Investigadores ofrecen la primera prueba del deterioro de los corales al contacto con las algas marinas
Los arrecifes coralinos del mundo están desapareciendo. Al menos un tercio de las especies de coral en el mundo se enfrentan a la extinción y en el Caribe, los corales ya han descendido en casi un 80% en los últimos treinta años. Los ricos hábitats que crean estos sistemas están dando lugar a comunidades más simples y menos vibrantes dominadas por las algas marinas. Sin embargo las algas marinas no sólo son colonizadores oportunistas de aguas abandonadas por los corales, también son devoradoras de corales.
Douglas Rasher y Mark Hay de la Universidad de Tecnología de Georgia han hallado que en general las especies de peces herbívoros mantienen las algas marinas bajo control. Si estos peces empiezan a desaparecer debido a la actividad humana, se desencadena la expansión de las algas marinas provocando con ello el deterioro de los corales. El 40-70% de las especies de algas marinas más comunes liberan componentes que ahuyentan a las algas que permiten a los corales derivar energía solar. Privados de energía, los corales se 'blanquean' y mueren. El mensaje está claro: con la sobrepesca, nos convertimos en cómplices de la muerte de los corales.
Empleando ranuras de corales trasplantados como parte de un esfuerzo de repoblación, Hay y el estudiante graduado Douglas Rasher compararon los corales de dos especies distintas tras ser expuestas a diferentes tipos de algas marinas comunes cerca de los arrecifes de Fiji en el Pacífico y los arrecifes de Panamá en el Caribe. Plantaron algas marinas cerca de los corales trasplantados y también colocaron plantas de plástico cerca de los corales para simular los efectos de sombra o daño mecánico. Otros corales en las ranuras no tenían ni algas marinas ni plantas de plástico próximos.
Los investigadores visitaron el coral en dos momentos, 10 días y 20 días más tarde. En menos de 2 días, los corales en contacto con algunas especies de algas marinas blanquearon y murieron en aquellas partes de contacto directo. En otros casos, los efectos tardaron 20 días en aparecer, o para algunas especies de algas marinas, no se advirtieron efectos nocivos durante un periodo de 20 días. Finalmente, al menos 70% de las especies de algas marinas estudiadas acabaron teniendo efectos dañinos aunque únicamente en contacto directo con el coral.
Fuente: http://blogs.discovermagazine.com/notrocketscience/2010/05/11/overfishing-gives-toxic-seaweeds-an-edge-in-their-competition-with-corals/
OCEANSENTRY.ORG