MINERIA ¿ SALVACION O CONDENA ?
Peter Hartmann; Director CODEFF Aisén
Las noticias acerca de los mineros atrapados en la mina San José en la zona de Copiapó, nos mantuvieron en vilo durante estos últimos días. Junto con eso, surgió el cuestionamiento a la seguridad existente en la minería y sobre su fiscalización.
Mientras esto ocurría, el paradógico y demagógico titular del Diario de Aysén del miércoles pasado era: “Compra de Mina Cerro Bayo crea 500 cupos de empleo”. Eso, como si la Minera Cerro Bayo, Fachinal, o como se llame, acabase de entrar en operaciones y jamás hubiera despedido a su personal ante la primera baja de precio del oro y plata o el agotamiento de alguno de sus minerales.
Que duda cabe que Chile es un país minero y hasta nos enorgullecemos como nación de serlo, sin siquiera el menor análisis de las consecuencias. Así las cosas, la minería en nuestro país constituye el clásico ejemplo de “pan para hoy, hambre para mañana”, porque de sustentabilidad en esta actividad, mejor ni hablar. Así además, sigue siendo el mejor ejemplo de colonialismo económico, de mega huella ecológica y social y de mega mochila ambiental, y porque no decirlo, de factor de corrupción. Peor aún, es tal vez el mejor ejemplo de inconciencia, ceguera , subdesarrollo y estupidez nacional. Porque ¿aprendimos la lección de lo sucedido con el salitre ? y ¿ porqué olvidamos tan fácilmente las razones que llevaron al “proyecto país” de la nacionalización de la gran minería del cobre ?
Y perdonen la crudeza los mineros, con quienes me siento de alguna forma hermanado; si hay un tema que conozco de cerca es éste, ya que mi padre era fotógrafo jefe de El Teniente y ya a los 14 años lo acompañe a los interiores de esa mina, cuyo proceso terminé conociendo por completo.
Aparte del conocimiento directo (también estuve en Chuqui y Fachinal), de la destrucción de paisajes, valles, ríos, montañas, comunidades, con el tiempo conocí que la mochila ambiental de un kilo de cobre según estudio del Wupperthaler Institut es de 750 toneladas de desechos, que la huella ecológica de la minería es la mayor de todas las actividades humanas (lo cual fácilmente se puede verificar en Internet), que la desnacionalización ha llevado a que hoy en día 70% de la minería en Chile este nuevamente en manos transnacionales y que esas empresas evitan tributar en nuestro país. O sea, solo dejan los sueldos y lo que mueven en la economía en el tiempo en que se llevan recursos en bruto de valor incalculable y que nunca mas veremos. Ah, desde el 2006 también dejan un royalty ratón de 0,5 a 5 % sobre la producción, después que hicieron todo lo posible para evitarlo y se salieron con la suya gracias a un lobby corruptor que logro una mayoría de parlamentarios poco patriotas. Así y todo, el royalty ha dejado al país tres mil millones de dólares en tres años. Y si lo anterior fuera poco, también conocí de que la minería solo entrega el 1,5% del empleo nacional, mientras es tal vez el mayor consumidor y contaminador de agua y consume 31% de la energía.
Tanta es la energía que devora, que hasta se pretende ahora destruir Aisén para obtenerla y alimentar las nuevas operaciones mineras ubicadas en el Sistema Interconectado Central (según Endesa), ahí, cerca de la mina San José. Entre esas mineras están Pascua - Lama y Cerro Casale (Barrick y Kinross), El Morro & La Fortuna y El Pachón (Xstrata), Caserones (consorcio japonés), Vicuña y Las Flechas (Tenke) y las ampliaciones de Los Pelambres (Antofagasta Minerals-Luksic), Carmen de Andacollo (Teck - Cominco), Los Bronces (AngloAmerican) y Amos Andrés (Río Tinto).
Con toda esta información en mano y que por cierto a la mayoría de los chilenos jamás le llega, uno puede concluir que lo que algunos interesados presentan hoy como nuevo “proyecto país”, es todo lo contrario: es el plan para destruir Aysén para el lucro de transnacionales energéticas que pretenden seguir enriqueciéndose vendiendo electricidad para el lucro de transnacionales mineras que poco aportan al desarrollo del país; al contrario, nos roban y corrompen a cambio de limosnas mientras dejan el hoyo y la mugre. Si esto no es un absurdo ¿qué es? ¿Seremos tan ingenuos o estúpidos como para tragarnos estos cantos de sirena?