Chile: Por una buena recolección de hongos silvestres

El otoño está de vuelta. Los hongos empiezan a fructificar en los bosques y praderas. Es la temporada alta de los hongos silvestres y surge una buena oportunidad para recolectarlos. Es el momento en que los amantes de los hongos aprovechan una nueva temporada de fructificación. Pero hacerlo bien no es necesariamente algo fácil. Recolectores experimentados saben exactamente a qué atenerse, pero aquellos sin experiencia suelen tener más dificultades.

Texto por Sigisfredo Garnica

Los hongos silvestres son un grupo diverso, crecen en una amplia variedad de hábitats como bosques, campos y humedales; incluso en el desierto de Atacama o la Antártica. Los hay de diferentes formas, tamaños y colores, desempeñando importantes funciones ecológicas en la naturaleza. Muchos hongos descomponen la materia orgánica muerta, incluidas las hojas caídas, las ramas y otros restos vegetales, en nutrientes que pueden ser utilizados por otros organismos. Este proceso es esencial para el ciclo de los nutrientes y el mantenimiento de la salud de los ecosistemas boscosos. 

Otros hongos son micorrícicos, es decir, son capaces de establecer una relación simbiótica con las raíces de los árboles. De esta manera ayudan a las plantas a absorber agua y nutrientes del suelo, mientras que las plantas proporcionan carbohidratos a los hongos. Esta asociación es esencial para el crecimiento y la supervivencia de muchas especies vegetales. Además, los hongos silvestres son también una importante fuente de alimento para muchos animales, como insectos, miriápodos, moluscos, mamíferos y aves. Proporcionan una fuente de proteínas y otros nutrientes esenciales, y su presencia puede favorecer la salud y la diversidad de las poblaciones locales de fauna silvestre.
A muchas personas les gusta recolectar hongos silvestres como hobby, para consumo personal o su venta en ferias e incluso con fines de investigación. Algunos hongos son comestibles y deliciosos, pero otros son tóxicos o venenosos y pueden causar graves problemas de salud o incluso la muerte. Por esto, es importante conocer bien las especies y así tener seguridad antes de consumirlas. Una identificación o preparación incorrecta puede ser extremadamente peligrosa. Además, las poblaciones de hongos silvestres pueden ser afectadas por la recolección excesiva, la destrucción del hábitat, la contaminación y otros factores ambientales. Es importante ser consciente y respetuoso con el medio ambiente mientras se buscan hongos silvestres y seguir una serie de normas o directrices para su recolección.

Algunos hongos son comestibles y deliciosos, pero otros son tóxicos o venenosos y pueden causar graves problemas de salud. © Nick Grappone

¿Qué debo considerar antes de recolectar hongos silvestres?
Buscar y recolectar hongos silvestres puede ser una actividad agradable y muy gratificante, pero es importante ser precavido e informarse antes de empezar. Estas son algunas cosas que debes saber antes de recolectarlos:
Identificación – Es esencial poder identificar correctamente los hongos que se recogen. Algunas especies de hongos silvestres son tóxicas, y consumirlas puede causar graves problemas de salud o incluso la muerte. Asegúrate de aprender sobre las especies de hongos que crecen en tu zona, o consulta con un experto si no estás seguro.
Hábitat – Los hongos silvestres pueden encontrarse en una gran variedad de lugares, pero algunas especies prefieren hábitats específicos. Algunos hongos crecen en el suelo, mientras que otros lo hacen en árboles u otras plantas. Asegúrate de familiarizarte con los tipos de entorno en los que crecen las distintas especies de hongos para poder encontrar las que buscas.
Estacionalidad – La estación del año puede afectar los hongos disponibles para la recolección. Algunas especies sólo crecen durante ciertas épocas del año, por lo que es importante saber cuándo están en temporada para maximizar tus posibilidades de encontrarlas. El otoño es la estación donde fructifica la mayor diversidad de hongos silvestres.

Amanita muscaria. Venenosa y con efecto alucinógeno. Introducida. © Garnica

Seguridad – Ten siempre cuidado al recoger hongos silvestres. Lleva ropa adecuada, incluidos guantes, y utiliza preferentemente una cesta u otro recipiente para transportar los cuerpos fructíferos. Sé consciente de tu entorno y permanece atento a posibles peligros, como las condiciones meteorológicas y del terreno, así como también de la presencia de plantas o animales venenosos.
Cocinar – Aunque hayas identificado correctamente una especie de hongo como segura para el consumo, es importante cocinarla bien antes de consumirla. La cocción puede ayudar a eliminar ciertos patógenos y puede desnaturalizar algunas toxinas potencialmente peligrosas.
Normativa legal – En algunas zonas puede haber normas o restricciones sobre la recolección de hongos silvestres. Se prohíbe la recogida en reservas naturales y parques nacionales. Es claro que está prohibido recolectar en bosques y praderas de privados sin permiso de los propietarios. También, está prohibida la colecta de especies poco frecuentes y en peligro de extinción.

Boletus loyo. Comestible cortado en rodajas para secado. Endémico. © Garnica

¿Cuál es la estructura morfológica de los hongos?
La gran mayoría de los hongos fructifican durante el período de otoño. Así pues, una adecuada combinación de humedad y temperatura favorece el crecimiento abundante de ellos. Las lluvias persistentes, seguidas de algunos días de temperaturas cálidas, dan lugar a un clima otoñal bochornoso. El ciclo reproductivo puede durar desde unas pocas semanas hasta varios meses, dependiendo de las condiciones ambientales, como la temperatura, la humedad y la disponibilidad de sustrato.
En condiciones favorables, se forman los conocidos cuerpos fructíferos que en muchos casos se componen de un sombrero (píleo) y un pie (estípite) los cuales pueden crecer por encima del suelo u otro tipo de sustrato. Bajo la superficie del suelo, hay una red ampliamente ramificada, similar a hilos, denominada micelio. Este micelio se extiende varios metros por el suelo y componen la parte principal del hongo. Si los hongos se recolectan sin alterar demasiado el sitio o el sustrato donde estaban creciendo, en la temporada siguiente volverán a crecer nuevos cuerpos fructíferos en el mismo lugar.
¿Cómo se recolectan los cuerpos fructíferos correctamente?
Una vez que se ha encontrado un hongo y se ha determinado que la especie es comestible, es fundamental examinar el material colectado. Hay que evitar los cuerpos fructíferos estropeados o sobremaduros. Esto es porque pueden desarrollar toxinas por presencia de bacterias patógenas.
Si el hongo pasa la inspección, se puede colectar. Utilizar un cuchillo para extraer los cuerpos fructíferos del sustrato. Como alternativa, el hongo también se puede arrancar cuidadosamente entero de la tierra, madera u otro sustrato.
Los cuerpos fructíferos deben guardarse y transportarse en una canasta abierta (no usar bolsas plásticas) para evitar su deterioro prematuro. Después, los cuerpos fructíferos deben prepararse lo más rápidamente posible.
Básicamente, se recomienda precaución con todas las especies que no puedan ser identificadas sin duda por el colector. Hay que considerar que en Chile hay varias especies de hongos potencialmente mortales. En caso de duda, no consumir el material colectado y para principiantes, en particular, deben hacer que un experto en hongos revise el material colectado antes de proceder a consumirlo.
¿Cómo distinguir los hongos comestibles de los venenosos?
Distinguir entre hongos silvestres comestibles y no comestibles puede ser un reto, pero hay algunas cosas que puede buscar para ayudarle a hacer la distinción:
Características morfológicas – Los hongos silvestres comestibles suelen tener características distintivas que pueden servir para identificarlos. Por ejemplo, aquellos tóxicos suelen tener un estípite o pie bulboso y/o cubierto por un velo o anillo.
Impresión de esporas – Para ello, tendrás que colocar el sombrero del hongo sobre un trozo de papel, con la parte de las láminas hacia abajo. Deje el hongo toda la noche y, por la mañana, verá una impronta de esporas sobre el papel. El color de la impronta de la espora puede ayudar a identificar la especie de hongo.
Hábitat – Las diferentes especies de hongos tienen diferentes hábitats preferidos. Por ejemplo, los changles y loyo crecen en bosques de Nothofagus, mientras que la callampa de las vegas crece en praderas. Saber dónde buscar especies específicas de hongos puede ayudar a evitar las especies tóxicas que crecen en entornos diferentes.
Identificación – La mejor manera de identificar hongos silvestres es utilizando una clave de identificación taxonómica.
Recuerda que siempre es necesario tener precaución al recolectar y consumir hongos silvestres. Si no tienes seguridad sobre la identificación, lo más sensato es no consumir. Es importante señalar que no todos los hongos son tóxicos. Sin embargo, puede ser difícil distinguir entre especies comestibles y tóxicas, por lo que generalmente se recomienda consumir sólo hongos que hayan sido debidamente identificados por un experto.

Una vez que se ha encontrado un hongo y se ha determinado que la especie es comestible, es fundamental examinar el material colectado. © Annie Spratt

Los principales tipos de intoxicación por hongos silvestres no comestibles son:
Gastrointestinal – Los síntomas de la intoxicación gastrointestinal por hongos suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de la ingestión e incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y calambres. Otros como la Amanita phalloides pueden causar dolor abdominal intenso y diarrea en las 6-12 horas siguientes a la ingestión . Hay un grupo de hongos que contienen toxinas que pueden causar daños irreversibles en el hígado y otros órganos. Destacan aquí algunas especies de los géneros Amanita, Clitocybe, Entoloma y Gyromitra.
Neurológica – La intoxicación neurológica por hongos silvestres puede causar una serie de síntomas, como alucinaciones, delirio, confusión, mareos, temblores, convulsiones y coma. Este tipo de intoxicación suele estar causada por toxinas que afectan al sistema nervioso central producidas por especies en los géneros Amanita, Claviceps, Conocybe, Gymnopilus y Psilocybe.
Hepatotóxicas – Algunos hongos contienen toxinas que pueden causar daño hepático o insuficiencia hepática. Los síntomas de intoxicación por hongos hepatotóxicos pueden no aparecer hasta varias horas o días después de la ingestión y pueden incluir ictericia, dolor abdominal y fatiga. Hay varios géneros que son capaces de producir alteraciones hepatotóxicas destacando especies de Amanita, Cortinarius, Galerina y Lepiota.
Alergia – Algunas personas pueden tener una reacción alérgica a ciertos tipos de hongos del género Agaricus, Lentinula, Pleutotus, Russula y Tricholoma que pueden causar síntomas como urticaria, picor, hinchazón y dificultad para respirar.
Idiosincrática – Este tipo de intoxicación es individuo dependiente resultando en una reacción inusual o inesperada a un tipo particular de hongo. Los síntomas pueden variar mucho y pueden incluir síntomas gastrointestinales, neurológicos o de otro tipo.

Recuerda que siempre es necesario tener precaución al recolectar y consumir hongos silvestres. Si no tienes seguridad sobre la identificación, lo más sensato es no consumir. © Nico Benedickt

Intoxicación por hongos: ¿qué hacer?
Si nota los más mínimos signos, solicita atención médica o concurre a un centro asistencial inmediatamente. Asegúrate de llevar los restos de los hongos o el vómito para que los médicos y los expertos en hongos puedan ver lo que ha comido. Por cierto: el consumo excesivo de hongos comestibles o la combinación con alcohol también puede provocar intolerancias.
En conclusión, aunque los hongos silvestres comestibles pueden ser un gran complemento para una dieta sana, se debe tener cuidado con los no comestibles que pueden llegar a ser peligrosos. Es esencial informarse sobre qué especie de hongo se puede consumir y cual no, y en caso de duda pedir consejo a un experto antes de consumirlas.

© Irina Iacob

FUENTE: REVISTA ENDÉMICA - https://endemico.org/por-una-buena-recoleccion-de-hongos-silvestres/ - Imagen de portada: © Natasha Arefyeva
 

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