Italia: un pequeño pueblo es escenario de una batalla por el maíz genéticamente modificado
Después de leer esta historia en The New York Times, creo que Giorgio Fidenato, agrónomo de profesión, debe despertar sentimientos extremos en su país, Italia. Como un verdadero desafío, Fidenato se mostró a quien quisiera verlo sembrando seis semillas de maíz genéticamente modificadas del tipo MON810 sin tener el permiso del ministerio de agricultura italiano.
Para incrementar la indignación de sus oponentes, Fidenato ha revelado que en realidad ya ha plantado dos campos enteros con esta semilla en su propiedad de Vivaro y a ver cómo hacen ecologistas y demás enemigos de los transgénicos para diferenciar ese maíz del normal, pues el maíz, naturalmente, parece maíz.
Fidenato está dispuesto a asumir ser el centro de la controversia con tal de tener un maíz, como el MON810, que produce un químico que mata a las larvas del barrenador del maíz, un Lepidóptero cuya oruga perfora los tallos, espigas y mazorcas. Y el agricultor ha advertido que si el gobierno italiano no permite el uso de la semilla, él mismo comandará un batallón de agricultores dispuestos a sembrarla por toda Italia.
De acuerdo con The New York Times, después de la provocación de Fidenato, investigadores hicieron pruebas genéticas para identificar la ubicación del maíz OGM en el mar de maizales que rodea Vivaro, incautaron cerca de 12 hectáreas del cereal y declararon las plantaciones ilegales.
Por su parte, activistas de Greenpeace subrepticiamente cortaron los tallos de las plantas transgénicas con la esperanza de evitar que su polen se extienda por la zona.
Vía | www.nytimes.com Fotografía | Perry McKenna