Sembrando el caos y la división para seguir empujando la fase autoritaria del capitalismo
Como consecuencia directa de la escalada de atrocidades en Israel y Palestina, hay un aumento del antisemitismo y de islamofobia en Occidente. La carta del miedo que jugaron contra todos nosotros en el 9/11, que repitieron con la aparición de Isis, de nuevo durante la pandemia (vacunados vs no vacunados) y con la Rusofobia del año pasado, ahora se traslada a estos dos sectores. Y no olvidemos las siempre presentes guerras culturales entre patriarcado y feminismo, feminismo y lgbt, género, sexo, Black lives Matter, Me Too, etc.
Para Climaterra por Carolina Flynn
La fabricación constante de confrontaciones no es casualidad, es intencional. El miedo nos pone en modo supervivencia. Y cuando estamos en modo supervivencia respondemos a la tribu, y somos fácilmente controlables y manipulables.
Y el continuo bombardeo manipulador de los medios (en manos de unos muy pocos), con la polarización que generan en la sociedad, las peleas e indignación constante, nos mantienen ocupados y zombies.
Es parte de la agenda.
El miedo y la división son siempre el as en la manga que tienen para distraernos de lo principal: la elite psicópata, corrupta, cada vez más incapaz e idiota a cargo de todos los asuntos del mundo. ¡Pero si hasta el presidente de la primer potencia del mundo es un hombre senil, que inventa cosas, se equivoca, deambula por los escenarios! ¿puede haber una prueba más obvia del nivel de decadencia de las "democracias" liberales?.Entendemos a lo que estamos llegando?
El que hoy estemos dejando masacrar un pueblo entero, a dos millones de habitantes, 40% menores de 15 años, por el accionar de un grupo terrorista, con el apoyo total de la Unión Europea y EEUU ¿no es el indicio más claro que las instituciones que hemos venido creando en la modernidad ya no tienen más nada que ofrecer?, ¿que todos los valores del iluminismo y los derechos del hombre enarbolados por Occidente no son más que una cáscara vacía?. Usados aquí y allá, pero que ya no significan NADA.
Para que tengamos claro el punto al que hemos llegado, en el lapso de dos años Occidente ha pasado de armar y aplaudir a nazis en Ucrania a respaldar un genocidio y amparar crímenes de guerra. Mientras tanto, la palabra nazi es usada por políticas y medios para amedrentar cualquier clase de crítica.
Pero el miedo y la división son el juego que los mantiene en el poder. Son las herramientas de manual con las que nos entretienen mientras se concentra en sus manos la riqueza con una rapidez nunca vista, mientras el planeta es depletado para que ese 0.01% siga llenándose los bolsillos. No es el 1% como nos quieren hacer repetir, el poder y el control, después de años de capitalismo canibal está concentrado en poquísimas manos.
Y cuando de esta fabricación y manipulación del conflicto se puede generar una guerra: ¡Bingo! Además de tenernos entretenidos y peléandonos, la elite se llena los bolsillos. Desde hace décadas la guerra se ha privatizado y la elite financiera es la principal benificiaria.
Si bien grandes porcentajes de la población todavía siguen enganchados en la confrontación manufacturada del momento y toma partido, un porcentaje nada desdeñable se da cuenta de la manipulación, sospecha de hechos y motivaciones y se pregunta si no habrán sido manufacturados. Y este despertar de una parte de la humanidad, algún peligro representa para la clase dominante, porque sino no habría tanta desesperación desde el poder por el control de la narrativa. Por eso la censura, la cancelación de voces, el uso de apelativos para los disidentes -nazi, fascista, negacionista, conspiranoico- están a la orden del día. Por eso las búsquedas de google no nos arrojan determinados resultados. Por eso el trabajo conjunto entre Sillicon Valley y las agencias de seguridad de EEUU. Por eso el ejército de fact checkers. Por eso la implementación de departamentos estatales para luchar contra el "terrorismo" interno. Por eso la prohibición a manifestar.
El Complejo Censura-Industrial, como lo llama Matt Taibbi en un relevamiento de los distintos actores, no es más que el Complejo Militar-Industrial renacido para la era de la 'guerra híbrida' de la información digital"
Por eso Julian Assange está en prisión y Snowden exiliado.
Martin Gurri, antiguo analista de medios de comunicación de la CIA, señala en su libro La revuelta del público, que todas las sociedades están gestionadas por una clase de élite que basa su poder y autoridad en el control del flujo de información y de la formación de narrativas explicativas sobre el mundo y la política. En las sociedades modernas, se trata de una vaga coalición de académicos, periodistas y políticos de carrera. El tema es que Internet ha hecho estallar la capacidad de la élite para gestionar el flujo de información, de modo que el público es ahora capaz de formar nuevas narrativas del mundo y la política a voluntad y según los principios que elijan, socavando la confianza de la población en la credibilidad de científicos, periodistas y expertos gubernamentales.
Por eso hoy, si no estás en Palestina, Ucrania o Armenia, la principal batalla es la psíquica. La batalla por nuestra mente. Y, evidentemente, la están perdiendo.
El objetivo final parece ser el caos. La forma que eligirán no la conocemos, pero lo que buscan es la excusa que les permitiría al grupo psicópata y corrupto a cargo del mundo, aplicar la única salida que le queda a un sistema que ya no tiene nada que ofrecer. Porque tenemos que tener claro que la promesa del desarrollo económico a través del crecimiento ilimitado no es efecto derrame generalizado, sino inequidad despiadada (vean ¿quienes son los dueños del mundo? para ver el nivel de concentración actual) y destrucción ambiental generalizada. Y, en el medio, la destrucción irremediable del espíritu humano. Un ser humano donde lo único relevante es su faceta productora y consumidora, que con la revolución tecnológica y el anunciado reemplazo como productor, sólo queda relegado a consumidor (de lo que sea: mercancías, psicotrópicos, alcohol, drogas, redes sociales, etc.).
Dentro de este paradigma que sigue siendo mecanicista, racionalista, materialista, que entiende que la excepcionalidad del hombre le da la posibilidad de control y dominación total de la naturaleza (vista como un decorado) y de control del ser humano masa (visto como un ser biológico, condicionado por los instintos e incapaz de libre albedrío) no es raro que la única salida que avizora el sistema y su clase dominante sea la del CONTROL TOTAL.
El control a través de la propaganda, solía alcanzar, pero como ya dijimos la imposibilidad de imponer la narrativa por la aparición de las redes sociales e internet hace que se deban desplegar otros mecanismos.
La elite, cada vez más expuesta, quiere el caos para luego darnos la "solución final", que cómo siempre, es más "seguridad" y más control. Y hoy dispone de medios tecnológicos para poder ejercerlo: pasaportes digitales, ranking sociales, cámaras de vigilancia, la desaparición del dinero y el empuje de una moneda digital gubernamental (que trackee todos nuestras operaciones monetarias y, de paso, si osamos cuestionar algo, la desaparición de nuestro dinero. ¿Muy tremendista la aseveración? Escondido por los medios masivos, la "democracia" liberal canadiense, liderada por el niño querido del progresismo, Justin Trudeau, terminó una larga manifestación en Otawa en 2022 contra unos camioneros -tildados de "extrema derecha" por supuesto- (les recuerdo a la izquierda que los trabajadores solían ser uno de los grupos a los que defendíamos) simplemente cerrandoles las cuentas bancarias, quedándose con los fondos que la gente les había donado, persiguiendo y cerrando cuentas a negocios que los habían apoyado. Y todavía existe y contamos con el dinero en efectivo, imagínense si el sueño de Christine Lagarde y de tantos bancos centrales de eliminarlo se hace realidad. Con un simple "delete" cualquier disidente se queda sin dinero. No creo que haya una forma de disciplinar y controlar mejor que esta.
Promesas de más seguridad y más control, que desde el 9/11 no han sido mas que excusas para un incremento notable de medidas de restricción de libertades individuales, llegando a niveles nunca vistos en la pandemia (restricciones de movimiento, obligación de aplicarse en el propio cuerpo sustancias médicas livianamente probadas blindando de responsabilidad a las corporaciones que las hicieron, etc), pero que se siguen amplificándose con prohibiciones de protesta, encarcelamiento a disidentes y restricciones a la libertad de expresión,
Estamos de nuevo frente al mismo escenario de miedo, división y confrontación. La misma gente en el poder (los funcionarios del departamento de defensa de Bush son casi los mismos que los de Biden).
La diferencia es que lo que se juega es más grande porque estamos ante un cambio estructural geopolítico: la pérdida del liderazgo de EEUU y del bloque anglosajón, el fin del dominio del dólar y lo que esto significa para los niveles de deuda de EEUU, la fragilidad del sistema financiero global por los niveles de deuda global, la pérdida de la sociedad del trabajo y de las clases medias, la crisis ambiental que no da tregua, la desconfianza total en todas las instituciones y sus líderes.
Así que en estos momentos delicados para la humanidad, recordemos las palabras de Assange: "Todas las guerras de los últimos 50 años son resultado de las mentiras de los medios de comunicación".
Quiénes desean controlarnos están creando el problema para provocar una reacción y ofrecernos la solución que invariablemente implica la renuncia a nuestras libertades para aumentar nuestra sensación de seguridad.
No nos dejemos llevar, no nos sumemos a la confrontación que nos proponen, tengamos compasión por los que sufren y practiquemos la deslealtad hacia quiénes nos gobiernan. No merecen otra cosa.
Fuente:ClimaTerra https://www.climaterra.org/post/sembrando-el-caos-y-la-división-para-seguir-empujando-la-fase-autoritaria-del-capitalismo - Imagen de portada: Protestas en el Congreso estadounidense con motivo del conflicto Israel-Palestina - "Los judíos dicen cesen el fuego ya" - 20 de octubre de 2023
