CHILE: Una historia de no respeto a los bosques nativos y la ley forestal





A partir del año 2008, la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) efectuó una serie de vuelos sobre las cordilleras de Los Andes y de la Costa en la Región de Los Ríos y en el extremo norte de la Región de Los Lagos, con el objeto de evaluar el estado de conservación y la posible eliminación de áreas con bosques nativos, que implica el cumplimiento de la legislación forestal y ambiental vigente en nuestro país.
Un equipo de profesionales de la AIFBN realizó estas inspecciones y entregó toda la información sistematizada (fotografías, rutas de vuelo, coordenadas geográficas, detalle de los hechos observados), generando un informe de monitoreo, apoyado en cartografía digital y resultados de monitoreos realizados en años anteriores.
A partir del análisis de esta información se agruparon los sectores que evidenciaron cortas ilegales, detectándose 23 acciones irregulares en diferentes predios, que fueron denunciadas ante la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en julio del año pasado.
Dicha instancia estatal respondió a la totalidad de las denuncias cursadas, en las que se ha verificado incumplimiento de la legislación vigente en materia forestal.
Entre los principales infractores se encuentra Forestal Valdivia S.A., perteneciente al grupo ARAUCO, empresa que cuenta con certificación CERTFOR Chile y con la certificación FSC, correspondiente a certificado de Cadena de Custodia SGS-COC-005376.
Nuestra organización, con más de 15 años de experiencia y constante trabajo en la promoción de la conservación y uso sustentable de nuestros bosques nativos y recursos forestales, ve con preocupación el uso del sello de certificación forestal, FSC, por parte de empresas cuya responsabilidad en materia ambiental y social es cuestionable.
En lo relativo a la denuncia de las acciones de la Forestal Valdivia en la comuna de Lanco, la importancia del Lof Mapu de Antilhue, como centro biológico para la vida, reside en que los predios cosechados a tala rasa por la empresa aludida son parte de la montaña que provee de agua a 5 comunidades que están en la comuna de Lanco, donde se ven afectadas al menos 700 personas con la cosecha de plantaciones y posterior quema de vegetación NATIVA existente, con químicos de alta toxicidad.
El desglose señala que en las comunidades de Quemchue están en riesgo 51 familias (125 personas), Ad-Mapu con 16 familias (58 personas), Carmen Antilef con 26 familias (67 personas), Antilhue con 120 familias (360 personas) y Huillomallin, con 30 familias (90 personas), con un promedio de 4 personas por familia en promedio.
A su vez, en el sector norte de la montaña está la comuna de Loncoche, con los Lof de Chanleufu, Chaura y Huitag, perteneciente a la comuna de Panguipulli, donde actualmente conviven 45 comunidades jurídicas mapuche con un total de 1.258 familias mapuche según datos del Censo 2002.
Esta montaña no solo es la fuente de agua para el consumo humano de miles de personas, sino también es tremendamente rica en su diversidad biológica y cultural, ya que en ella se encuentran los wenkul o cavernas, los eltwe o cementerios indígenas, entre otras zonas de vital importancia en el ideario mapuche sobre las explicaciones de la vida y su interacción con la naturaleza.
La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) denuncia ante la Corporación Nacional Forestal en las ciudades de Santiago y Valdivia “los gravísimos incumplimientos ambientales de la empresa Forestal Valdivia, perteneciente al Grupo Arauco, en la localidad de Lanco, al norte de la región de Los Ríos”, que implican además una falta absoluta de conciencia social, al no respetar las fuentes de agua de las comunidades mapuche de esta zona.
Desde febrero de este año, la empresa envía a subcontratistas a quemar la vegetación NATIVA existente con químicos de alta toxicidad. Estos químicos, al ser aplicados sobre la vegetación, permanecen en el suelo y son movilizados por las lluvias hacia los cursos de agua, los cuales abastecen a cientos de familias de la localidad de Antilhue.
Los daños que generan estos tóxicos son de 2 tipos: 1) inmediatos, que se manifiestan con enfermedades intestinales y; 2) en el largo plazo, ya que estos elementos químicos se acumulan en el cuerpo y pueden generar mutaciones que se van a expresar en la siguiente generación, es decir, los niños que hoy día están tomando agua pueden tener hijos/as con graves malformaciones.

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