Los peces del océano podrían desaparecer en 40 años: Naciones Unidas
Expertos de Naciones Unidas advertían que a menos que no se reduzcan las flotas pesqueras y se permita la recuperación de los stocks, el mundo se enfrenta a la espantosa posibilidad de que los océanos se queden sin peces en los próximos 40 años, señalando que los stocks podrían quedar extintos en 2050 de seguir con la actual sobrepesca.
El informe destaca la 'mala gestión, la falta del cumplimiento de la ley y los subsidios a la pesca, principalmente por países desarrollados y que totalizan más de 27 billones de dólares anualmente.
‘Si las estimaciones varias que hemos recibido… se cumplen, entonces en 40 años no habrá peces,’ advertía Pavan Sukhdev, jefe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, (UNEP por sus siglas en inglés) de la iniciativa del Programa de Economía Verde.
El informe sostiene que este desastre puede evitarse si se crean zonas protegidas para los peces y se recortan los subsidios a las flotas pesqueras. La mayoría de subsidios son ‘malos', es decir, llevan a la sobrecapacidad y a la explotación.
Según el informe de la UNEP, actualmente solo un 25% de los stocks (especies de poco valor en su mayoría) tienen una poblacion saludable o razonablemente saludable para poder soportar incrementos en la producción. Pavan Sukhdev, jefe de la iniciativa, señala que actualmente el 30% de las pesquerías están completamente colapsadas y que están produciendo menos de un 10% con respecto a su capacidad original.
Achim Steiner, subsecretario general de Naciones Unidas, dijo que el mundo está ‘extrayendo el capital’ del que depende y que los gobiernos de todo el mundo deben pasar a la acción con el fin de preservar los stocks.
Entre las prácticas más escandalosas que se destacan en el informe están los subsidios al combustible para las flotas pesqueras y los incentivos para aumentar el tamaño de las flotas de pesca de arrastre de todo el mundo, método considerado uno de los principales responsables de la sobrepesca.
Expertos ambientales son conscientes del fracaso este marzo de una prohibición mundial al comercio del atún rojo, una de las muchas especies, dijo, que se enfrentan a la extinción. El poderoso grupo de presión de Japón y otros países consumidores de atún derrocaron en Doha la propuesta de clasificar a la especie en la conferencia de la CITES sobre especies en peligro de extinción.
Sin embargo, la advertencia de UNEP fue que el atún simboliza únicamente una catástrofe mucho mayor que amenaza la economía así como una agitación ambiental.
Según Naciones Unidas, un billón de personas, la mayoría procedentes de países pobres, dependen de la pesca como principal fuente de proteína animal.
El informe de Economía Verde estima que en el mundo existen 35 millones de personas que pescan repartidas en 20 millones de buques. Cerca de 170 millones de empleos dependen directa o indirectamente del sector, de manera que no sólo está en juego la biodiversidad de los océanos, sino también una parte substancial de la economía global y sustentos.
El informe deja entrever varias medidas que pueden reponer potencialmente los stocks globales, incluyendo la retirada paulatina de los subsidios a la pesca, la promulgación de políticas que protejan a los esquilmados stocks y el recorte de la cantidad de buques de pesca activos y pescadores.
UNEP rechazó nombrar a los principales infractores aunque señala que su informe definitivo contendrá cifras que permitirán a los lectores ‘comprender dónde está el problema
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