La contaminación atmosférica quita hasta 9 años de vida a los británicos que viven en las ciudades
El Reino Unido no es un buen lugar para respirar hondo. Al menos, no sus ciudades. Multas, mala salud, enfermedades, menos años de vida… Así de caro están pagando los británicos respirar aire contaminado. Un precio que, sólo en el apartado de multas, se traducirá en 300 millones de libras a pagar a la Unión Europea por no haber cumplido los objetivos europeos.
Los detalles de todas estas cuestiones se tratan en un informe parlamentario que será publicado mañana, pues el Reino Unido se enfrenta a 300 millones de libras en multas por no haber reducido los niveles de contaminación a niveles considerados seguros por la UE. Pero los británicos también pagan este incumplimento con enfermedades del corazón, alergias, asma o el cáncer.
Según este informe, más de 50.000 personas mueren prematuramente en el Reino Unido cada año, y miles más sufren de enfermedades graves a causa de la contaminación artificial del aire.
Así las cosas, no extraña que la mayor parte de la población rural británica esté formada por gentes que salen huyendo de las ciudades. Hasta tal punto la polución atmosférica resulta perjudicial, que reduce la esperanza de vida hasta nueve años en las zonas urbanas más afectadas.
Pero no es necesario irse a los extremos. También asusta, y casi más, saber que los británicos mueren ocho meses antes de tiempo debido al aire sucio. Y resulta terrorífico saber que los contaminantes de los automóviles, la fábricas, las casas y la agricultura causa problemas de la infancia de la salud tales como parto prematuro, asma y el desarrollo pulmonar pobres.
Ni qué decir tiene que esta contaminación, además, desempeña un papel importante en el desarrollo de enfermedades crónicas. O que son una mala influencia para las enfermedades que acortan la vida de adultos, como las que afectan al corazón y los pulmones.
Dinero y enfermedad son un todo, en realidad, pues el aumento de las visitas médicas crece, y con ellas vienen las medicinas y los gastos hospitalarios… En resumen: el tratamiento de las víctimas de la mala calidad del aire de Gran Bretaña le cuesta al país hasta 20 mil millones de libras cada año. Evidentemente, se hace necesario un cambio radical de modelo energético.
Es mucho dinero, pero también son muchos los afectados: cerca de 5,5 millones de personas reciben tratamiento para el asma, y más de 90.000 personas fueron ingresadas en el hospital como consecuencia de esta enfermedad en Inglaterra en los últimos dos años.
El informe reconoce a Gran Bretaña como el mayor emisor de Europa de óxidos de nitrógeno y tuvo 1,5 millones de personas expuestas a niveles peligrosos en el 2007, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Vía | www.independent.co.uk Fotografía | thewritingzone