Para salvar el planeta, hay que tomar partido

Hace un mes se celebró en Nueva York la Cumbre para la evaluación de los avances en Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y no era una cualquiera. Ya se ha hablado sobre la importancia de esta agenda a pesar de ser una herramienta imperfecta, sobre la relevancia para la sociedad y las cada vez menores posibilidades de cumplir sus metas. Sin embargo, no se ha profundizado tanto sobre el contenido del informe presentado en la Cumbre, y es posiblemente una de las publicaciones más recientes sobre cómo abordar de forma holística los principales desafíos del planeta.

Asier Hernando Malax-Echevarria

Tiempo de crisis, tiempo de cambio, está centrado en cómo la ciencia puede acelerar el proceso de transformación hacia el desarrollo sostenible. Su elaboración ha llevado más de tres años, han participado 104 investigadores independientes de diferentes partes del mundo que enfocaron sus resultados y propuestas basándose únicamente en la evidencia científica. Algo similar a lo que se viene haciendo con los informes de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climático, pero esta vez para los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Dicen sus autores que es un informe optimista, porque pone el foco en lo que desde la ciencia se sabe y puede llevarse a cabo para cumplir con la Agenda 2030. Es así uno de los primeros que no se centra en alertarnos de estar abriendo las puertas del infierno, sino en soluciones, con ambición y pedagogía.
Solo una pequeña parte se centra en el diagnóstico, que ya conocemos: vamos con mucho retraso. A este ritmo no cumpliríamos los objetivos ni para el 2050 y en varios indicadores fundamentales se retrocede (como en seguridad alimentaria, reducción de gases de efecto invernadero o prevención de la extinción de las especies). Además, el informe aclara que la guerra de Ucrania o la pandemia únicamente explican una parte de este retraso. Hace un tiempo que veníamos ya mal.
El resto del documento se centra en las soluciones. Qué tiene que hacer cada quién —empresas, inversionistas y gobiernos, personas individuales o colectivos—. Cómo vincular los objetivos centrándose en las acciones estratégicas. La forma de afrontar una transición de escala global, adaptada al contexto y posibilidades de cada uno. Un ejercicio colosal para ayudarnos a salir de este desconcierto y ponernos todos a hacer lo que toca para salvar el planeta.
Consultado sobre los principales mensajes del informe, el investigador Jaime Miranda de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, quien es también coordinador del estudio, dice: “El primer mensaje es que los ODS no se centran únicamente en lo que los países del Sur global tendrían que hacer. Involucran a todos, también en los países de altos ingresos, pero con recetas diferenciadas.
El segundo es que no se puede trabajar objetivo por objetivo de forma separada, todo está vinculado”. No hay recetas mágicas que sirvan para todos los países, dice Miranda. “La diversidad y la variedad de contexto es tan distinta que debe priorizarse el conocimiento local y las capacidades estratégicas”.
El informe también trata el negacionismo y la resistencia a una transición. Se dice en diferentes partes del mundo que es una “agenda caviar”, a lo que Mirada responde: “Los ODS son una herramienta para cuidar este planeta, que cada uno encuentre cómo puede contribuir. Debemos pensar en el largo plazo, qué futuro queremos para nuestras generaciones”.
Los bloqueos pueden ser el resultado de altos costos iniciales de capital, inmadurez de las tecnologías y mercados, brechas en el financiamiento y grandes inversiones fallidas que crean resistencia al cambio, dice el documento. La viabilidad política puede verse socavada por actores influyentes e intereses creados y preocupaciones sobre posibles compensaciones en materia de empleo y medios de vida. La solución a ello: inversiones por parte de los Estados, afrontar por fases el proceso de transición... En definitiva, “comprarse el pleito” (tomar partido), insiste Jaime Miranda.
Si te preguntas con angustia existencial qué puedes hacer para que no terminemos con el planeta, aquí tienes una herramienta. No solo para saber qué puedes hacer a título individual: también para entender los cambios que tu Gobierno, empresas o universidades deben emprender.
Se nos ha acabado el tiempo para encontrar soluciones mejores a la Agenda 2030. Ahora es momento de actuar, piense cada uno como piense, vote a quien vote, trabaje en lo que trabaje, viva donde viva. Sabemos que el cambio es posible y la transformación inevitable. Debemos hacerlo juntos.

Asier Hernando Malax-Echevarria es fundador de la plataforma The Sherwood Way y exdirector de Oxfam para América Latina y el Caribe.
Imagen de portada: Manifestación de jóvenes ecologistas del movimiento Fridays for Future en Nápoles (Italia) este 6 de octubre. CESARE ABBATE (EFE) - Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/3500-millones/2023-10-17/por-fin-sabemos-como-salvar-el-planeta-pero-hay-que-tomar-partido.html

 

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