UNESCO manifiesta preocupación por proyectos hidroeléctricos en Reservas de la Biosfera en Chile y Argentina

Alfredo Seguel 

Contradictorio resulta que  exista la declaración de  reservas de la biosfera tendientes a la protección de ecosistemas, biodiversidad, bosques nativos y por otro lado el Estado chileno da luz verde para que sectores empresariales emplacen con una amplia gama de  proyectos en esas zonas con diversos impactos y alteraciones,  afectando todos los principios que promueve la UNESCO en ese sentido, razón por la cual dicho organismo de la ONU exhortó al gobierno chileno y argentino por esta situación, particularmente por el caso Neltume en la comuna de Panguipulli, pero como parte de una realidad generalizada en las Regiones de la Araucanía y de Los Ríos.

El Ministerio de Energía anunció a través de su titular el 23 de mayo del presente año en Temuco, que en la Región de la Araucanía dicha cartera mantiene en carpeta la proyección de cuarenta proyectos hidroeléctricos. Actualmente se estiman unos 27 proyectos en el sistema, algunos ya aprobados e incluso algunos ya construidos o en construcción, siendo la mayoría los que se emplazan en la denominada “Reserva de la Biosfera”.
Unesco explica que las reservas de la biosfera: “Son áreas geográficas representativas de la diversidad de hábitats del planeta. Ya sean ecosistemas terrestres y/o marítimos, estas áreas se caracterizan por ser sitios que no son exclusivamente protegidos (como los parques nacionales) sino que pueden albergar a comunidades humanas, quienes viven de actividades económicas sustentables que no ponen en peligro el valor ecológico del sitio”.
En otro punto se señala: “Las Reservas de la Biósfera cumplen tres funciones: la deconservación de los ecosistemas y la variación genética; fomento del desarrollo económico y humano sostenible; y servir de ejemplos de educación y capacitación en cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de desarrollo sostenible”, explican.
Ante solicitudes del senador Alfonso de Urresti, la Unesco informó recientemente  que el comité nacional y la Conaf deberían dar a conocer su posición con respecto a los proyectos hidroeléctricos en áreas de influencia de la reserva mundial de la biósfera de los bosques templados lluviosos de los Andes Australes, que comparten Chile con Argentina, en base al caso Neltume, pero que involucra la situación general en los territorios.
En la Región de la Araucanía la Reserva de la Biosfera se denomina “Araucarias”  con una superficie del 35,9% regional y la integración de nueve comunas, que forman parte de la red mundial de reservas de biosfera de UNESCO y que busca responder y conciliar la conservación de la diversidad biológica, la búsqueda de un desarrollo económico, social y el mantenimiento de valores culturales asociados, siendo varias de sus extensas áreas parte de lo que es el territorio ancestral Mapuche.
Entre los elementos más relevantes considerados en estas zonas, se estiman: Bosques templados lluviosos, milenarias araucarias, valles glaciales y volcanes activos, especies endémicas y aspectos culturales Mapuche.
Desde la perspectiva comunal involucra jurisdicciones de las siguientes localidades: Collipulli, Curacautín, Lonquimay, Cunco, Vilcún, Melipeuco, Villarrica, Pucón y Curarrehue.
Cabe señalar que en varios sectores de esta reserva se vienen emplazando una multiplicidad de proyectos de inversión con riesgo de causar graves alteraciones a los ecosistemas, a las fuentes agua, a la biodiversidad y a los derechos de los habitantes locales. Comunas como Curarrehue, Melipeuco y Curacautín mayoritariamente, son zonas que vienen siendo destinadas al emplazamiento de numerosos proyectos donde hay decenas de proyectos de centrales hidroeléctricas, de pisciculturas de la industria salmonera, de geotermia, de prospecciones mineras, que se contraponen a la vocación de desarrollo que se pretende desde la perspectiva colectiva, con respeto a la naturaleza y al desarrollo loca.
La situación ha sido permitida por diversos órganos públicos del estado chileno que viene dando luz verde a una serie de iniciativas de sectores privados cuya base es el lucro a costa de la afectación de la naturaleza y la transgresión de derechos de pobladores.

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