el mercado del auto eléctrico va a ser de 952 billones de dólares.
b) Energía solar y eólica
La situación es similar cuando analizamos no ya los autos eléctricos sino la generación de energía "renovable": una planta eólica marina requiere trece veces más recursos minerales que una central eléctrica de gas de tamaño similar.
Gráfico: Minerales utilizados para la generación de energía: eólica offshore y continental, paneles solares, nuclear, carbón y gas natural.
Materiales usados para construir un generador de energía eólica
Las cantidades de materiales para la construcción de un generador de energía eólica de 3 megavatios y 150 metros de altura es:
- 1 toneladas de concreto;
- 335 toneladas de acero;
- 4,7 toneladas de cobre;
- 3 toneladas de aluminio;
- 2 toneladas de tierras raras;
- Otros materiales: zinc y molibdeno
Y esto sin considerar la ley del mineral y toda la tierra que hay que impactar para conseguir esas cantidades.
Además la energía eólica, tanto marina como terrestre, genera muchos impactos ambientales en la fauna no sólo aves (sólo en España se estima que acaba con la vida de entre 2 y 4 millones de aves y murciélagos) sino a los grandes mamíferos marinos (y aquí).
Y si analizamos la situación de requerimiento de materiales de los paneles solares, la situación no es mucho mejor. Estamos quemando carbón y talando árboles para producirlos.
Materias primas para una tonelada (t) de silicio (Kato, et. al) [37]
● Cuarzo 2,4 t
● Carbón 550 kg
● Coque de petróleo 200 kg
● Carbón vegetal 600 kg
● Astillas de madera 300 kg
Y para producir carbón vegetal hay que quemar muchos árboles de madera dura, lo mismo que para las astillas de madera.
Cómo afirma el periodista de investigación francés Guillaume Pitron en el libro "La guerra de los metales raros": "En pocas palabras, la energía limpia es un asunto sucio. Sin embargo, fingimos ignorancia porque nos negamos a hacer balance del ciclo de producción de principio a fin de las turbinas eólicas y los paneles solares (...) Ocultar el dudoso origen de los metales en China ha dado a las tecnologías verdes y digitales la brillante reputación de la que gozan. Esta podría muy bien ser la operación de lavado verde más asombrosa de la historia".
Ya vimos que no hay en realidad una transición energética sino una adición de "renovables" a la matriz energética mundial existente, vimos también que el nombre de "renovables" no hace justicia a la enorme cantidad de materiales no renovables necesarios y para colmo hay que reconstruirlas periódicamente.
Y en cuanto si son limpias es evidente que es difícil poder calificarlas así con su alta dependencia a una actividad extractiva tan contaminante y destructiva como la minería.
Otra cuestión de la que no se habla tanto es sobre el impacto de los residuos que se generaran con los paneles solares y palas de aerogeneradores que caen en desuso y de los desechos tóxicos que se producen en su fabricación.
En este sentido, un estudio de la Universidad de Calgary señala que estamos a punto de desencadenar un "tsunami" de basura no reciclable a medida que los consumidores cambien sus paneles solares obsoletos por otros mejores. Los investigadores señalan que, en 2035, la industria solar podría estar generando 2,5 toneladas de residuos por cada tonelada de panel solar que instale, abrumando a municipios y propietarios de viviendas con los costes de eliminación.
Las estimaciones de sus modelos -que intenta estimar el tonelaje bruto de paneles solares que llegarán a los basureros en los próximos años- implicarían que: el volumen de residuos solares superará al de las nuevas instalaciones en el año 2031, y en 2035, los paneles desechados superarían en 2,56 veces a las nuevas unidades vendidas.
Otra falsa solución: Los biocombustibles y sus terribles efectos en la biodiversidad y seguridad alimentaria
El economista y antropólogo Jason Hickel, twitteó "Para conciliar los objetivos de París con el continuo exceso de uso de energía en el Norte global, los escenarios climáticos proponen plantaciones masivas de biocombustibles, hasta 3 veces el tamaño de la India. Pregúntese: ¿de dónde se sacará esa tierra? ¿A quién se despojará? ¿A quién se sacrificará?"
Los biocombustibles a escala industrial es una de las más peligrosas de las "soluciones" de lavado verde capitalistas. Amenazan un espacio vital para los ecosistemas y la biodiversidad, amenazan a miles de especies, sin los cuales la biosfera no podrá adaptarse y estabilizar nuestro sistema de soporte vital.
En una investigación reciente se concluyó que el reemplazo de ecosistemas naturales por cultivos para la bioenergía en todo el planeta será considerablemente perjudicial para la biodiversidad, esto se debe que la bioenergía presiona aún más a la desforestación que ya está en niveles muy preocupantes, sigue promoviendo el monocultivo y el uso de agroquímicos. Actividades que también son generadoras de emisiones de CO2 que retroalimentan el cambio climático.
En un mundo en donde casi el 10% de la población mundial sufre hambre y el 30% padecen inseguridad alimentaria, el 18% de la producción mundial de aceite vegetal, apto para consumo humano, se destina al biodiésel. Europa, por ejemplo, sigue transformando 10.000 toneladas de trigo -el equivalente a 15 millones de barras de pan (750gr)- en etanol para su uso en los automóviles. Además, quema más de 17.000 toneladas de aceite de colza y girasol cada día el equivalente a 19 millones de botellas. Como si fuera poco, el 50% del de aceite de palma que se consume en Europa (culpable del 40% de la desforestación de Borneo) y el 32% del de soja es para alimentar sus coches y camiones.
El consumo de biocombustibles en Europa ya requiere una superficie equivalente al 5% del total de sus tierras de cultivo. Habría que duplicar esta superficie para sustituir sólo el 7% de las importaciones de petróleo, gasolina y gasóleo de la UE procedentes de Rusia por biocombustibles cultivados en Europa. Si todas estas importaciones se sustituyeran por biocombustibles europeos, esto supondría que cerca del 80% de toda la superficie agrícola del continente se dedicara a alimentar coches y camiones.
En fin, podríamos seguir ahondando en "el simulacro verde", pero el objetivo de este post es ver porqué tanta presión e interés por instalar estas "soluciones". (la 2º parte de esta nota se publicará mañana)
Fuente: ClimaTerra.org - https://www.climaterra.org/post/quiénes-se-benefician-con-las-energ%C3%ADas-verdes-la-tierra-no - (Primera parte)