Rally Dakar 09: lo que no dicen los medios



A veces nos sentimos boludos. Horas, días, meses y años trabajando por una causa a la que todos reivindican pero que en segundos borran con el codo. Todos somos ecologistas hasta que llega el Rally Dakar.
Más de quinientos autos, motos y camiones vienen a correr por estas pampas argentinas. Hace meses que todos andan como locos. Se habla de más de treinta mil personas que pisarán Santa Rosa (La Pampa - Argentina) y caminos aledaños, de las escuderías, de hacer un camping en el fondo de la casa, de colocar un puestito para vender cualquier chuchearía…
Hace meses que distintas reparticiones del gobierno provincial y municipal se empeñan en dejar todo bien presentado.
Algunos comerciantes chochos. Alojamiento y comida van a vender y calculan en algo más de un millón y medio de pesos para repartir por tres días de fiesta.
En el medio, el Estado (nosotros) pagará los cientos de metros de alambre para custodiar los autos en la laguna Don Tomás (Santa Rosa, LP), la seguridad para que nada pase, las rutas que utilizarán los autos, motos y camiones. Los bolsillos de los usuarios pagarán los médicos, los servicios de emergencia, la limpieza de la ciudad, la factura de la luz, las roturas…
Espejitos de colores nos vendieron los europeos y los compramos. Lo peor es que sabemos que nos están estafando, pero mejor no decir nada.
No dice nada el funcionario del dinero que sacará de las arcas del Estado para tenderle la alfombra al rally. No dicen nada los comerciantes porque algunos de los miles que nos visitarán comprarán. No dicen nada los profesionales y entendidos aunque saben que se destrozarán campos, bosques y pastizales.
Y tampoco decimos nada los vecinos porque nos gusta la fiesta, aunque sólo sea pasajera y luego haya que limpiar la mugre.
Fuente: ECO/Diario La Arena.Santa Rosa-La Pampa

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El rugir de los motores en la UBA

La decisión de la UBA de ceder sus instalaciones como playa de estacionamiento para cientos de vehículos que participarán del Rally Dakar Argentina-Chile generó malestar en diversos sectores de la comunidad académica. En especial, porque se trata de una competencia resistida por organizaciones sociales y ambientales, comunidades locales y pueblos originarios debido a su impacto sobre "sitios arqueológicos, fauna y flora local, y economías rurales".
Parte de los autos, camiones, motos y otras maquinarias que participarán de la competencia desde el sábado 3 de enero se trasladarán este viernes hasta Ciudad Universitaria, donde se asientan las facultades de Ciencias Exactas y de Arquitectura, como también la sede central del CBC. Según fuentes de la universidad, fue a pedido de la Secretaría de Turismo nacional que el rectorado de la UBA concedió el espacio ubicado detrás de los edificios en uso, sobre los cimientos nunca desarrollados de los pabellones IV y V de Ciudad Universitaria.

En la Facultad de Ciencias Exactas, la noticia cayó por sorpresa: "Nos enteramos hace dos o tres días, por los medios de comunicación -confesó un funcionario a Página/12-. Entendemos que la autorización la dio la UBA, pero a nosotros nadie nos notificó nada". Desde otras facultades de la institución, como la de Ciencias Sociales, comenzaron a circular manifestaciones de rechazo a la carrera.

El Rally Dakar se hará en 2009 por primera vez fuera de Africa, tras haber sido suspendido este año por amenazas terroristas. Con 530 equipos en competencia, la carrera abarcará casi 6 mil kilómetros: partirá del centro porteño y pasará por Santa Rosa, Puerto Madryn, Ing. Jacobacci, Neuquén, San Rafael y Mendoza. Cruzará la cordillera, atravesará Valparaíso, La Serena y Copiapó, para luego regresar por La Rioja y Córdoba. La llegada será el 18 de enero, otra vez en Buenos Aires.

Los riesgos ambientales que genera el rally se derivan de que no circula por rutas y caminos, sino por terrenos agrestes. Según advirtió la Red Nacional de Acción Ecologista, el trazado patagónico pasará -del 5 al 6 de enero- "por la zona de El Caín y parajes cercanos ubicados dentro del Area Natural Protegida Meseta de Somuncura", y luego por otra región protegida, la del Valle Cretácico, "ambas zonas de altísima fragilidad".

Los 188 autos, 230 motos, 30 cuatriciclos y 83 camiones, además de toneladas de repuestos, llegaron la semana pasada al país, al puerto de Zárate, procedentes de Francia. Permanecerán en la localidad bonaerense hasta este viernes. Después serán trasladados: parte al Regimiento de Patricios y parte a Ciudad Universitaria. Ahí estarán hasta que comiencen las actividades y después, al término de la carrera, volverán a los mismos lugares de estacionamiento. La Asociación de Arqueólogos de Argentina (Aapra) difundió su rechazo al evento: "No se han realizado en nuestro país los estudios de impacto ambiental y social que constituyen la herramienta para prevenir, mitigar y/o corregir los impactos negativos que causará el desarrollo de esta competencia que cuenta con el apoyo político a nivel nacional, provincial y municipal", señalaron los arqueólogos.

Fuente: www.pagina12.com.ar

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CARRERA DE IMPACTO
Por J. E. Gómez (Waste magazine)
Todos los años, los desiertos del noreste de Africa son objeto de uno de los mayores impactos ecológicos que se producen en el mundo. Nadie alza la voz. Los gobiernos no sólo callan sino que alientan y aportan fondos para la celebración del denominado Rally París Dakar, (lo de París es un eufemismo porque casi nunca tiene su salida en esta ciudad y realmente no comienza hasta llegar a tierras africanas), una caravana de impacto formada por cientos de vehículos todo terreno, motos, camiones y helicópteros, especialmente preparados para los rigores del desierto a alta velocidad, todos ellos acompañados por cientos de personas y una verdadera división logística cargada de carburantes, aceites pesados, neumáticos, pinturas y toda clase de elementos contaminantes. Durante varios días recorren unas tierras vírgenes, rompen sistemas de dunas, plantas que han necesitado muchos años y esfuerzos para crecer en durísimas condiciones ambientales, destrozan vestigios arqueológicos y paleontológicos junto a construcciones ancestrales y pasos milenarios. El rugir de los motores altera, en algunos casos de forma irremediable, el ecosistema y la vida de numerosas especies animales. Los accidentes se suceden por las duras condiciones del terreno. En cada uno de ellos se producen vertidos de combustibles y, tras reparar los daños de los vehículos, se dejará en el suelo, para siempre, el rastro inconfundible de la civilización de los albores del siglo XXI.

Tubos de escape en el desierto
por Andrés Cárdenas (artículo publicado en IDEAL)
Cuando oigo el berrear desmesurado de un tubo de escape de una moto siempre mando ­con la imaginación, claro está­  al que lo lleva a dos partes: a la mierda o al desierto. Luego me arrepiento, no de enviarlos a la mierda, sino de mandarlos al desierto. Y es porque pienso que lo mismo que me asustan a mí  esos berridos tóxicos pueden asustar a la cabra que está atada a la jaima del pobre saharahui, el cual sólo dispone del silencio del desierto para alardear de una pizca de felicidad.
Cuando ese rally (París-Dakar) de pijos con yamahas pasaba por Granada me asombraba la cantidad de gente que se apostaba en las lindes del recorrido para ver pasar  la carrera. Me preguntaba cómo era posible que hubiera tanta gente interesada en este evento  que tan descaradamente pone de relieve que hay gente que se divierte en un terreno donde sólo hay desgracias. Nada menos que veinticinco años llevan los pobres del Frente Polisario intentando que el mundo reconozca sus problemas y sólo son noticia cuando intentan boicotear una carrera de capullos que levantan una enorme polvareda en ese sitio que ellos tienen para vivir. Todos los años por estas fechas los periódicos y la televisión nos tiene puntualmente informados de quien va el primero en una carrera en la que se pone de manifiesto el abuso del poder del rico sobre el pobre, en una carrera que se convierte en la prueba más evidente de que no ha remitido en los países occidentales sus tendencias a considerar África una vieja colonia donde sólo se va a expoliarla o a divertirse. En estos días he oído a los enviados especiales de los medios de información hacer el comentario de la etapa y me ha llenado de vergüenza el desparpajo que tienen para decir quién gana o pierde la etapa y para enumerar los peligros que conlleva el transitar a toda leche por un sitio políticamente inestable e inseguro. Y digo que me ha llenado de vergüenza porque en sus crónicas dejan dicho que los héroes son los motoristas. 

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