QUÉ PIENSA AMÉRICA LATINA SOBRE LA CRISIS GLOBAL.



LA REGIÓN NO ES AJENA A LA TORMENTA. SOSTIENE O MODIFICA OPINIONES SEGÚN PERCIBE LAS AMENAZAS.
La crisis de Wall Street está impactando en América latina. La región que logró crecer gracias a cambios en sus políticas y condiciones económicas favorables un 6.1% en el 2004, 4.8% en el 2005, 5.6% en el 2006 y 5.7% en el 2007 crecerá en el 2008 no más de un 4.5%, y en el 2009, según los pronósticos, menos de un 2.5%. Descenderán en magnitud y valor las exportaciones, se están reduciendo las remesas migratorias, baja el turismo internacional y serán afectadas las inversiones. 

¿Qué piensa la ciudadanía hoy sobre la economía y la sociedad? ¿Desde qué ideas encarará esta crisis y elegirá 10 nuevos presidentes entre el 2009/2010? La encuesta Latinobarómetro realizada en septiembre/octubre 2008 en 18 países proporciona valiosas pistas al respecto.

1. La democracia se ha activado. Los ciudadanos están votando en proporciones crecientes, pero además están fortaleciendo las formas de participación política no convencional. Así han revalorizado el papel de "las marchas, protestas, y manifestaciones en la calle". El 63% piensa que "son normales en democracia", el 59% que son "indispensables para que las demandas sean escuchadas" y el 56% que "es una manera que tienen hoy los jóvenes de sentirse parte de algo". 

En cambio, ha bajado el interés en formas convencionales de participación como firmar un petitorio (17%) y asistir a manifestaciones autorizadas (12%).

2. Las agudas desigualdades siguen vigentes. La mitad de los encuestados considera que las desigualdades no han disminuido durante la democracia. Sólo un 21% piensa que sí lo han hecho.

3. Los más discriminados, los jóvenes pobres. En la mayor parte de los países hay más de un 80% que dice que hay personas discriminadas. Aparecen como los más discriminados según las percepciones los pobres seguidos por los indígenas. Dos terceras partes dicen a su vez que "la policía es más propensa a detener a un joven que a un adulto". Por ende, ser pobre y joven es captada como la condición más estigmatizada en sociedades que ven fuertemente discriminatorias.

4. La delincuencia, un problema clave.Cuando se pregunta cuáles son los problemas más importantes, la lista la encabeza la delincuencia, seguida por la desocupación. A pesar de las presiones de ciertos sectores por "mano dura", en una reciente encuesta en Buenos Aires, el 37% de la población entiende que se necesita un enfoque integral. Coloca como causales principales del problema de la inseguridad "a la pobreza, la desigualdad social, y la desocupación".

5. El Estado debe resolver los problemas.Cuando se pregunta si el "Estado o el mercado" deben resolver los problemas, una amplia mayoría se inclina por el Estado. Cuando se interroga sobre si determinadas actividades deberían estar mayoritariamente en manos del Estado o del mercado, los ciudadanos consideran que deberían estar en manos del Estado: educación básica (86%), salud (85%), agua potable (83%), universidades (82%), petróleo (80%), teléfonos (71%). El Latinobarómetro resalta que "lo sorprendente de estos resultados es que los ciudadanos prefieren un mayor control por parte del Estado en estos ámbitos, a pesar de que estos han sido controlados por manos privadas durante décadas".

6. Hay una demanda por mejoras importantes en los servicios públicos. Cuando se mide el grado de satisfacción con algunos de los servicios públicos que están en contacto más directo con los ciudadanos (como servicios municipales, transporte público, recolección de basura, alcantarillado, caminos y pavimentación, espacios públicos y áreas verdes), sólo el 26% expresa alta satisfacción, el 25% satisfacción media y el 48%, baja satisfacción.

7. Desconfianza. El 70% piensa que "los países están gobernado por unos cuantos grupos poderosos en su propio beneficio".

8. Hay un gran potencial en los jóvenes. Los ciudadanos perciben a los jóvenes como "más bien solidarios y más bien participativos". Los jóvenes mismos se perciben aun más participativos que los promedios de percepción de la ciudadanía. Los jóvenes percibidos como más participativos y solidarios en sus países son los venezolanos, los ecuatorianos y los nicaragüenses.

La crisis internacional encuentra de esta manera una América latina en donde pese a los progresos económicos la reducción de la pobreza y las desigualdades ha sido lenta. A fines de 2007, había un 39% más de personas pobres que en 1980.

El continente presenta fortalezas macroeconómicas, como las buenas cifras alcanzadas en los últimos años en crecimiento, exportaciones y reservas, un notable fortalecimiento de la democracia y un gran capital social particularmente en los jóvenes. 

También, una marcada inclinación a un "Estado activo", mucho antes de la adopción casi unánime reciente de esa visión por el mundo desarrollado por encima de ideologías, como única respuesta a la crisis.

Esta América latina "no tragará cuentos", y no se le podrán vender nuevas versiones de las políticas de ajuste convencionales que sacrificaron a las mayorías. Ejerciendo la protesta democrática, el pueblo de la región no permitió terminar su gobierno a 14 presidentes en los últimos 20 años, principalmente por los daños que esas políticas estaban causando a la población. 

Hoy más que nunca deben ser escuchados sus planteos de que con la crisis en marcha el Estado y la sociedad tienen la obligación de proteger en primer lugar a los más débiles con políticas contracíclicas que extiendan y "blinden" la inversión social y preserven las fuentes de trabajo.

Por: Bernardo Kliksberg
Fuente: Clarín

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