Las ganancias las llevan los capitalistas y los riesgos los paga la sociedad
por R Natalicchio
Fragmento del Editorial de ECOPORTAL
En el modelo capitalista unos pocos se valen de cualquier medio para lograr ganancias siderales y se carece de controles eficientes, capaces de advertir a tiempo los procesos que pueden conllevar graves riesgos. Tal como ha sucedido con la especulación en el otorgamiento de los créditos inmobiliarios, sin las mas mínimas garantías. Esto es intrínseco al modelo, ya que las ganancias las llevan los capitalistas y los riesgos los paga la sociedad en su conjunto. Este modelo es capaz en cuestión de días de poner a disposición del sistema financiero cifras tan difíciles de dimensionar como los 700 u 800 mil millones de dólares del los EE.UU. o los cientos de miles de millones de euros de algunos países europeos. Pero no ha sido capaz en decenas de años de reducir los niveles de pobreza, de falta de acceso al agua potable, o de apoyar enérgicamente un cambio en los procesos de producción, de consumo y de aprovechamiento de energías limpias que reviertan el camino que nos está llevando a la destrucción del ambiente planetario. Lo que suceda con las personas, con los animales, con el agua o con el medio ambiente no es considerado problema en un sistema estrictamente economicista. No interesa, no son parámetros a tener en cuenta. Simplemente no es parte de la ecuación. La sensación que nos recorre es ambigua, por un lado no podemos ocultar la alegría que nos causa la crisis de un sistema tan injusto como el que mas, pero por el otro sabemos que los mas perjudicados son siempre los mismos, los que tienen menos recursos. Y que esta no será la excepción. Los límites impuestos en algunos casos por la propia Tierra y en otros conseguidos por nosotros mismos, los que hemos decidido trabajar activamente por ese cambio, empiezan a jugar un papel cada vez mas importante. El planeta ya no puede soportar mas la carga de contaminación a la que lo estamos sometiendo desde hace ya mas de 2 siglos. Y muchas personas que somos concientes de eso, cada vez mas, hemos decidido accionar para que la sociedad sepa que existen alternativas, que no se trata de esto o nada, sino que esto es lo que nos llevará a la nada, a un desastre socio ambiental de proporciones inimaginables y mas pronto que tarde. Seguramente el 2009 será un año con muchos problemas en lo económico-financiero, muchos sufriremos carencias como nunca antes, pero en las crisis radican oportunidades, y lejos de bajar los brazos, deberemos esmerarnos mas que nunca para que el movimiento ambientalista continúe creciendo como hasta ahora, o mas rápido aun y para que se comprenda que la solución a esta crisis no pasa por poner algunos parches a este sistema, para que continúe funcionando, sino por cambiar el modelo por otro ambientalmente sustentable, mas justo y solidario, en donde todos podamos tener una vida digna. Eso nos proponemos en Ecoportal y haber llegado ya a mas de 100.000 ecologistas suscriptos en esta publicación, nos llena de orgullo, de esperanzas y de responsabilidades que asumiremos gustosos.
Fragmento del Editorial de ECOPORTAL
En el modelo capitalista unos pocos se valen de cualquier medio para lograr ganancias siderales y se carece de controles eficientes, capaces de advertir a tiempo los procesos que pueden conllevar graves riesgos. Tal como ha sucedido con la especulación en el otorgamiento de los créditos inmobiliarios, sin las mas mínimas garantías. Esto es intrínseco al modelo, ya que las ganancias las llevan los capitalistas y los riesgos los paga la sociedad en su conjunto. Este modelo es capaz en cuestión de días de poner a disposición del sistema financiero cifras tan difíciles de dimensionar como los 700 u 800 mil millones de dólares del los EE.UU. o los cientos de miles de millones de euros de algunos países europeos. Pero no ha sido capaz en decenas de años de reducir los niveles de pobreza, de falta de acceso al agua potable, o de apoyar enérgicamente un cambio en los procesos de producción, de consumo y de aprovechamiento de energías limpias que reviertan el camino que nos está llevando a la destrucción del ambiente planetario. Lo que suceda con las personas, con los animales, con el agua o con el medio ambiente no es considerado problema en un sistema estrictamente economicista. No interesa, no son parámetros a tener en cuenta. Simplemente no es parte de la ecuación. La sensación que nos recorre es ambigua, por un lado no podemos ocultar la alegría que nos causa la crisis de un sistema tan injusto como el que mas, pero por el otro sabemos que los mas perjudicados son siempre los mismos, los que tienen menos recursos. Y que esta no será la excepción. Los límites impuestos en algunos casos por la propia Tierra y en otros conseguidos por nosotros mismos, los que hemos decidido trabajar activamente por ese cambio, empiezan a jugar un papel cada vez mas importante. El planeta ya no puede soportar mas la carga de contaminación a la que lo estamos sometiendo desde hace ya mas de 2 siglos. Y muchas personas que somos concientes de eso, cada vez mas, hemos decidido accionar para que la sociedad sepa que existen alternativas, que no se trata de esto o nada, sino que esto es lo que nos llevará a la nada, a un desastre socio ambiental de proporciones inimaginables y mas pronto que tarde. Seguramente el 2009 será un año con muchos problemas en lo económico-financiero, muchos sufriremos carencias como nunca antes, pero en las crisis radican oportunidades, y lejos de bajar los brazos, deberemos esmerarnos mas que nunca para que el movimiento ambientalista continúe creciendo como hasta ahora, o mas rápido aun y para que se comprenda que la solución a esta crisis no pasa por poner algunos parches a este sistema, para que continúe funcionando, sino por cambiar el modelo por otro ambientalmente sustentable, mas justo y solidario, en donde todos podamos tener una vida digna. Eso nos proponemos en Ecoportal y haber llegado ya a mas de 100.000 ecologistas suscriptos en esta publicación, nos llena de orgullo, de esperanzas y de responsabilidades que asumiremos gustosos.