El momento de decidir
• No hay en este planeta espacio ambiental ni bienes ecológicos suficientes para que algunos cientos de millones de consumidores más se incorporen a nuestro “modelo de desarrollo”; éste es excluyente por definición.
• Ahora, una de dos: o cambiar este modelo –y entonces hace falta trabajar, producir y consumir de otra manera--; o desplegar y perfeccionar las estructuras de poder fascistas que ya existen, de manera que la raza de los señores domine sobre las razas de los esclavos dentro de un mundo congelado en desigualdades atroces. Tertium non datur.
• Tony Blair: “Actuar ahora puede ayudar a evitar los peores efectos del cambio climático. Si actuamos con previsión, podremos evitar perturbar nuestra forma de vida”
Ése es el autoengaño donde se acunan nuestras sociedades sonámbulas. No podemos evitar el desastre ecológico sin perturbar nuestra “way of life”. Y cambiar duele...
• Para quienes hoy prevalecen, desarrollo sostenible quiere decir sustituir autos viejos por coches ecológicos, e instalar aparatos de aire acondicionado respetuosos con el medio ambiente; Para quienes resistimos, desarrollo sostenible quiere decir vivir bien sin coche y sin aire acondicionado, más allá de las cuestiones de ecoeficiencia, las duras y difíciles cuestiones de la suficiencia y la autocontención son inesquivables.
• La gran cuestión etico-política de nuestra época es la autolimitación. A partir de ahí: el reconocimiento del otro, las travesías de la belleza, el cuidado de lo diverso, el pensamiento fronterizo...
• Se trata, sobre todo, de hacer distinto y también de hacer menos, de ahí las dificultades políticas y sociales del asunto: añadir nos resulta fácil, autolimitarnos no, pero tenemos que aprender a decir 'no' colectivamente ante la terrible bulimia desarrollista.
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