El nuevo “Fascismo Fukushima” de Japón

La creciente catástrofe

Harvey Wasserman
CounterPunch

Fukushima sigue expeliendo radiación. Las cantidades parecen aumentar, así como los impactos. El sitio ha sido infiltrado por el crimen organizado. Hay horrendas señales de desastre ecológico en el Pacífico e impactos en la salud humana en EE.UU. Pero dentro de Japón, una nueva Ley de Secretos de Estado hace que hablar del tema sea punible con hasta diez años de cárcel.
Taro Yamamoto, un legislador japonés, dice que la ley “representa un golpe de Estado” que conduce a la “re-creación de un Estado fascista”. El poderoso periódico Asahi Shimbun la compara con las leyes “conspirativas” promulgadas por el Japón totalitario que preparó el terreno para Pearl Harbor, y advierte que podría terminar con la información independiente sobre Fukushima.
El primer ministro Shinzo Abe ha estado conduciendo a Japón en una dirección cada vez más militarista. Las tensiones con China han aumentado. Masivas manifestaciones han sido denunciadas hablando de “traición”.
Pero es Fukushima la que representa la amenaza más peligrosa para la nación y el mundo.
Tokyo Electric Power ha iniciado el descenso de las barras de combustibles suspendidas en lo alto sobre la fuertemente dañada Unidad Cuatro. Las primeras ensambladuras que fueron extraídas pueden haber contenido barras no usadas. Éstas pueden haber sido extremadamente radiactivas.
Tepco ha tomado medidas drásticas contra la cobertura mediática y se queja por los helicópteros de los medios noticiosos que filman la remoción de las barras de combustible.
Según la nueva Ley de Secretos de Estado, el gobierno podría prohibir –y detener– todos los medios independientes bajo cualesquiera condiciones en Fukushima, cubriendo con un manto oscuro un desastre que nos amenaza a todos.
Sin lugar a dudas, cualquier posible limpieza durará décadas. La ciudad de Fairfax, California, ha llamado ahora a una apropiación global de Fukushima. Más de 150.000 firmantes han solicitado a la ONU una intervención semejante.
Como corporación privada, Tepco está orientada a ahorrar, reducir salarios y convertir la limpieza en un centro de beneficios privados.
Tendrá amplias oportunidades. La piscina de combustible en la Unidad Cuatro plantea inmensos peligros cuya eliminación puede tardar años. Pero lo mismo vale para los peligros existentes en la Unidad Uno, Dos y Tres. En general el lugar está lleno de miles de barras intensamente radiactivas y otros materiales cuya potencial contaminación es miles de veces mayor que la que afectó a Hiroshima en 1945.
Poco después del accidente, Tepco redujo la mano de obra disponible en Fukushima. Desde entonces la ha restaurado en parte, pero ha reducido los salarios. Sospechosos contratistas llevan a cientos de jornaleros sin capacitación para que trabajen en horribles condiciones. Reuters dice que el lugar está fuertemente infiltrado por el crimen organizado, creando el espectro de materiales radiactivos robados para bombas sucias y otros usos.
Miles de toneladas de agua radiactiva se encuentran ahora en depósitos permeables construidos por trabajadores temporales que advierten de la mala calidad de su construcción. Es seguro que se derrumbarán en caso de un fuerte terremoto.
Tepco dice que en todo caso podría verter el exceso de agua al Pacífico. El experto nuclear Arjun Makhijani ha propugnado que el agua sea almacenada en superpetroleros hasta que pueda ser tratada, pero la sugerencia ha sido ignorada.
Cientos de toneladas de agua también fluyen a diario de las montañas a través del lugar contaminado y hacia el Océano Pacífico. El ingeniero nuclear Arnie Gundersen solicitó hace tiempo a Tepco que cavara una zanja repleta de absorbentes para desviar ese flujo. Pero se le dijo que costaría demasiado dinero.
Ahora Tepco quiere instalar un muro de hielo. Pero no puede ser construido hasta por lo menos dentro de dos años. No es claro de dónde provendrá la energía para mantener congelado el muro, o si funcionará definitivamente.
Mientras tanto, la radiación está llegando a niveles récord en el aire y el agua.
La lluvia radiactiva ya ha sido detectada frente a la costa de Alaska. Circulará a lo largo de la costa oeste de Canadá y EE.UU. hacia el norte de México a fines de 2014. Se informa de la desaparición masiva de cachorros de leones marinos, sardinas, salmón, ballenas y otras formas de vida marina, junto con una aterradora desintegración masiva de estrellas de mar. Un marinero ha documentado una masiva “zona muerta” a más de 3.200 kilómetros de Fukushima. Ya se han documentado impactos sobre seres humanos en California y otros sitios.
Sin intervención global, isótopos de larga vida de Fukushima seguirán entrando a la biosfera durante décadas.
La única energía que ahora se produce en Fukushima proviene de un nuevo masivo molino de viento que fue recientemente instalado mar adentro.
En medio de un desastre que no puede manejar, el gobierno japonés sigue presionando para volver a abrir los 50 reactores que fueron cerrados desde las fusiones. Quiere evitar la repercusión pública en medio de una población aterrada, y en los Juegos Olímpicos de 2020, planeados para una región de Tokio que ahora está cubierta de manchas radiactivas. Por lo menos una cámara en el lugar ha dejado de funcionar. Al parecer el gobierno también ha detenido el monitoreo de radiación basado en helicópteros.
Hace un año un profesor japonés fue detenido durante 20 días sin proceso por pronunciarse contra la incineración al aire libre de desechos radiactivos.
Ahora el primer ministro Abe puede hacer algo mucho peor. The Times of India informa que la Ley de Secretos del Estado es impopular, y que la tasa de aprobación de Abe ha bajado debido a su aprobación.
Pero la nueva ley puede convertir la democracia de Japón en una reliquia de su pasado anterior a Fukushima.
Es la marca cancerosa de un régimen nuclear que trata de controlar todo conocimiento de una catástrofe letal global que ahora aumenta incesantemente.

[Harvey Wasserman edita el sitio en la web NukeFree.org y es autor de SOLARTOPIA! OUR GREEN-POWERED EARTH.] Es co-fundador de Músicos Unidos por una Energía Segura y edita el sitio nukefree.org web. Para contactos: Windhw@aol.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/12/12/japans-new-fukushima-fascism/ - Traducido para Rebelión por Germán Leyens - Imagenes: vdeverdadnews.com

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