¿Libertad o esclavitud?
Los tiempos que está viviendo, y que va a vivir la humanidad, exigen la toma de decisiones importantes que, según su polaridad o inclinación, conducirán a resultados definitivos para su futuro, un futuro que está estrechamente relacionado con el pasado, un pasado que debe ser conocido y comprendido ya que se refiere al origen de la humanidad, a quienes fueron sus creadores, a cual es su razón de ser o existir y, sobre todo, a quién y por qué manipuló todas las respuestas para figurar como el 'dios' único y, rodeándose de humanos serviles, sedientos de poder y sin escrúpulos, ir poco a poco en el tiempo sometiendo al hombre, privándole de todos sus derechos y libertades, amenazándole con los peores males inimaginables y, cuando fuere necesario, quitándolo de en medio inventándose guerras, o privándole de lo más imprescindible para la vida, dejando que el hambre, las enfermedades, las injusticias y la propia naturaleza hicieran el trabajo sucio y definitivo.
Así se desarrolló y se sigue desarrollando la historia de este planeta y su humanidad, pero encontrar la respuesta a la razón de tanto sufrimiento, de tanto ensañamiento por parte de los poderes establecidos, es tarea fácil a poco que se tenga una mente abierta y una necesidad de encontrar una solución definitiva a tanto dolor y a tanta injusticia.
Y la solución está en el conocimiento del origen de la humanidad, de sus principios, de sus creadores, y ese conocimiento ahora mismo está al alcance de cualquier buscador, que solo necesitará una mente abierta para saber ver en el pasado las claves del futuro, porque en los acontecimientos del pasado quedaron escritas, quedaron grabadas a fuego.
En cualquier caso, los acontecimientos actuales, los movimientos que se realizan desde la cúpula del poder mundial, la insana y enfermiza actitud hacia los ciudadanos del mundo, quienes bajo la mentira perfectamente orquestada de una crisis económica mundial están siendo poco a poco privados de todos sus derechos y libertades, muestra claramente las intenciones de los "poderosos", y también que ahora mismo se está produciendo una aceleración en el sometimiento de los pueblos, tal vez porque los poderosos saben, conocen, que algo está a punto de suceder, algo que tiene que ver con un cambio que afecta al planeta entero, cambio relacionado con la entrada en una Nueva Era y con todo lo que ello supone a todos los niveles.
Hay que tener en cuenta que en el pasado de la humanidad, los cambios de Era marcaban los signos de los tiempos, condicionaban los destinos de los imperios, cerraban y abrían puertas que propiciaban nuevos rumbos a seguir así como el destino de los dirigentes.
Eso, evidentemente, se perdió, ya no se tiene en cuenta, pero eso no quiere decir que no siga vigente, porque en realidad lo que hace que todo se mueva son las energías que llegan desde determinados puntos o centros de la Galaxia y que, se crea o no, influyen en la vida, en todo el Sistema Solar y, por tanto, en la Tierra.
Son muchos los seres humanos que están esperando la entrada de la Nueva Era con la esperanza de cambios definitivos. Y así será. Pero antes la humanidad tiene que definirse, tiene que elegir entre seguir viviendo en la esclavitud creada por los poderes, por los "dioses" de barro, o en la libertad y los derechos que como auténticos dueños del planeta poseen. Es una definición que marcará su futuro.
La humanidad tiene que desenmascarar a los impostores, tiene que rebelarse y oponerse a sus absurdas y crueles decisiones, tiene que romper las cadenas que día a día se están tensando más y declarar, todos unidos, como uno solo, que tienen derecho a todo lo que la madre tierra generosamente ofrece, porque lo ofrece para todos, no para unos pocos.
Todo aquel que quiera profundizar en los orígenes y el posterior desarrollo de la humanidad, se encontrara con que el hombre es una criatura excepcional, con un potencial y una belleza interna únicas en la creación. Por eso, solo por eso, está siendo vampirizado por falsos "dioses" y por hombres que se arrodillaron ante ellos, vendiéndoles sus almas, degradando sus vidas por una enfermiza obsesión por el poder.
Todo comienza en los tiempos en los que los "dioses", para su interés y conveniencia, instituyeron las jerarquías, la realeza, la casta sacerdotal y todos aquellos intermediarios entre ellos y los hombres con el fin de tener a estos controlados y dominados con amenazas, castigos, promesas y, de vez en cuando, las migajas que les caían de sus ostentosas mesas.
Pero nada ha cambiado en los tiempos actuales. Las religiones siguen amenazando las libertades de los hombres. Los políticos siguen oprimiendo, estrangulando a los ciudadanos. Los poderes económicos siguen nadando en oro mientras el hambre y la desesperación se extienden como una mancha venenosa y mortal.
Nada ha cambiado desde los orígenes. Y nada ha cambiado porque el hombre, la humanidad, sigue ignorando la verdad, su origen, su razón de existir y, también, quien la creó y para qué. Ese conocimiento abrirá los ojos, hará que se comprenda de una vez por todas la razón de tanta injusticia, de tanto dolor. Hará que se caiga la máscara de los impostores, de aquellos que se han erigido en falsos dioses, y de los que siguen su juego tenebroso porque de él extraen su parte de poder. Mientras estas respuestas no hayan sido encontradas y comprendidas, el hombre seguirá viviendo bajo la ignorancia, la confusión y el miedo.
Fragmento editorial Revista Fusión. - Imagenes: nocturnar.com - Eneko
Así se desarrolló y se sigue desarrollando la historia de este planeta y su humanidad, pero encontrar la respuesta a la razón de tanto sufrimiento, de tanto ensañamiento por parte de los poderes establecidos, es tarea fácil a poco que se tenga una mente abierta y una necesidad de encontrar una solución definitiva a tanto dolor y a tanta injusticia.
Y la solución está en el conocimiento del origen de la humanidad, de sus principios, de sus creadores, y ese conocimiento ahora mismo está al alcance de cualquier buscador, que solo necesitará una mente abierta para saber ver en el pasado las claves del futuro, porque en los acontecimientos del pasado quedaron escritas, quedaron grabadas a fuego.
En cualquier caso, los acontecimientos actuales, los movimientos que se realizan desde la cúpula del poder mundial, la insana y enfermiza actitud hacia los ciudadanos del mundo, quienes bajo la mentira perfectamente orquestada de una crisis económica mundial están siendo poco a poco privados de todos sus derechos y libertades, muestra claramente las intenciones de los "poderosos", y también que ahora mismo se está produciendo una aceleración en el sometimiento de los pueblos, tal vez porque los poderosos saben, conocen, que algo está a punto de suceder, algo que tiene que ver con un cambio que afecta al planeta entero, cambio relacionado con la entrada en una Nueva Era y con todo lo que ello supone a todos los niveles.
Hay que tener en cuenta que en el pasado de la humanidad, los cambios de Era marcaban los signos de los tiempos, condicionaban los destinos de los imperios, cerraban y abrían puertas que propiciaban nuevos rumbos a seguir así como el destino de los dirigentes.
Eso, evidentemente, se perdió, ya no se tiene en cuenta, pero eso no quiere decir que no siga vigente, porque en realidad lo que hace que todo se mueva son las energías que llegan desde determinados puntos o centros de la Galaxia y que, se crea o no, influyen en la vida, en todo el Sistema Solar y, por tanto, en la Tierra.
Son muchos los seres humanos que están esperando la entrada de la Nueva Era con la esperanza de cambios definitivos. Y así será. Pero antes la humanidad tiene que definirse, tiene que elegir entre seguir viviendo en la esclavitud creada por los poderes, por los "dioses" de barro, o en la libertad y los derechos que como auténticos dueños del planeta poseen. Es una definición que marcará su futuro.
La humanidad tiene que desenmascarar a los impostores, tiene que rebelarse y oponerse a sus absurdas y crueles decisiones, tiene que romper las cadenas que día a día se están tensando más y declarar, todos unidos, como uno solo, que tienen derecho a todo lo que la madre tierra generosamente ofrece, porque lo ofrece para todos, no para unos pocos.
Todo aquel que quiera profundizar en los orígenes y el posterior desarrollo de la humanidad, se encontrara con que el hombre es una criatura excepcional, con un potencial y una belleza interna únicas en la creación. Por eso, solo por eso, está siendo vampirizado por falsos "dioses" y por hombres que se arrodillaron ante ellos, vendiéndoles sus almas, degradando sus vidas por una enfermiza obsesión por el poder.
Todo comienza en los tiempos en los que los "dioses", para su interés y conveniencia, instituyeron las jerarquías, la realeza, la casta sacerdotal y todos aquellos intermediarios entre ellos y los hombres con el fin de tener a estos controlados y dominados con amenazas, castigos, promesas y, de vez en cuando, las migajas que les caían de sus ostentosas mesas.
Pero nada ha cambiado en los tiempos actuales. Las religiones siguen amenazando las libertades de los hombres. Los políticos siguen oprimiendo, estrangulando a los ciudadanos. Los poderes económicos siguen nadando en oro mientras el hambre y la desesperación se extienden como una mancha venenosa y mortal.
Nada ha cambiado desde los orígenes. Y nada ha cambiado porque el hombre, la humanidad, sigue ignorando la verdad, su origen, su razón de existir y, también, quien la creó y para qué. Ese conocimiento abrirá los ojos, hará que se comprenda de una vez por todas la razón de tanta injusticia, de tanto dolor. Hará que se caiga la máscara de los impostores, de aquellos que se han erigido en falsos dioses, y de los que siguen su juego tenebroso porque de él extraen su parte de poder. Mientras estas respuestas no hayan sido encontradas y comprendidas, el hombre seguirá viviendo bajo la ignorancia, la confusión y el miedo.
Fragmento editorial Revista Fusión. - Imagenes: nocturnar.com - Eneko