HONDURAS: Presionan para construir represas ilegales en el departamento de Atlántida
Por Miriam Miranda
El otorgamiento masivo de licencias ambientales durante la dictadura de Roberto Micheletti, a personajes afines al régimen golpista, es parte de la serie de desatinos cometidos durante el lapso de siete meses que duró su cuestionada gestión.
En los últimos año se ha venido especulando sobre el inicio de la construcción de una serie de represas hidroeléctricas en la costa norte de Honduras, algunas de ellas dentro del territorio de las comunidades garífunas.
Según un reporte elaborado por Conservation Strategy Fund, denominado Inventario de Proyectos de Infraestructura en Mesoamercia (septiembre, 2005), en Honduras existen 129 proyectos hidroeléctricos con permisos para realizar estudios de factibilidad.
En un artículo publicado por el diario La Tribuna de fecha 9 de marzo del presente año (1), "La Fiscalía Especial del Medio Ambiente detectó el otorgamiento masivo de licencias ambientales que en pocos días fueron emitidas durante las dos pasadas administraciones del Estado, representando un perjuicio incuantificable para las áreas protegidas y el mismo Estado, se informó en el Ministerio Público".
El Fiscal del Medio Ambiente Aldo Santos señaló que: “La Fiscalía ya cuenta con las primeras informaciones de algunas licencias que creemos deben ser revisadas porque en menos de nueve días se dieron licencias ambientales en el gobierno anterior y eso sí nos asusta porque en tantos años de estar acá con el tema del ambiente, materialmente es imposible que una tan sola licencia ambiental se dé en nueve ó diez días”.
El otorgamiento masivo de licencias ambientales durante la dictadura de Roberto Micheletti, a personajes afines al régimen golpista, es parte de la serie de desatinos cometidos durante el lapso de siete meses que duró su cuestionada gestión.
La ausencia de estudios ambientales apropiados para lograr obtener una licencia ambiental, además de no haberse efectuado en el caso de la comunidad garífuna de Sambo Creek una consulta comunitaria -tal como lo exige el Convenio 169 de la OIT-, demuestra la voracidad e interés por parte de los inversionistas para proceder de forma acelerada a la construcción de las represas.
En el caso de Sambo Creek, si bien existió una reunión en la Municipalidad de la Ceiba, donde los presuntos inversionistas, la familia Ponce, hicieron una presentación del proyecto, la que repitieron posteriormente en una ong afrodescendiente con sede en la misma ciudad; dichas reuniones están muy lejos de ser una consulta comunitaria, y no pasaron más que de reuniones informativas sobre el proyecto.
La cuenca del rio Cuyamel ha sido devastada por la extracción ilegal de madera perpetrada por personas ajenos a la comunidad. La comunidad ha padecido de fuertes inundaciones (2003, 2004, 2006), las que presagian una futura sedimentación de la represa.
Existe un enorme mercado para la producción de energía en el país. El caso de la construcción de micro represas a manos de empresarios, es parte de la visión neoliberal, donde el Estado es suplantado en muchas de sus funciones por la iniciativa privada.
De hecho, la producción energética es una de las mayores carencias que padece el país. No obstante, según la CEPAL, se pierde un 23,5% de la producción nacional en el tendido de distribución, siendo el segundo país del continente con mayor pérdida en el tendido.
Según un estudio efectuado por el Banco Mundial, concluye que un punto porcentual de pérdida de energía equivale a 150 millones de lempiras, o sea un estimado de perdida total de 3,525 millones de lempiras. Por supuesto que sería más útil invertir en refaccionar el sistema de distribución, que en destruir los ríos.
Una de las mayores problemáticas que padece el país, son las graves consecuencias del cambio climático. Períodos de largas sequías, acompañadas de ciclos de fuertes lluvias, son los pronosticos que el Panel Internacional sobre cambio Climático (IPCc, por sus siglas en inglés) ha indicado posiblemente sucederá en nuestro país.
La construcción de represas como energía limpia, no es más que un pingue negocio en un proceso que se inclina hacia la privatización de los servicios públicos. Honduras se ha distinguido por carecer de un plan maestro de energia y mucho más en lograr cambiar patrones de consumo y derroche energético.
La comunidad de Sambo Creek testifica la destrucción de su cuenca a manos de personas inescrupulosos y la apatía de los funcionarios públicos. De ahí que la construcción de la represa en un río que ha padecido de severas intervenciones antropogénicas, se convierte no sólo en una usurpación de la comunidad sino que también es una amenaza para la misma.
Al igual la destrucción que se prepara en el rio Cuyamel de Sambo creek, existen proyectos para construir represas en los ríos Perla, Santiago, San Juan y San Juancito. Siendo algunas de estos proyectos promovidos por supuestos ambientalistas, que vislumbran una mina de oro en los ríos que supuestamente han ayudado a proteger en el pasado.
La Ceiba, 17 de Mayo del 2010
Miriam Miranda
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
Nota:
(1) http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=106601