Argentina - Hidrocarburos: entre confirmaciones e interrogantes
Una baja en las retenciones para estimular la inversión. El avance de los no convencionales y la nueva “joya” en el norte del país. La importancia del mercado interno para el financiamiento del plan de negocios de YPF. Un nuevo fallo complica la asociación con Chevron.
Por Diego Pérez Roig*.
- A poco menos de un año de la recuperación del control de YPF por parte del Gobierno Nacional, y a meses del establecimiento de nuevas pautas de funcionamiento del sector (decreto reglamentario 1277/12), el verano va dejando pistas e interrogantes sobre el curso que seguirá la actividad a mediano plazo.
Confirmaciones
Como ocurriera con la actualización del precio del gas en boca de pozo, continúa el reordenamiento del esquema de negocios del sector, atendiendo las necesidades de rentabilidad de las compañías petroleras. A comienzos de enero, la resolución 1/2013 del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas estableció un nuevo sistema de retenciones, actualizando el “valor de corte” que el productor recibe por cada barril exportado (que era de US$ 42 + US$ 28 por compensación, a directamente US$ 70), y el precio de referencia internacional a partir del cual se aplica el gravamen (pasó de US$ 60,9 a US$ 80). De esta manera, sedimenta la política por la cual el Estado Nacional resigna parte de sus ingresos por retenciones, y se equiparan los niveles de rentabilidad entre el petróleo de exportación y el destinado al mercado interno. ¿El propósito? Estimular nuevas inversiones en exploración y explotación, fundamentalmente de hidrocarburos no convencionales, que apuntalen el autoabastecimiento y alivien el gasto por importación de combustibles.
En sintonía con esta estrategia, el titular de YPF, Miguel Galuccio declaró recientemente: “Desde que asumimos, con todo el acompañamiento del Estado Nacional y de las provincias pusimos nuestro foco en la posibilidad de revertir la situación energética del país con el desarrollo del no convencional. Lo que parecía una utopía es hoy una realidad, pero el desafío es lograr un crecimiento masivo para poner en producción los recursos que tenemos”.
A propósito, un informe recientemente divulgado en castellano por la compañía Schlumberger en la revista Oilfield Review, da cuenta de los próximos objetivos en esta materia. A las ya promocionadas formaciones de Los Molles y Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina, se sumaron la D-129 (que puso en marcha su primer pozo el 13 de febrero, con presencia de CFK incluida), Aguada Bandera –en la cuenca del Golfo San Jorge-, y la formación Los Monos, ubicada en una porción de la Cuenca Chacoparanaense correspondiente a la provincia de Salta. En este último caso, de acuerdo al mencionado informe, las reservas técnicamente recuperables serían de 14,8 billones de m3, equivalentes a 335 veces la producción total del país durante 2012. A nivel mundial sobran las denuncias contra las maniobras de las compañías para la obtención de subsidios y mejores precios, por lo que es altamente probable que un estudio con mayores fundamentos eche por tierra una estimación tan exorbitante.
En otro orden, el CEO de YPF confirmó la importancia que tendrá el mercado interno para el financiamiento del plan de negocios 2013-2017 de la empresa. El mismo contempla un aumento de las inversiones –de US$ 3.500 a US$ 5.300 millones anuales- que no podrá saldarse únicamente con incrementos en la producción. Si bien en 2012 se detuvo la estrepitosa caída de los números de la compañía, la extracción de petróleo creció apenas un 2,9%, y la de gas –principal componente de la matriz energética nacional- cayó 2,6%. Este año YPF buscará incrementar la producción de petróleo y gas un 4% y 1,8%, respectivamente.
Entonces, buena parte del esfuerzo lo harán los consumidores. De acuerdo a Galuccio, durante este año “los aumentos de combustible van a seguir el curso normal que requiera la compañía y la industria”. Las decisiones que toma YPF, que cuenta con un 57% de participación en el mercado de naftas y gasoil, generan inmediata repercusión en la política de precios de las demás compañías. Por lo tanto, los aumentos serán generalizados y tenderán a ensanchar la brecha de precios existente entre el área metropolitana y el resto del país –mientras en Capital Federal la nafta súper oscila entre $ 6,34 y $ 7,29 según la marca, en provincias como Catamarca, Chaco y Corrientes supera los $ 8,19.
Interrogantes no convencionales
A fines de enero la Cámara de Apelaciones en lo Civil ratificó el embargo dispuesto por el juzgado de primera instancia contra los activos de Chevron en Argentina. La medida responde a un fallo de similar tenor emitido por la justicia ecuatoriana a raíz del etnocidio y ecocidio perpetrado durante años por Texaco –compañía adquirida por Chevron- en la amazonia de aquel país. El conflicto complica seriamente una asociación clave para el futuro de YPF, y por ahora todos los caminos conducen a la Corte Suprema de Justicia y al ajedrez de la política regional.
Finalmente, en las últimas semanas se conoció un informe técnico del COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) que señala que durante 2011 se produjeron 1.982 incidentes de contaminación en la región –un incremento del 70,3% con respecto a 2010-, que ocasionaron derrames de aguas de producción y petróleo equivalentes a 14 camiones de combustible totalmente cargados. Más de la mitad de los hechos se produjo a raíz de fallas por corrosión en las instalaciones, y como muchas empresas declararon los incidentes a plazos vencidos, las inspecciones se realizaron en forma parcial, “no pudiéndose concretar la verificación de la totalidad de este grupo de incidentes”. Como una trágica coincidencia, en los días en que se daba a conocer el informe, en Neuquén se produjeron cuatro derrames petroleros, que involucraron a las empresas Petrobras, YPF y New American Oil. La pregunta que surge es obvia: concediendo que fuese posible, ¿qué clase de “desarrollo sustentable” puede esperarse de los hidrocarburos no convencionales, si el modus operandi del sector se basa en la desinversión en infraestructura para la obtención de mayores ganancias, y en la falta de control de los organismos competentes?
Fuente: Por OPSur * Licenciado en Ciencia Política / Miembro del Observatorio Petrolero Sur / @dperezroig - Imagen: patagoniaenergetica.com
Por Diego Pérez Roig*.
- A poco menos de un año de la recuperación del control de YPF por parte del Gobierno Nacional, y a meses del establecimiento de nuevas pautas de funcionamiento del sector (decreto reglamentario 1277/12), el verano va dejando pistas e interrogantes sobre el curso que seguirá la actividad a mediano plazo.
Confirmaciones
Como ocurriera con la actualización del precio del gas en boca de pozo, continúa el reordenamiento del esquema de negocios del sector, atendiendo las necesidades de rentabilidad de las compañías petroleras. A comienzos de enero, la resolución 1/2013 del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas estableció un nuevo sistema de retenciones, actualizando el “valor de corte” que el productor recibe por cada barril exportado (que era de US$ 42 + US$ 28 por compensación, a directamente US$ 70), y el precio de referencia internacional a partir del cual se aplica el gravamen (pasó de US$ 60,9 a US$ 80). De esta manera, sedimenta la política por la cual el Estado Nacional resigna parte de sus ingresos por retenciones, y se equiparan los niveles de rentabilidad entre el petróleo de exportación y el destinado al mercado interno. ¿El propósito? Estimular nuevas inversiones en exploración y explotación, fundamentalmente de hidrocarburos no convencionales, que apuntalen el autoabastecimiento y alivien el gasto por importación de combustibles.
En sintonía con esta estrategia, el titular de YPF, Miguel Galuccio declaró recientemente: “Desde que asumimos, con todo el acompañamiento del Estado Nacional y de las provincias pusimos nuestro foco en la posibilidad de revertir la situación energética del país con el desarrollo del no convencional. Lo que parecía una utopía es hoy una realidad, pero el desafío es lograr un crecimiento masivo para poner en producción los recursos que tenemos”.
A propósito, un informe recientemente divulgado en castellano por la compañía Schlumberger en la revista Oilfield Review, da cuenta de los próximos objetivos en esta materia. A las ya promocionadas formaciones de Los Molles y Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina, se sumaron la D-129 (que puso en marcha su primer pozo el 13 de febrero, con presencia de CFK incluida), Aguada Bandera –en la cuenca del Golfo San Jorge-, y la formación Los Monos, ubicada en una porción de la Cuenca Chacoparanaense correspondiente a la provincia de Salta. En este último caso, de acuerdo al mencionado informe, las reservas técnicamente recuperables serían de 14,8 billones de m3, equivalentes a 335 veces la producción total del país durante 2012. A nivel mundial sobran las denuncias contra las maniobras de las compañías para la obtención de subsidios y mejores precios, por lo que es altamente probable que un estudio con mayores fundamentos eche por tierra una estimación tan exorbitante.
En otro orden, el CEO de YPF confirmó la importancia que tendrá el mercado interno para el financiamiento del plan de negocios 2013-2017 de la empresa. El mismo contempla un aumento de las inversiones –de US$ 3.500 a US$ 5.300 millones anuales- que no podrá saldarse únicamente con incrementos en la producción. Si bien en 2012 se detuvo la estrepitosa caída de los números de la compañía, la extracción de petróleo creció apenas un 2,9%, y la de gas –principal componente de la matriz energética nacional- cayó 2,6%. Este año YPF buscará incrementar la producción de petróleo y gas un 4% y 1,8%, respectivamente.
Entonces, buena parte del esfuerzo lo harán los consumidores. De acuerdo a Galuccio, durante este año “los aumentos de combustible van a seguir el curso normal que requiera la compañía y la industria”. Las decisiones que toma YPF, que cuenta con un 57% de participación en el mercado de naftas y gasoil, generan inmediata repercusión en la política de precios de las demás compañías. Por lo tanto, los aumentos serán generalizados y tenderán a ensanchar la brecha de precios existente entre el área metropolitana y el resto del país –mientras en Capital Federal la nafta súper oscila entre $ 6,34 y $ 7,29 según la marca, en provincias como Catamarca, Chaco y Corrientes supera los $ 8,19.
Interrogantes no convencionales
A fines de enero la Cámara de Apelaciones en lo Civil ratificó el embargo dispuesto por el juzgado de primera instancia contra los activos de Chevron en Argentina. La medida responde a un fallo de similar tenor emitido por la justicia ecuatoriana a raíz del etnocidio y ecocidio perpetrado durante años por Texaco –compañía adquirida por Chevron- en la amazonia de aquel país. El conflicto complica seriamente una asociación clave para el futuro de YPF, y por ahora todos los caminos conducen a la Corte Suprema de Justicia y al ajedrez de la política regional.
Finalmente, en las últimas semanas se conoció un informe técnico del COIRCO (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado) que señala que durante 2011 se produjeron 1.982 incidentes de contaminación en la región –un incremento del 70,3% con respecto a 2010-, que ocasionaron derrames de aguas de producción y petróleo equivalentes a 14 camiones de combustible totalmente cargados. Más de la mitad de los hechos se produjo a raíz de fallas por corrosión en las instalaciones, y como muchas empresas declararon los incidentes a plazos vencidos, las inspecciones se realizaron en forma parcial, “no pudiéndose concretar la verificación de la totalidad de este grupo de incidentes”. Como una trágica coincidencia, en los días en que se daba a conocer el informe, en Neuquén se produjeron cuatro derrames petroleros, que involucraron a las empresas Petrobras, YPF y New American Oil. La pregunta que surge es obvia: concediendo que fuese posible, ¿qué clase de “desarrollo sustentable” puede esperarse de los hidrocarburos no convencionales, si el modus operandi del sector se basa en la desinversión en infraestructura para la obtención de mayores ganancias, y en la falta de control de los organismos competentes?