El retroceso de los glaciares de la Cordillera de Los Andes “es irreversible»

La PhD en Meteorología Química, Laura Gallardo, es una de las dos investigadoras chilenas que participaron en la redacción del último informe del Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas (ONU). En el caso de la región sur de Sudamérica, el reporte proyecta el derretimiento de los glaciares de la Cordillera de Los Andes, un evento que la científica califica como “irreversible” y que tendrá efectos en los ciclos del agua de las cuencas de los ríos en Chile. “Una de las cosas que ha llamado la atención de este informe es que se ha hablado de problemas irreversibles y uno de esos cambios tiene que ver con lo que llamamos la criósfera, es decir, estas coberturas de hielo (como nieve, glaciares e iceberg), donde particularmente los glaciares están retrocediendo y mayoritariamente van a seguir retrocediendo”, explica la académica de Geofísica e investigadora principal del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile.

Junto a Maisa Rojas, colaboró en el capítulo 6 del reporte de la ONU, que aborda el impacto de los “forzantes climáticos de vida corta”, como el metano y el ozono, ambos Gases de Efecto Invernadero (GEI), responsables del calentamiento global. La primera parte del informe se dio a conocer a nivel mundial el lunes pasado y en ella se alerta que el mundo está en su período más cálido de los últimos dos mil años y que de mantenerse el actual ritmo de emisiones de GEI la temperatura del planeta se elevaría a 2,7 grados Celsius a fines siglo, por sobre la meta de 1,5° grados del Acuerdo de París. 

Un escenario que tendría efectos irreversibles, además de un aumento de eventos como sequías, inundaciones y olas de calor. “Esta es una constatación de que el cambio climático está aquí, que si no actuamos esto se va a agravar aún más y que hay tiempo para evitar los peores impactos”, señala Gallardo.

En la Cordillera Real de los Andes bolivianos, a 5421 metros de altitud sobre el nivel del mar, se encontraba el glaciar Chacaltaya

El reporte del IPCC realiza proyecciones para las distintas zonas del planeta. En el caso de la región sur de Sudamérica, donde se ubica Chile, estima que la temperatura se elevaría en 2° grados a mediados de siglo, por sobre la media global -que proyecta este resultado para 2060- con aumento de eventos climáticos extremos -desde sequía a lluvias torrenciales hasta pérdida de volumen de los glaciares y el deshielo de la Cordillera de Los Andes, independiente del escenario de las Emisiones de GEI.
Gallardo explica que el retroceso de los glaciares en la cordillera producirá cambios en los ciclos de agua de las cuencas que dependen de la nieve y el hielo, lo que generará menos disponibilidad de nieve y aceleración de su derretimiento, y en general, habrá una disminución de acumulación de nieve en las cuencas de la cordillera.
Si bien el informe no aborda el impacto de esta situación en las cuencas de los ríos -los cuales vendrán en el próximo reporte del IPCC que dará a conocer entre febrero y marzo de 2021-, Gallardo señala que con la evidencia existente se puede ver que hay menor disponibilidad de agua fresca y de agua dulce.
“Para muchas cuencas nivales esto es un enorme problema, como para muchos ríos de este lado y del otro de la Cordillera de Los Andes. Por lo tanto, esto tiene una cadena de impacto que es enorme”, dice.
Las medidas para Chile
Como parte de los investigadores del IPCC, Gallardo prefiere no señalar qué medidas deberían tomarse en Chile para la adaptación y mitigación del cambio climático. Sin embargo, sostiene que “este informe hace patente que lo que estamos haciendo como humanidad es insuficiente” y que se necesitan cambios profundos como reducir la huella de carbono, cambiar las fuentes de energía y “disminuir el abuso de metano y gas natural”.
Respecto de cómo deberían manejarse las cuencas frente al escenario de deshielo en la Cordillera, la investigadora cree que se debe “acelerar el paso y atreverse a tomar medidas más estructurales y profundas”. Entre ellas, repensar la gobernanza y considerar que el territorio nacional no tiene tanta agua disponible.
“Pareciera que se nos olvida y seguimos consumiendo de la misma manera, hay que volver a pensar cómo hacerlo de tal forma que las necesidades sean satisfechas sin tener que sobrepasar estos límites de uso de carbono y sin perturbar el sistema climático como lo hemos hecho hasta hoy día”, explica.
Si bien la ONU advirtió ayer miércoles que no se puede frenar el cambio climático sin usar energía nuclear, Gallardo descarta la opción para Chile y asegura que tenemos que pensar en el país como un territorio sísmico sujeto al cambio climático, además de ser rico en energías renovables no convencionales.
“Chile tiene el máximo de energía solar del mundo en el desierto de Atacama, tiene viento, tiene miles de kilómetros de costa, por lo tanto, tiene energía mareomotriz, solar, geotérmica. Somos riquísimos como país en energías renovables no convencionales, ¿por qué complicar el escenario?”, dice.

Fuente DF 

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